La contrarreforma neofranquista de Wert
Los recortes y reformas que est¨¢ imponiendo el ministro Wert suponen una aut¨¦ntica masacre de la educaci¨®n p¨²blica y una vuelta al modelo escolar franquista, elitista y segregador. Dar¨¢n al traste con los principales avances en la educaci¨®n p¨²blica que se hab¨ªan conseguido durante la democracia, como un incremento notable de la red de centros p¨²blicos y de profesorado, bajada de ratios de alumnado por aula, ampliaci¨®n de la edad escolar obligatoria, escolarizaci¨®n casi total desde los 3 a?os y mayor acceso a estudios superiores de las capas populares.
Esta l¨ªnea de conquistas viene siendo sistem¨¢ticamente atacada desde hace tiempo, en diferentes Comunidades Aut¨®nomas, especialmente por los gobiernos del PP, cuya ideolog¨ªa mercantilista y privatizadora (¡°menos Estado y m¨¢s mercado¡±) quiere convertir la educaci¨®n en un negocio, poniendo gran parte de los nuevos centros educativos en manos de la ense?anza privada concertada, mayoritariamente cat¨®lica. Este proceso de privatizaci¨®n, que pretende convertir la escuela p¨²blica en subsidiaria de la privada, se ha acentuado de forma exponencial en los ¨²ltimos a?os. Y m¨¢s ahora que, con el pretexto de la crisis, se est¨¢ aplicando todo un programa sistem¨¢tico de recortes sociales y de estrangulamiento econ¨®mico de lo p¨²blico.
Los recortes aplicados suponen no s¨®lo la p¨¦rdida de 100.000 plazas de profesorado para el pr¨®ximo curso, sino que conllevan adem¨¢s la eliminaci¨®n progresiva de la educaci¨®n de 0 a 3 a?os como etapa educativa, la pr¨¢ctica desaparici¨®n de la formaci¨®n permanente del profesorado, la precarizaci¨®n de la funci¨®n docente (mas horario lectivo, menos retribuciones, sustituci¨®n de bajas s¨®lo a partir del d¨¦cimo d¨ªa) y la masificaci¨®n de las aulas (brutal aumento del 20% de la ratio alumnado-aula), que tendr¨¢n una grave repercusi¨®n en la calidad educativa.
Estos tijeretazos se suman a los que ya han hecho las propias CCAA en a?os precedentes, reduciendo plantillas, salarios, gastos de funcionamiento de centros, tutor¨ªas, desdobles y apoyos, materias optativas, programas de apoyo y refuerzo, m¨®dulos de formaci¨®n profesional, servicios de orientaci¨®n o biblioteca, ayudas para adquisici¨®n de libros de texto, de comedor y actividades complementarias. Con estas medidas, el incremento del fracaso escolar est¨¢ asegurado.
Y todo ello a la vez que se han extendido los conciertos educativos, incluso en etapas no obligatorias. No s¨®lo se est¨¢ subvencionando a familias que optan por centros privados de ¨¦lite, sino que la financiaci¨®n p¨²blica a la educaci¨®n privada ha crecido un 30% entre 2005 y 2010, en plena ¨¦poca de crisis y recortes a la educaci¨®n p¨²blica, seg¨²n los recientes datos del INE.
A todo esto hay que sumar el salvaje recorte en Educaci¨®n Superior y en I+D+i, a la par que la feroz subida de tasas universitarias, el aumento de horas lectivas del profesorado universitario, convirtiendo la docencia en una especie de ¡°castigo¡± para los no investigadores y expulsando al profesorado asociado por miles.
Este proceso de privatizaci¨®n, segregaci¨®n y desmantelamiento de la educaci¨®n p¨²blica se busca justificar ideol¨®gicamente con la en¨¦sima reforma educativa, que ha anunciado el ministro Wert, eufem¨ªsticamente denominada 'Ley Org¨¢nica de Mejora de la Calidad de la Educaci¨®n'. Esta aut¨¦ntica contrarreforma educativa no s¨®lo da pasos en sentido contrario a los criterios pedag¨®gicos actuales y a las evidencias cient¨ªficas vigentes en el campo de la educaci¨®n, sino que avanza exactamente en sentido contrario, recuperando las rev¨¢lidas superadas del franquismo, atacando frontalmente la equidad social y segregando al alumnado desde los 12 o 13 a?os. Sus ejes b¨¢sicos giran en torno a seis principios fundamentales.
El primero, convertir la educaci¨®n en una carrera constante de obst¨¢culos y superaci¨®n de pruebas y rev¨¢lidas al final de cada etapa. Apuesta por un modelo de ense?anza basado en la presi¨®n del examen, frente a un modelo educativo m¨¢s centrado en las necesidades y motivaciones del alumnado. Es lo que el PP entiende por ¡°cultura del esfuerzo¡± y ¡°carrera meritocr¨¢tica¡±. En vez de buscar estrategias y formas de motivar y entusiasmar al alumnado por el conocimiento y el aprendizaje, se concibe la educaci¨®n como un camino de penitencia y sufrimiento, trufado de pruebas y ex¨¢menes continuos, que convierte la educaci¨®n en un aut¨¦ntico viacrucis recuperando el esp¨ªritu franquista de la ¡°letra con sangre entra¡±, en el que las condiciones culturales y socioecon¨®micas familiares van a ser determinantes del ¨¦xito escolar.
