?Qui¨¦n gana el choque Madonna-Le Pen?
La transgresi¨®n est¨¦tica tuvo una finalidad liberadora en tiempos de represi¨®n, pero ahora casa mejor con el ¡®marketing¡¯ Los tribunales tienen la ¨²ltima palabra si los l¨ªmites se sobrepasan
La sucesi¨®n de acontecimientos es sencilla: la cantante Madonna proyecta en uno de sus conciertos la imagen de la ultraderechista Marine Le Pen con una cruz gamada sobre su frente y la pol¨ªtica francesa anuncia una demanda en los tribunales para proteger su honor ante tal injuria. ?Lo consigui¨®! Si alguien no se hab¨ªa enterado de que Madonna actu¨® en Par¨ªs, ya lo sabe todo el mundo. Prueba conseguida. Pol¨¦mica, popularidad, ¨¦xito, quiz¨¢s. La propia Marine Le Pen as¨ª lo interpret¨®: ¡°Las viejas cantantes necesitan que se hable de ellas y as¨ª se entiende que lleguen a tales extremos¡±, dijo.
Pero, ?de verdad son ¡°tales extremos¡±? ?A cu¨¢ntos ha agredido este gesto? ?Puede considerarse una gran provocaci¨®n o una m¨¢s de Madonna en busca de resonancia? ¡°Yo creo que esto es m¨¢s un problema est¨¦tico que moral y, encima, anticuado. La supuesta transgresi¨®n est¨¦tica ya no tiene una finalidad moral liberadora como tuvo en otras ¨¦pocas y reg¨ªmenes, por ejemplo en la Espa?a de los cincuenta a los setenta. Aquellos gestos provocadores de entonces, v¨¦ase Mick Jagger, que antes nos sonrojaban, ahora nos hacen bostezar¡±, asegura el ensayista Javier Gom¨¢. En los tiempos actuales, un corte de mangas como el de Madonna lo ningunea Gom¨¢ con este s¨ªmil: ¡°Es como hacer topless en una playa nudista¡±.
Quiz¨¢ Marine Le Pen hubiera acertado dejando pasar el asunto. A menos que haya pensado que la pol¨¦mica beneficia a ¡°viejas cantantes¡± tanto como a pol¨ªticas de trayectoria incierta. Pero, en todo caso, est¨¢ en su derecho de tocar a la puerta de los tribunales. ¡°El l¨ªmite de cualquier actividad, incluida la de los artistas, es la Constituci¨®n, o lo que corresponda en Francia. Para empezar, no se puede puede exponer la imagen de alguien que no haya dado su permiso. Porque el derecho a la libertad de expresi¨®n existe, pero tambi¨¦n el de la imagen, el honor o la intimidad¡±, zanja Mar¨ªa Luisa Balaguer, catedr¨¢tica de Derecho Constitucional de la Universidad de M¨¢laga. Y un juez tendr¨¢ que decidir.
Para el actor Leo Bassi la agitaci¨®n social es "un estilo de arte"
Cierto. As¨ª est¨¢ el ordenamiento jur¨ªdico. Pero cabe que el juez entienda que prevalece la libertad de expresi¨®n del artista. ¡°En nombre de esa supuesta libertad de expresi¨®n creo que se ha producido un cierto desequilibrio respecto a ciertos l¨ªmites. En muchos pa¨ªses salidos de dictaduras, como es el caso de Espa?a o Alemania, por citar dos ejemplos, la libertad de expresi¨®n se convirti¨® en un principio estructurador del ordenamiento jur¨ªdico porque daba cabida a la pluralidad de opiniones y contribu¨ªa a consolidar la democracia. En una convivencia pac¨ªfica como la que ahora vivimos quiz¨¢ cabr¨ªa replantearse esos equilibrios entre unos y otros derechos¡±, se?ala Javier Gom¨¢. Aunque insiste en que no ve en este caso concreto ¡°una cuesti¨®n de libertad de expresi¨®n sino de marketing¡±. Otra cosa es, a su juicio, el problema de calado que se suscit¨®, recuerda, con las pol¨¦micas caricaturas de Mahoma publicada en 2005 en el peri¨®dico dan¨¦s Jyllands Posten. O el reciente crucifijo asado al horno por el que se acus¨® (y se absolvi¨®) al cantante espa?ol Javier Krahe. O la quema de banderas aqu¨ª y all¨¢. Gom¨¢ entiende que en casos as¨ª pueden verse afectados los sentimientos de un colectivo para el que se est¨¢ agrediendo algo que es sagrado.
