Una pel¨ªcula para derribar la escuela

?Y si el problema de la escuela no es c¨®mo ense?ar m¨¢s matem¨¢ticas, m¨¢s lengua o m¨¢s ingl¨¦s, repetir curso o no? ?Y si se trata de un problema de ra¨ªz, de que la escuela, tal y como est¨¢ concebida, dividida y fragmentada por edades y por materias estancas, no funciona, con sus ex¨¢menes que acaban condicionando unas ense?anzas anacr¨®nicas y alejadas de la realidad, aburridas y artificiales? ?Y si la escuela inventada en la era industrial para dar unas instrucciones m¨ªnimas y la transmisi¨®n de una cultura b¨¢sica, simplemente ya no sirve en la era de Internet? Y no solo eso, ?y si encima est¨¢ matando la creatividad de los ni?os?

En el documental dirigido por el argentino Germ¨¢n Doin y titulado La educaci¨®n prohibida se da una respuesta afirmativa a todas esas preguntas: seg¨²n decenas de expertos de varios pa¨ªses latinoamericanos, incluido Espa?a, la escuela no sirve y hay que cambiarla, hay que derribarla para empezar de cero. ¡°Si no estuvi¨¦ramos haciendo las cosas como las estamos haciendo porque siempre las hicimos as¨ª, ?c¨®mo las har¨ªamos hoy?¡±, dice en la pel¨ªcula el director de escuela Gin¨¦s del Castillo.

El director del filme, de 24 a?os, busca ampliar el debate educativo

Sobre todo, cuenta por tel¨¦fono el joven director de 24 a?os, la pel¨ªcula trata de trasladar a toda la sociedad el debate que durante d¨¦cadas ha estado vivo, dentro de los ¨¢mbitos educativos acad¨¦micos, con unos postulados que cuentan con tantos entusiastas defensores como aguerridos detractores que no ven m¨¢s que ch¨¢chara e ilusas alternativas al modelo actual.

De momento, parece que ese primer objetivo de extender el debate va por buen camino: desde que se estren¨® el pasado 13 de agosto, se ha visto 2,2 millones de veces en la p¨¢gina web oficial y 3,6 millones en YouTube; ha tenido m¨¢s de 229.000 descargas, y se ha proyectado o se va a proyectar en 712 pantallas de todo el mundo. El proyecto se ha financiando con aportaciones voluntarias a trav¨¦s de la Red (crowdfunding) y se ofrece su resultado de forma libre bajo la idea del copyleft. Una licencia libre es copyleft cuando adem¨¢s de otorgar permisos de uso, copia, modificaci¨®n y redistribuci¨®n de la obra protegida, contiene una cl¨¢usula que impone una licencia similar a las copias y obras derivadas.

Richard Gerver: ¡°Es
la clase de provocaci¨®n que necesitamos¡±

Adem¨¢s de fomentar la discusi¨®n, Doin y su equipo buscan dar a conocer las propuestas alternativas a ese modelo mayoritario de escuela, muchas veces, asegura, marginadas y poco conocidas: desde el m¨¦todo Montessori, Waldorf, la pedagog¨ªa Sist¨¦mica o democr¨¢tica, la libertaria, incluso la educaci¨®n en casa (esta ¨²ltima est¨¢ prohibida en algunos pa¨ªses, entre ellos Espa?a). En general, la idea es rechazar una escuela igualadora (todos los ni?os a cierta edad deben saber unas ciertas cosas), r¨ªgida, que impone ideas y educa en una competencia feroz, para proponer otra centrada ¡°en el amor y en los v¨ªnculos humanos¡±, en respeto hacia los ni?os y las experiencias vivenciales.

Pero a mucha gente todo esto les puede sonar a chino, a ch¨¢chara vac¨ªa: ¡°Me he visto la primera media hora o as¨ª y lo he dejado por aburrimiento. A primera vista, parece pura demagogia con muy poca chicha¡±, dice el economista del CSIC y de la Aut¨®noma de Barcelona ?ngel de la Fuente, que ha hecho muchos trabajos en el ¨¢mbito educativo. Sin embargo, el tambi¨¦n economista en la Universidad de Barcelona, con amplia trayectoria en la investigaci¨®n educativa, Jorge Calero, cree que ¡°la pel¨ªcula marca un camino y creo que es un buen camino¡±. ¡°Me ha gustado mucho en el fondo y en la forma. Creo que son muy necesarias estas aproximaciones. Y muy interesante el proceso de producci¨®n, financiaci¨®n y distribuci¨®n¡±, a?ade.

Algunos docentes
creen que se ataca injustamente la ense?anza p¨²blica

Lo cierto es que la pel¨ªcula ha causado una gran controversia, sobre todo, en Argentina, sede de la producci¨®n. All¨ª, muchos docentes la han tachado de injusta con la escuela p¨²blica, ya que insiste mucho en el autoritarismo escolar. Adem¨¢s, debajo de una fachada libertaria, ven un aut¨¦ntico apoyo a la educaci¨®n privada que en el fondo abraza los postulados neoliberales de la libertad de elecci¨®n de centro. Sin contar, claro, con aquellos padres que no quieren o¨ªr hablar de educaciones emocionales y desarrollos de la personalidad, sino de sistemas en los que sus hijos aprendan a calcular muy bien, a leer y escribir mejor que sus compa?eros, las reglas de la f¨ªsica, la historia y la geograf¨ªa que les ense?aron a ellos.

