¡°Nos sentimos hijos del 15-M¡±
Celestino S¨¢nchez, l¨ªder de los yayoflautas, explica las motivaciones de los veteranos del 15-M
Mientras com¨ªan en un restaurante chino, alguien del grupo de maduritos sac¨® el tema de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que hab¨ªa llamado perroflautas a los indignados. ¡°?Pues nosotros somos los yayoflautas!¡±, bromearon. Primero se echaron a re¨ªr. Luego se dieron cuenta de que hab¨ªan dado con la marca perfecta.
De eso hace ya casi un a?o y desde entonces los yayoflautas, conocidos como la rama s¨¦nior del movimiento del 15-M, han ocupado sedes de Bankia en Madrid, Barcelona y Valencia, un autob¨²s municipal, el consulado alem¨¢n en la capital catalana, una agencia de calificaci¨®n, el Departamento de Interior de la Generalitat, la patronal catalana Fomento de Trabajo... Incluso entraron en la sede de la Cadena SER en Barcelona para leer un mensaje el d¨ªa de la huelga general del 29-M.
Todo empez¨® con un paseo por la plaza de Catalunya. Escuch¨¢ndoles, Celestino S¨¢nchez, de 62 a?os, se dio cuenta de algo: ¡°Aquellos j¨®venes se expresaban de otra forma, pero eran de los nuestros¡±.
No le dio muchas vueltas. Se reuni¨® con un grupo de 17 ¡°compa?eros¡± y decidieron enrolarse en la aventura de la protesta callejera del 15-M. Hoy son ya m¨¢s de 350, repartidos por Catalu?a, Madrid, Murcia, Valencia, Mallorca... ¡°Hay trotskistas, personas del Partido Socialista, gente de UGT, mao¨ªstas...¡±, explica, sin ning¨²n inter¨¦s en ocultar la vinculaci¨®n pol¨ªtica de los yayoflautas. La gran mayor¨ªa pertenecen al PCC y a CC OO. El propio Celes ha sido diputado dos veces por el PCC en el parlamento catal¨¢n, y concejal durante una d¨¦cada en el Ayuntamiento de Barber¨¤.
Luciendo siempre un chaleco amarillo reflectante (que empezaron haciendo a mano ¡°la Mar¨ªa y la Rosario¡±), decidieron centrarse en las ocupaciones. Fracasaron las dos primeras veces, hasta que echaron mano de su ¡°arma secreta¡±: ¡°Usar m¨¦todos de la clandestinidad, combinados con las redes sociales¡±. Solo un grupo de cuatro personas conoce el objetivo de la acci¨®n. El resto, son citados y conducidos casi a ciegas hasta el lugar a ocupar. Luego Celes lo tuitea (@celescolorado) y empieza el efecto multiplicador de las redes y la llegada de los medios de comunicaci¨®n tradicionales.
¡°Los yayoflautas nos sentimos hijos del 15-M¡±, dice el activista. Aunque critica el ¡°sarampi¨®n que sienten contra la organizaci¨®n¡±. Tampoco comparte la intenci¨®n de ocupar el Congreso el 25 de septiembre (¡°lo tomaremos cuando queramos, pero hace falta un programa detr¨¢s¡±).
Los partidos y los sindicatos enseguida retiran a la gente mayor, explica, por eso muchos de los yayoflautas se han tomado el 15-M con ilusi¨®n y ganas. ¡°?Ya era hora que me llamases para algo diferente de ensobrar en las elecciones!¡±, le dicen. El objetivo de sus protestas es ¡°hacer desaparecer el miedo¡± contra los poderes f¨¢cticos, para que los j¨®venes se rebelen.
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