Pero justo aqu¨ª discrepa la catedr¨¢tica Balaguer. ¡°El derecho a la imagen de una persona es algo perfectamente objetivo, pero en el caso de religiones, banderas, un juez lo tendr¨ªa m¨¢s complicado, porque es m¨¢s subjetivo: unos pueden pensar que es ofensivo para los cat¨®licos y otros que la Iglesia es una instituci¨®n castrante, opresiva y de dominaci¨®n que merece una cr¨ªtica de esa naturaleza¡±.
Los artistas tienen un eco p¨²blico que no tiene un ciudadano de a pie, por eso han hecho suyas causas que consideraban merecedoras de su apoyo, aunque a otros les provocara escozor. Espa?a tiene ejemplos de sobra, en la dictadura y despu¨¦s de ella. Defienden su libertad de expresi¨®n, aunque la consideran sujeta al juicio de los tribunales, llegado el caso. ¡°La creaci¨®n art¨ªstica tiene un componente que es libre. Y si se produce una ofensa, pues para eso est¨¢n los tribunales¡±, dice Miguel R¨ªos. Pero no cree, sin embargo, que algunos gestos de los artistas respondan solo al marketing, sino que son todav¨ªa muy necesarios en nuestra ¨¦poca de convivencia pac¨ªfica. Hay causas de sobra, viene a decir. En el ¨¢mbito dom¨¦stico decenas de actores, cantantes, cineastas, pintores estuvieron en contra de la guerra, o ahora al lado de los mineros, o protestando por lo que ocurre ahora mismo con los recortes del Gobierno: ¡°Los agredidos ahora son m¨¢s bien los artistas, con ese IVA a los espect¨¢culos o poniendo cortapisas a la comunicaci¨®n con el gran p¨²blico atacando la propiedad intelectual¡±, afirma el rockero.
Decisiones pol¨ªticas han cancelado espect¨¢culos ya programados
La pol¨ªtica y el arte conforman una relaci¨®n de amor en unos casos y de odio en otros, pero siempre relaci¨®n. El actor Leo Bassi tiene larga experiencia en encontronazos con la censura. El ¨²ltimo conocido fue en Santiago, donde le suspendieron un espect¨¢culo pocas semanas antes de su estreno. Por una vez no hubo remilgos en reconocer de d¨®nde sal¨ªa la decisi¨®n. Gerardo Conde Roa, el alcalde del PP, dijo: ¡°A m¨ª Leo Bassi me produce especial repugnancia¡±. Pero no ha sido la ¨²nica cancelaci¨®n imprevista que ha sufrido el c¨®mico italiano este a?o: varias localidades en manos del PP han suspendido espect¨¢culos previstos para agosto. ¡°Una persona como yo que critica la Iglesia cat¨®lica y las tradiciones est¨¢ en la lista negra; voy pagando continuamente un precio por mi elecci¨®n pol¨ªtica. Pero sab¨ªa a lo que me expon¨ªa, no es una decisi¨®n inconsciente¡±.
En estos tiempos malos, Bassi ve un riesgo mayor de censura en casi todos los pa¨ªses, derivado de los recortes en el sector cultural: ¡°Los espect¨¢culos est¨¢n ahora m¨¢s en manos de patrocinadores, que son m¨¢s conservadores y no quieren arriesgarse con provocaciones¡±. En Espa?a, a esto se a?ade algo espec¨ªfico: ¡°El nacionalcatolicismo¡±.
