?C¨®mo gravar a los ricos sin que se larguen?
El due?o de Vuitton sacude Francia al solicitar la nacionalidad belga para esquivar impuestos Los aumentos impositivos a las fortunas provocan la fuga de capitales pero tambi¨¦n de cerebros
El ¨²ltimo estudio del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INSEE) de Francia no enga?a. Bajo el Gobierno de Nicolas Sarkozy, entre 2009 y 2010, el n¨²mero de pobres en Francia (personas que ganan menos de 964 euros por mes) aument¨® en 440.000 personas, hasta los 8,6 millones. La crisis golpeaba y las desigualdades no dejaban de aumentar. En el pa¨ªs obsesionado desde hace dos siglos y medio por la egalit¨¦, el 5% de la poblaci¨®n con m¨¢s ingresos se hizo un poco m¨¢s rica todav¨ªa, mientras el nivel de renta medio (19.270 euros anuales) bajaba un 0,5%. Un a?o m¨¢s tarde, el 25 de agosto de 2011, 16 empresarios y directivos de empresas publicaban un manifiesto nada habitual, en el que ped¨ªan al presidente Sarkozy que instaurara ¡°una contribuci¨®n excepcional para los m¨¢s favorecidos¡±.
En aquella lista estaba Lilliane Bettencourt, la heredera de L'Or¨¦al. Le faltaba poco para ser inhabilitada por los jueces, pero se atrevi¨® a ponerse en primera fila contra la pol¨ªtica de su amigo Sarkozy, criticada por la izquierda por haber habilitado exenciones fiscales a los m¨¢s ricos valoradas en miles de millones de euros anuales. El manifiesto no ped¨ªa nada extraordinario. Simplemente, un impuesto ¡°razonable, para evitar efectos econ¨®micos indeseables tales como la fuga de capitales o el aumento de la evasi¨®n fiscal¡±.
¡°Somos conscientes de los beneficios que proporciona el modelo franc¨¦s y el ambiente europeo al cual estamos vinculados y a cuya preservaci¨®n deseamos contribuir¡±, dec¨ªan los millonarios solidarios, que a?ad¨ªan: ¡°Es necesario un esfuerzo global de reforma, tanto sobre los gastos como sobre los ingresos¡±, dado que ¡°el d¨¦ficit y las perspectivas de agravaci¨®n de la deuda p¨²blica amenazan el porvenir¡±.
Sarkozy instaur¨® una contribuci¨®n especial para los m¨¢s favorecidos
La carta la firmaban, entre otros presidentes de empresas, los de Veolia, Accor, Publicis, Total, Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, Danone, Orange, Volvo, Meetic, Air France-KLM, y PSA Peugeot-Citro?n. La crema del ¨ªndice CAC40. Le Monde test¨® su opini¨®n, y la contestaci¨®n fue: ¡°?C¨®brennos! (pero una cosa razonable)¡±.
Es sabido que en esta lista de potentados con ganas de arrimar el hombro no figura el hombre m¨¢s adinerado del pa¨ªs, Bernard Arnault. Una posible raz¨®n de la ausencia del presidente de LVHM, la cuarta fortuna del mundo seg¨²n Forbes, con un patrimonio estimado entre los 21.000 millones de euros y los 32.000 millones, es que aquella carta iba destinada a Sarkozy, de quien es buen amigo.
Lo cierto es que Arnault ha esperado un poco m¨¢s para manifestarse, y cuando lo ha hecho no ha sido para pedir al Gobierno que le cobre m¨¢s. El empresario, de 63 a?os, ha provocado un terremoto al admitir que es cierto que ha solicitado la nacionalidad belga, a?adiendo que no lo hace para exiliarse fiscalmente sino ¡°para desarrollar negocios all¨ª¡±. Pocos le han cre¨ªdo, porque el grupo Arnault posee ya una filial en B¨¦lgica, y porque su tendencia a marcharse cuando vienen mal dadas no es nueva. Tras la victoria de Fran?ois Mitterrand, el 10 de mayo de 1981, Arnault se march¨® a EE UU y estuvo tres a?os fuera. Muchos otros, asustados ante la llegada ¡°de los comunistas¡±, desfilaron hacia Suiza con los ahorros en el maletero. El miedo a la voracidad impositiva de la izquierda es un cl¨¢sico en el Hex¨¢gono. Igual que en Italia y Espa?a, como bien sab¨ªan y contaron Azcona y Berlanga.
