Educaci¨®n: opini¨®n p¨²blica y opini¨®n publicada
En Latinoam¨¦rica suele divulgarse una visi¨®n pesimista de la educaci¨®n p¨²blica y de sus docentes. Una visi¨®n que responsabiliza a la escuela de todos los males que viven las sociedades. Sin embargo, la encuesta de opini¨®n y expectativas sobre la educaci¨®n latinoamericana, una excelente iniciativa promovida por la OEI, nos aporta valiosos datos que permiten ver que las cosas son un poco diferentes.
Por un lado, la preocupaci¨®n de las sociedades latinoamericanas con la calidad de la educaci¨®n. En todos los pa¨ªses, con excepci¨®n de Nicaragua y Venezuela, los encuestados afirman que la educaci¨®n privada es de mejor calidad que la p¨²blica. Las encuestas no son un espejo de la realidad. Entre tanto, vale la pena tomar nota de una percepci¨®n que tiende a idealizar las virtudes de lo privado, en general selectivo y elitista, frente a lo p¨²blico, ¨²nico espacio de realizaci¨®n de los derechos sociales y humanos en una sociedad democr¨¢tica.
As¨ª mismo, en todos los pa¨ªses es mucho mayor el n¨²mero de personas que cree que la educaci¨®n p¨²blica mejorar¨¢ durante la pr¨®xima d¨¦cada. Una visi¨®n de futuro que interpela a los gobiernos y los hace depositarios de un mandato que no pueden verse tentados a defraudar. No promover la educaci¨®n p¨²blica podr¨¢ tener consecuencias electoralmente desastrosas para cualquier gobierno del continente.
Finalmente, este estudio muestra la valoraci¨®n positiva que las sociedades latinoamericanas tienen acerca de quienes ejercen la profesi¨®n docente en el sistema educativo p¨²blico. Un dato importante ya que, que desde el punto de vista de la poblaci¨®n encuestada, el mejoramiento de la formaci¨®n y el aumento de los salarios docentes constituyen una exigencia para el avance de la calidad educativa.
La encuesta de la OEI nos ofrece un soplo de esperanza y pone en evidencia que la opini¨®n p¨²blica no puede ser confundida con la opini¨®n publicada. La educaci¨®n est¨¢ en crisis y las sociedades as¨ª lo reconocen, pero apuestan a la escuela p¨²blica, valorizan a sus docentes y sue?an que sus derechos ser¨¢n, finalmente, respetados y garantizados. No parece poca cosa.
Pablo Gentili firma el blog 'Contrapuntos' en EL PA?S
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