?Y cu¨¢nto hay de marketing en los esc¨¢ndalos? ¡°Cualquier artista, y Madonna lo es, busca cosas que gratifiquen a su p¨²blico, tal vez quer¨ªa esta pol¨¦mica¡±. Y a?ade: ¡°La provocaci¨®n es un estilo de arte, no es una operaci¨®n comercial ni una estrategia de publicidad. Yo intento mantener vivo el esp¨ªritu bufonesco, el del carnaval y la risa. Soy sincero en lo que hago, lo hago con toda mi alma y la idea de defender una tradici¨®n muy antigua¡±. En su opini¨®n, no hay l¨ªmites. ¡°La libertad de expresi¨®n es la libertad de ofender a alguien sin temer a las consecuencias¡±. En todo caso los topes los fija el p¨²blico: ¡°Si yo ofendo a todo el mundo, se soluciona con la libertad de mercado. Nadie volver¨¢ a verme¡±.
La libertad de mercado de la que habla Bassi es doble: se retira el p¨²blico o retiran al artista, como le ha pasado a este showman. O a Krahe, que tambi¨¦n ha visto c¨®mo la mano pol¨ªtica veta algunos de sus conciertos.
El p¨²blico, por ¨²ltimo, es tambi¨¦n el p¨²blico pol¨ªtico. Florian Philippot, vicepresidente del Frente Nacional (FN) que lidera Marine Le Pen, advirti¨® a la cantante que su gesto, finalmente, supon¨ªa una afrenta para el honor ¡°de los socios del partido, de sus simpatizantes y de sus millones de electores¡±, un mercado disgustado que podr¨ªa reducir los beneficios de la artista.
La escultura de un dictador Franco metido en un frigor¨ªfico de refrescos y expuesto en la concurrida feria de arte ARCO este mismo a?o sirvi¨® quiz¨¢ de fama para el artista Eugenio Merino, de aldabonazo para los seguidores de un movimiento pol¨ªtico que vive una siesta sosegadora, y de deleite para otros muchos. Finalmente, los artistas quiz¨¢ calibran hasta d¨®nde les beneficia un gesto provocador o que vaya m¨¢s all¨¢ del insulto y los pol¨ªticos calculan cu¨¢ndo merece la pena echarse a un lado o salir al ruedo. Tal vez la pol¨¦mica es rentable para ambos. O tal vez unos simplemente act¨²an y crean y otros, a veces, se enfadan y van a los tribunales.
Pol¨¦micas estelares
Franco versi¨®n Coca-Cola. La ¨²ltima edici¨®n de la feria ARCO, en febrero, fue el escenario escogido por el artista Eugenio Merino para provocar con su escultura de Franco. En ella se ve al dictador en un frigor¨ªfico decorado con los colores de Coca-Cola. Merino sostuvo que con Always Franco intent¨® demostrar que la figura del militar sigue siendo noticiosa. La controversia la encendi¨®, unos d¨ªas despu¨¦s, la Fundaci¨®n Franco, que consider¨® que la imagen del dictador en una nevera era "una ofensa que ninguna civilizaci¨®n moderna puede tolerar". La Fundaci¨®n present¨® una acci¨®n judicial contra Merino, quien ha recibido esta semana una citaci¨®n. El artista asegura que esto solo confirma que la obra era "necesaria".
Suspendido por hom¨®fobo. El artista jamaicano de reggae Sizzla Kalonji ten¨ªa programados cuatro grandes conciertos para este a?o en Espa?a. Las letras de sus canciones le impidieron realizarlos. El m¨²sico, tan prol¨ªfero como pol¨¦mico, se qued¨® sin la posibilidad de presentarse en los escenarios acordados en Madrid, Barcelona, M¨¢laga y Valencia, despu¨¦s de que miles de personas protestaran en contra de sus versos marcadamente hom¨®fobos. Fue la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, a trav¨¦s de la plataforma Actuable, la que finalmente logr¨® impedir el espect¨¢culo.
Cristo para dos, la receta de Krahe. El v¨ªdeo con la receta sobre c¨®mo cocinar un Cristo, de Javier Krahe, se convirti¨® en una disputa por la libertad de expresi¨®n. Despu¨¦s de un largo recorrido judicial, el cantautor fue absuelto el pasado 8 de junio. La Justicia consider¨® que en el cortometraje de Krahe no busc¨® "menoscabar, humillar o herir los sentimientos religiosos".
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