Los talibanes impiden que se vacune de polio a miles de ni?os paquistan¨ªes
La milicia, que controla comarcas enteras de la regi¨®n fronteriza con Afganist¨¢n, exige el fin de los ataques de los drones estadounidenses para permitir el acceso del personal sanitario
Pakist¨¢n ha tenido que suspender la campa?a de vacunaci¨®n contra la polio en varias zonas del cintur¨®n tribal debido a la oposici¨®n de los talibanes. La milicia fundamentalista, que controla comarcas enteras de esa regi¨®n fronteriza con Afganist¨¢n, exige el fin de los ataques de los drones estadounidenses para permitir el acceso del personal sanitario, convirtiendo a varios cientos de miles de ni?os en rehenes de su intransigencia.
¡°S¨ª, la vacunaci¨®n ha tenido que suspenderse en algunas partes, sobre todo en Wazirist¨¢n del Norte y del Sur¡±, admite por tel¨¦fono una empleada local de Unicef en Peshawar. Esa agencia de la ONU, junto a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), el Centro para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades y el Rotary Internacional, inici¨® el lunes una campa?a de tres d¨ªas para inmunizar contra la poliomielitis a 34 millones de paquistan¨ªes menores de cinco a?os.
El director general de Sanidad para las zonas tribales, Fawad Khan, declar¨® la semana pasada a la agencia France Presse que al menos 160.000 ni?os en Wazirist¨¢n del Norte y 80.000 en Wazirist¨¢n del Sur se ver¨ªan afectados si no reciben las gotas contra la polio. En Khyber, otro responsable cifr¨® el objetivo de vacunaci¨®n en 200.163 ni?os, aunque reconoci¨® de antemano que ser¨ªa dif¨ªcil alcanzar los residentes en la comarca de Bara y el valle de Tirah, donde 111.556 necesitan la vacuna.
Oficialmente, el plan s¨®lo se ha pospuesto. Las autoridades, que no han querido poner en peligro al personal sanitario y los voluntarios que colaboran, tratan de organizar asambleas de notables para que convenzan a los talibanes de la necesidad de la vacunaci¨®n. Sin embargo, cl¨¦rigos y jefes de clan han declarado a los medios locales que no tienen capacidad para oponerse a sus designios.
Este nuevo desaf¨ªo de los talibanes al Gobierno central arranca de mediados del mes pasado, cuando un cabecilla local de esa milicia en Wazirist¨¢n del Norte, Gul Bahadur, prohibi¨® que se suministrara la vacuna a los ni?os de su ¨¢rea. Bahadur, cuyos seguidores combaten a las tropas de la OTAN en Afganist¨¢n, dijo que sus hombres no consentir¨ªan el acceso del personal sanitario hasta que no cesen los ataques de los drones, los aviones no tripulados con los que EEUU lucha contra Al Qaeda y sus aliados. ¡°Son peores que la polio¡±, justific¨®. Enseguida se hicieron eco de su iniciativa el cl¨¦rigo Nazir de Wazirist¨¢n del Sur y otros jefes milicianos en Orakzai y Khyber.
El efecto de la prohibici¨®n talib¨¢n se ha extendido incluso m¨¢s all¨¢ de las agencias tribales federalmente administradas, las conocidas como FATA, y ha alcanzado a algunas comarcas de Khyber Pakhtunkhwa como Dera Ismail Khan y Kohat, seg¨²n fuentes de la Direcci¨®n General de Sanidad en Peshawar, la capital de esa provincia.
Pakist¨¢n es uno de los tres ¨²ltimos pa¨ªses, junto a Afganist¨¢n y Nigeria, que a¨²n no ha erradicado la polio, una enfermedad altamente contagiosa, sin cura y que puede causar par¨¢lisis, deformidades e incluso la muerte. Las dificultades para la vacunaci¨®n han motivado que de los 89 casos registrados en 2009 se pasara a 144 en 2010 y 189 en 2011, seg¨²n datos de la OMS. Adem¨¢s, el 77% de ellos se dieron entre los pastunes, que apenas suponen el 15% de toda la poblaci¨®n paquistan¨ª y que se concentran en esas regiones tribales, lo que las convierte en una amenaza potencial para el resto.
No es la primera vez que los fundamentalistas rechazan una campa?a de inmunizaci¨®n. Ya en el pasado algunos predicadores han difundido el bulo de que las vacunas dejan impotentes a los varones. Sin embargo, en esta ocasi¨®n sus oponentes han utilizado el caso del m¨¦dico paquistan¨ª que ayud¨® a la CIA a encontrar a Osama Bin Laden para argumentar que la misi¨®n sanitaria encubre una operaci¨®n de espionaje. Shakeel Afridi fue condenado a 33 a?os de c¨¢rcel hace dos meses por haber organizado una falsa vacunaci¨®n para obtener el ADN del famoso terrorista que las fuerzas especiales de EEUU mataron el a?o pasado en Abbottabad.
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