El segundo eje sobre el que pivota esta contrarreforma es reducir el n¨²mero de asignaturas y centrar la carga lectiva en unos contenidos m¨ªnimos, que es lo que se viene llamando en la terminolog¨ªa neoconservadora ¡°volver a lo b¨¢sico¡±. Dedicar as¨ª la educaci¨®n obligatoria a preparar mano de obra barata, dotada con meros conocimientos instrumentales b¨¢sicos para acceder a un futuro mercado laboral precario y en constante rotaci¨®n. Lo que Berlusconi resumi¨® con el lema de las tres ¡°ies¡±: ¡°Inglese, Internet, Impresa¡± (traducido en Espa?a, este ¨²ltimo, por ¡°esp¨ªritu emprendedor¡±). S¨®lo quienes logren superar todas las rev¨¢lidas que se pretenden imponer podr¨¢n acceder a una formaci¨®n m¨¢s completa y cualificada, dirigida a cubrir empleos t¨¦cnicos intermedios o a puestos directivos quienes puedan pagarse las nuevas tasas de los m¨¢ster universitarios.
El tercer principio es segregar, seleccionar y clasificar cuanto antes al alumnado mediante ¡°itinerarios¡±. Itinerarios que son una restauraci¨®n de la LOCE de Aznar y que no conducen a reducir el abandono y el fracaso escolar, sino a eliminar progresivamente la igualdad de oportunidades y la formaci¨®n com¨²n durante la etapa obligatoria. Se deriva cuanto antes a la poblaci¨®n escolar con mayores dificultades hacia la FP, convirti¨¦ndola de nuevo en una v¨ªa de segunda categor¨ªa, destinada a quienes no logren acceder a Bachillerato. Los programas de cualificaci¨®n profesional, una v¨ªa para aquel alumnado con mayores dificultades de aprendizaje y que s¨®lo se tiende a utilizar en ¨²ltimo extremo, despu¨¦s de haber agotado todas las medidas de atenci¨®n a la diversidad, se adelantan a partir de 2? de la ESO, es decir, con menos de 15 a?os. Adem¨¢s se empuja a estos programas al alumnado que tenga ¡°situaci¨®n socioecon¨®mica desfavorable¡±, equiparando as¨ª pobreza y poca capacidad para el estudio, poniendo al mismo nivel ambas realidades, la de tener dificultades en los estudios con vivir en una familia con bajos ingresos econ¨®micos.
El cuarto elemento de esta nueva reforma educativa busca someter los centros educativos a las exigencias del mercado, especialmente a la competitividad, estableciendo pruebas externas a nivel nacional, para ofrecer una clasificaci¨®n de colegios seg¨²n sus resultados. Con el fin de que los ¡°clientes¡± puedan comparar y elegir aqu¨¦l que m¨¢s ventajas competitivas les aporte a sus hijos e hijas en el futuro mercado laboral. En este mercado competitivo las escuelas se hacen m¨¢s selectivas, tendiendo a rechazar al alumnado que presenta mayores dificultades y que pueda hacer descender posici¨®n en el ranking de centros.
El quinto elemento de esta contrarreforma es la instauraci¨®n, en coherencia con este modelo de competencia, del ¡®pago por resultados¡¯, propio del mundo empresarial, en el ¨¢mbito educativo. Se trata de aplicar refuerzos e incentivos a los centros, no ya en funci¨®n de las necesidades de su alumnado, sino de acuerdo con el puesto en el ranking. Ya se est¨¢ aplicando en algunas Comunidades Aut¨®nomas, condicionando la financiaci¨®n p¨²blica a los resultados obtenidos, mediante los contratos-programa u otras f¨®rmulas similares.
Finalmente, se complementan la resurrecci¨®n de estas viejas recetas franquistas con el sexto eje, la denominada ¡°Nueva Gesti¨®n¡±. Es decir, gestionar los centros p¨²blicos seg¨²n las recetas de la empresa privada, mediante una mayor autonom¨ªa financiera que requiera de fuentes de financiaci¨®n privadas ante la insuficiencia de la financiaci¨®n p¨²blica. Financiaci¨®n externa de patrocinadores que imponen sus logotipos y exigencias, introduciendo los intereses privados y mercantiles en la educaci¨®n p¨²blica. A ello se a?ade la especializaci¨®n de los centros para ofrecer una oferta competitiva y ¡°diferenciada¡± a la clientela; as¨ª como la ¡°profesionalizaci¨®n¡± de la direcci¨®n escolar como gerentes, expertos en gesti¨®n empresarial y de recursos humanos, que gestionar¨¢n los centros educativos p¨²blicos de forma ¡°eficiente¡± y con rentabilidad econ¨®mica.
Por eso es m¨¢s urgente que nunca que la comunidad educativa a¨²ne esfuerzos y comparta iniciativas contra estas pol¨ªticas educativas del PP, que suponen el ataque m¨¢s grave a la educaci¨®n p¨²blica desde la transici¨®n, que nos retrotrae al modelo de escuela franquista y que, con la excusa de la crisis, pretende convertir la educaci¨®n p¨²blica en una red subsidiaria y asistencial, mientras potencia e impulsa el negocio creciente de ense?anza privada concertada en nuestro pa¨ªs. Nos jugamos el futuro de nuestros hijos e hijas, y el de la sociedad en su conjunto.
Enrique Javier D¨ªez Guti¨¦rrez es profesor de la Universidad de Le¨®n y Coordinador Federal del ?rea de Educaci¨®n de Izquierda Unida
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.