¡°?C¨®brennos! (pero una cosa razonable)¡±, dijeron muchos millonarios
¡°Es un sismo pol¨ªtico, pero no un evento fiscal, porque Arnault sigue viviendo en Francia y paga sus impuestos aqu¨ª¡±, recuerda Philippe Bruneau, presidente del C¨ªrculo de los Fiscalistas. Para engrosar las listas de los exiliados fiscales, Arnault deber¨ªa cambiar su domicilio. De momento, ya dispone de una vivienda en las afueras de Bruselas desde finales de 2011. Otra posibilidad, puramente especulativa, recuerda Bruneau ¡ªy ¡°opci¨®n extrema¡±¡ª ser¨ªa que renunciara a la nacionalidad francesa, lo cual le permitir¨ªa instalarse en M¨®naco. Algo que los franceses no pueden hacer desde 1962.
Aquel a?o, en un esfuerzo por luchar contra el dumping fiscal, el general De Gaulle oblig¨® al pr¨ªncipe Rainiero de M¨®naco ¡ªlleg¨® a amenazarle con cortarle la luz¡ª a firmar una convenci¨®n que cerr¨® las puertas del para¨ªso fiscal a los franceses: aunque residan en el Principado, siguen sometidos al fisco galo.
La historia del due?o de las maletas Louis Vuitton es quiz¨¢ la m¨¢s llamativa, pero es muy parecida a la de cientos, quiz¨¢ miles de franceses. Aparte de M¨®naco, Francia es un pa¨ªs rodeado de para¨ªsos fiscales: Suiza, B¨¦lgica, Luxemburgo, Reino Unido. Se calcula que unas 4.000 grandes fortunas francesas han elegido ya domicilio fiscal en B¨¦lgica, donde la fiscalidad es m¨¢s indulgente. En Suiza se encuentran sobre todo las grandes fortunas y deportistas, donde tributan una tasa calculada en funci¨®n del valor de su vivienda y no de los ingresos, y con un m¨ªnimo establecido en funci¨®n del cant¨®n. Tres cantones ya han abolido esos privilegios, y, de aqu¨ª a fin de a?o, Berna y Ginebra decidir¨¢n si hacen lo mismo en refer¨¦ndum. Seg¨²n el diario suizo Le Temps, de las 6.000 personas que se acogen al forfait fiscal, unos 2.000 son franceses.
En Suiza se tributa
en funci¨®n del valor de
la casa y el cant¨®n
El Reino Unido, donde la fiscalidad sobre el trabajo es m¨¢s ligera que en Francia, es tambi¨¦n uno de los destinos clave, sobre todo de emprendedores, que se encuentran adem¨¢s con menos trabas burocr¨¢ticas. Londres se llama en Par¨ªs ¡°la sexta ciudad francesa¡± por sus m¨¢s de 250.000 residentes, y el premier David Cameron ha ironizado con la famosa tasa Hollande diciendo que pondr¨¢ ¡°la alfombra roja¡± a los exiliados franceses.
El impuesto del 75% para las rentas superiores al mill¨®n de euros, anunciada por Hollande durante la campa?a de la pasada primavera cuando Sarkozy se le acercaba en los sondeos, ha suscitado un debate muy animado. A la oposici¨®n de los deportistas y los artistas ¡ª ¡°el 75% es demasiado¡±, dijo la actriz Catherine Deneuve¡ª, que afirmaron que sus cortas y azarosas carreras no merec¨ªan una exhibici¨®n de patriotismo tan cara (salvo Yannick Noah, un exiliado a Suiza luego arrepentido que se dijo encantado de poder pagarla), se sumaron enseguida los t¨¦cnicos en la Constituci¨®n, que se?alaron el peligro de que la norma sea anticonstitucional por no respetar el criterio de igualdad.