Si, como defienden expertos como los del Colectivo Lorenzo Luzuriaga, la escuela p¨²blica, plural y laica que no separe es la ¨²nica que puede garantizar la cohesi¨®n social, cultural y territorial de un pa¨ªs, es evidente que cada vez esa instituci¨®n encontrar¨¢ m¨¢s dificultades para dar respuesta en un solo espacio a aspiraciones cada vez m¨¢s diferentes de unos y otros padres.

El especialista brit¨¢nico Richard Gerver lleva a?os haciendo cr¨ªticas muy parecidas a las que se ven en el documental, y cuando se le plantea esta cuesti¨®n de las distintas aspiraciones de los padres, suele contestar que, aunque no sepan muy bien c¨®mo tiene que ser para que funcione, cada vez m¨¢s familias tienen la firme impresi¨®n de que el sistema hoy no est¨¢ funcionando. ¡°Creo que La educaci¨®n prohibida contiene la clase de provocaci¨®n que necesitamos para desviar el debate desde los sistemas y las estructuras hacia la ense?anzas y los aprendizajes necesarios para preparar a los ni?os para los desaf¨ªos del futuro. No tiene ning¨²n sentido dise?ar un sistema pensando en los desaf¨ªos de hoy y creo que esta pel¨ªcula enciende el debate, aunque en realidad lo que tenemos es que dejar de hablar y empezar a actuar¡±, escribe Gerver por correo electr¨®nico.

Tambi¨¦n es cierto, en todo caso, que probablemente puede suscitar mucho m¨¢s acuerdo la parte de las cr¨ªticas contenidas en el documental que la de las alternativas, donde siempre acecha el vac¨ªo, la pregunta de si alguno de esos m¨¦todos dispersos (hoy en escuelas privadas, aunque excepcionalmente en algunas concertadas e incluso alg¨²n instituto p¨²blico) podr¨ªa generalizarse y conformar un nuevo sistema. O la pregunta del padre pragm¨¢tico que, ante las teor¨ªas de seguir los deseos y las motivaciones y la creatividad del ni?o, dice: muy bien, eso es muy bonito, pero para ser ingeniero hay que saber muchas matem¨¢ticas.

Doin responde: su apuesta es por el debate y por la libertad, no por una f¨®rmula cerrada, y admite que muchas de las ideas ¡°nuevas¡± que aporta ya se aplican en numerosos colegios. En la pel¨ªcula, el m¨¦dico y psicoterapeuta argentino Carlos G. Wernicke habla de la eterna dicotom¨ªa entre la pedagog¨ªa de izquierdas (adaptar la escuela al ni?o) y la de derechas (el ni?o a la escuela): ¡°Probablemente la respuesta est¨¢ en alg¨²n lugar en el medio¡±.

El especialista y exministro de Educaci¨®n argentino Juan Carlos Tedesco pide cuidado para no derribar todo un sistema sin tener clara la alternativa y da la vuelta a la cuesti¨®n: si durante tantos a?os todas esas alternativas no han cuajado y no se han generalizado, quiz¨¢ es que, en verdad, hay algo en ese sistema tan denostado que realmente funciona.

El a?o pasado, en un art¨ªculo publicado en la revista Escuela, cuestionaba incluso la idea de que todas esas teor¨ªas fueran alternativas, pues son en realidad el discurso dominante en los ¨¢mbitos acad¨¦micos: ¡°Desde hace ya varias d¨¦cadas, la literatura utilizada en las universidades y en los centros de formaci¨®n docente est¨¢ basada en l¨ªneas te¨®ricas que cuestionan las jerarqu¨ªas tradicionales, promueven la necesidad de la innovaci¨®n y el cambio, reivindican el papel de la dimensi¨®n local frente a los poderes centrales y, como sucede en el conjunto de las ciencias sociales, suelen ser muy cr¨ªticas con el orden social dominante¡±, escribe.

De hecho, dedica el art¨ªculo a cuestionar algunos de los postulados que considera que se han convertido en lugares comunes educativos, por ejemplo, la idea de las bondades de la libertad y la descentralizaci¨®n frente a la imposici¨®n de modelos ¨²nicos y homogeneizadores, la falta de pertinencia de los contenidos y de participaci¨®n. Todas esas cosas, seg¨²n los contextos, pueden significar avances y mejoras ¡°o, al contrario, pueden estar asociadas a mayor fragmentaci¨®n, desigualdad, privatizaci¨®n, aislamiento cultural o, mucho peor, control cultural o pol¨ªtico tradicional¡±, advierte Tedesco.

Tambi¨¦n alerta contra el continuo reformismo y contra el rechazo a toda la tradici¨®n pedag¨®gica sin una parte de la cual es imposible que ning¨²n cambio sea efectivo en la escuela.