Hacia dispositivos m¨¦dicos electr¨®nicos que se reabsorben
Investigadores crean un aparato que libera f¨¢rmacos y desaparece cuando ya no hace falta
Parece ir a contracorriente, pero puede suponer un importante avance en algunos casos: se trata no ya de conseguir dispositivos m¨¦dicos que, una vez que se implantan, duran para siempre, sino de todo lo contrario: fabricarlos con fecha de caducidad, pero que se eliminen solos. Y en esto es en lo que trabajan investigadores de la Universidad de Illinois dirigidos por Hwang Suk-won Hwang (no confundir con Hwang Woo-suk, el falso clonador de embriones humanos).
En concreto, el trabajo que publica Science consiste en un aparato para dispensar un bactericida en una herida en un rat¨®n. Con el tiempo (a las tres semanas), apenas quedaban restos del aparto.
Esta es una de las posibles aplicaciones de estos aparatos, pero hay m¨¢s. Por ejemplo, los que se utilizan para ayudar a soldar a las fracturas, o algunos que se implantan, con algunos cat¨¦teres. De hecho, ya hay trabajos de este tipo, pero el avance en este caso es que no se trata de aparatos pasivos, sino que incluyen un circuito. Es decir, van m¨¢s all¨¢ e incorporan electr¨®nica, no solo mec¨¢nica.
La mayor dificultad est¨¢ en asegurar el tiempo de funcionamiento
La base del trabajo est¨¢ en el uso de materiales que son inocuos para el organismo y que, a la vez, este los puede disolver. En este caso se utilizaron circuitos fabricados con seda, que lo encapsula, finas l¨¢minas de silicio poroso y electrodos de magnesio, productos todos ellos que se pueden disolver o reabsorber. John Rogers, del equipo investigador, afirma que de todos estos, el m¨¢s complicado es el silicio. De una manera natural, se disuelve muy lentamente. Por eso en este caso la estructura de las l¨¢minas es fundamental, ya que permite conseguir un entramado con menos concentraci¨®n de material pero con la consistencia suficiente.
En este experimento, se utiliz¨® un sistema sencillo de control: se trataba de productos que se degradan poco a poco solo con el contacto de ¡°los fluidos biol¨®gicos¡±, dicen los autores, (agua b¨¢sicamente). Pero los investigadores ya advierten de que hay otras posibilidades, como hacerlo con radiaci¨®n, cambios de pH (el ¨ªndice de acidez) o con calor. Porque uno de los problemas de estos productos es que se inutilicen antes de tiempo. Por eso, John Rogers, del equipo investigador, explica que puede tratarse de productos que se disuelvan de manera natural, o que se pueda activar el proceso, bien introduciendo un control en el propio circuito, bien modificando factores externos. Otra opci¨®n es recubrir los dispositivos de un material del que se sepa la resistencia al entorno, de manera que as¨ª se asegure la integridad del dispositivo durante el tiempo necesario. Es lo que probaron con el hilo de seda.
Adem¨¢s, este tipo de aparatos tendr¨¢n otra ventaja: evitar¨¢n la contaminaci¨®n por sus componentes o que haya que reciclarlos, y, en el caso de que hubiera que retirarlos, esa parte del proceso de curaci¨®n se elimina.
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