¡°El caso Arnault es el ¨¢rbol que esconde el bosque y es una pena esta focalizaci¨®n sobre ¨¦l porque evita hablar del verdadero problema¡±. Bruneau resalta que se calcula que anualmente hay entre 700 y 800 franceses que abandonan el pa¨ªs por motivos fiscales y ¡°que se van con su capital y tambi¨¦n con sus cerebros¡±. El fen¨®meno del exilio fiscal se ha democratizado mucho desde finales de los a?os noventa y acelerado a principios de la ¨²ltima d¨¦cada, con las facilidades de movilidad que aportan las nuevas tecnolog¨ªas y el transporte. ¡°El verdadero problema no son tanto las grandes fortunas como los jefes de peque?as y medianas empresas de provincia, con decenas de miles de euros, que deciden abandonar el pa¨ªs porque la fiscalidad es demasiado alta¡±, asegura.
El exilio fiscal tambi¨¦n
afecta a jefes de peque?as
y medianas empresas
El fen¨®meno podr¨ªa amplificarse en funci¨®n de los retoques que realicen el Gobierno y el Parlamento sobre los presupuestos para 2013, que empiezan a tramitarse ahora y estar¨¢n listos a finales de mes. ¡°Conozco casos de personas que ya han optado por exiliarse este verano, pero sobre todo hay muchos que est¨¢n consultando y esperando a ver el detalle de las subidas de impuestos para tomar una decisi¨®n¡±, explica Bruneau.
Para luchar contra el exilio fiscal ¡°necesitamos una verdadera pol¨ªtica europea¡±, explica Thierry Pech, director del mensual Alternatives ?conomiques, en una entrevista al diario Lib¨¦ration. ¡°Resulta extra?o haber redactado el nuevo tratado de estabilidad sin acompa?arlo de verdaderas medidas de armonizaci¨®n fiscal. En un momento en que los europeos buscan nuevas herramientas de solidaridad presupuestaria, las diferencias de trato sobre este tema crean una competici¨®n en la zona euro y m¨¢s all¨¢. Por lo tanto, el problema de la evasi¨®n fiscal en nuestras fronteras seguir¨¢¡±.
¡°La mejor manera de solucionar el problema ser¨ªa hacer como Estados Unidos y gravar a los ciudadanos en funci¨®n de su nacionalidad y no de su domicilio¡±, avanza. Sarkozy ya avanz¨® esta idea durante la campa?a. ¡°Permitir¨ªa por una parte acabar el dumping fiscal en Europa y recuperar a los exiliados all¨ª donde est¨¦n¡±, apunta. ¡°No ser¨¢ f¨¢cil, habr¨¢ que negociar con los pa¨ªses en cuesti¨®n, como B¨¦lgica, pero creo que va en el sentido de la historia¡±.
Una soluci¨®n ser¨ªa gravar por la nacionalidad y no por el domicilio
Finalmente, el Gobierno ha revisado a la baja la tasa del 75%, limit¨¢ndola a los ingresos del trabajo, dejando fuera a los del capital, que ya est¨¢n tasados por el Impuesto sobre la Fortuna, y limit¨¢ndola a un plazo de dos a?os ¡°si todo va bien¡±. Hollande ha afirmado que ¡°no se trataba de buscar recursos complementarios, sino de dar ejemplo, de que los que tienen m¨¢s puedan decir: ¡®Hacemos un acto c¨ªvico¡±.
La medida afectar¨¢ finalmente a unos 2.000 o 3.000 contribuyentes. Un s¨ªmbolo de equidad y justicia en un momento dif¨ªcil. Muchos franceses podr¨¢n, as¨ª, seguir con la tradici¨®n de odiar a los ricos. ¡°No los soportamos desde la Revoluci¨®n¡±, dice Maider, profesora de espa?ol en un colegio. ¡°Es un hecho que no nos gustan los ricos, si no, ?c¨®mo explicar la portada de Lib¨¦ration contra Arnault? ?En qu¨¦ pa¨ªs se puede imaginar?¡±, se indigna el asesor fiscal.
Se refiere a la portada del diario de este lunes, en el que se invitaba al empresario a irse con el provocativo titular: L¨¢rgate, rico capullo. El diario de la familia Rothschild ¡ªque apreci¨® el ¡°golpe de marketing¡±¡ª jugaba con la frase pronunciada por Sarkozy en una feria agr¨ªcola, cuando le solt¨® a un ciudadano que no le quer¨ªa dar la mano: ¡°L¨¢rgate, pobre capullo¡±.
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