La Ley de Dependencia apenas ha impulsado las plazas en geri¨¢tricos
La cobertura que dan las residencias ronda los niveles de 2006, pero s¨ª ha habido un trasvase de dinero p¨²blico al sector privado mediante conciertos
Lleg¨® la ley y lleg¨® la crisis. Eso es lo que le ha pasado al sistema de dependencia, que apenas entr¨® en vigor la norma ya asomaba la recesi¨®n econ¨®mica. Esa es una explicaci¨®n, aunque hay m¨¢s, que responde al escaso florecimiento de los servicios profesionales de atenci¨®n a los dependientes, que debieron haber experimentado un auge al amparo del nuevo derecho de los ciudadanos. Pues no, las plazas de residencia crecen a un ritmo similar al de a?os atr¨¢s, y lo mismo con los centros de d¨ªa. En el caso de la ayuda a domicilio es peor a¨²n: el n¨²mero de usuarios atendidos crece cada a?o menos que el anterior.
?Entre 2007 y 2008, los dos primeros a?os de la ley, el n¨²mero de plazas experiment¨® un incremento de un 5,3%, apenas un punto m¨¢s que entre 2006 y 2007. Los a?os siguientes, hasta 2010, la variaci¨®n apenas se ha movido unas d¨¦cimas. No es de extra?ar, por tanto, que la cobertura que presta este servicio (n¨²mero de plazas por cada 100 ciudadanos mayores de 65 a?os, que as¨ª se mide) siga rondando la misma cifra que en 2006: entonces era un 4 y ahora un 4,56. La recomendaci¨®n de la OMS es de 6 plazas por cada 100 ciudadanos que pasan de 65 a?os.
Pr¨¢cticamente lo mismo ha ocurrido con los centros de d¨ªa: 63.446 plazas ten¨ªan en 2008 y 81.390 en 2010. Ese crecimiento no ha impedido que la cobertura a la poblaci¨®n apenas haya pasado de un 0,83 a un 1,01.
La ayuda a domicilio crece cada a?o a un ritmo m¨¢s mortecino
Los datos de la ayuda a domicilio (unas horas al mes de asistencia en el hogar propio) son a¨²n peores: crecen los usuarios atendidos, pero cada a?o a un ritmo m¨¢s mortecino. Entre 2002 y 2003 crecieron en un 39%. Entre 2009 y 2010 apenas un 0,2%. La tendencia, a?o a a?o, no deja lugar a dudas. Y no cabe buscar una explicaci¨®n en que se ha llegado a un momento de estabilidad, porque hay cerca de 240.000 personas en lista de espera.
Todos estos datos, que se paran en 2010, pertenecen al informe sobre servicios sociales para personas mayores que hac¨ªa p¨²blico el Gobierno cada dos a?os. En 2010 no se public¨®, ni en 2011. Y este a?o, en pleno verano, ha aparecido en la p¨¢gina web del Imserso, sin mayor publicidad. El de 2008 ten¨ªa cerca de 500 p¨¢ginas, este 67. La estad¨ªstica en servicios sociales, comunidades aut¨®nomas mediante, nunca ha sido un cap¨ªtulo notable. Sin ser exhaustiva, sin embargo, permite atisbar la poca repercusi¨®n que ha tenido la ley en los servicios profesionales. En las residencias se ha notado, eso s¨ª, un esfuerzo de las Administraciones, aunque desigual por territorios. Se ha trasvasado dinero p¨²blico a las residencias privadas para que cualquier anciano pueda entrar en ellas. Son los llamados conciertos, subvenciones para convertir en p¨²blicas las plazas privadas. Mientras las plazas p¨²blicas perd¨ªan peso entre 2008 y 2010 (de un 2,3% de incremento a un 1%), las p¨²blicas lo ganaban (de un 8,8% a un 9,4%) v¨ªa conciertos, sobre todo. A pesar de ello, los empresarios no han dejado en ning¨²n momento de expresar su malestar por el dise?o y la deriva de la ley, una ¡°norma de subsidios, no de servicios profesionales¡±, suelen decir.
En parte tienen raz¨®n, porque la prestaci¨®n econ¨®mica para que un familiar cuide al anciano en casa ha sido la reina de las ayudas concedidas, y eso que se concibi¨® como algo excepcional. De 776.000 personas atendidas, 440.000 tienen una de estas ayudas, ahora muy mermada, como m¨ªnimo un 15% menos.
La cobertura en residencias ha pasado de 4 a 4,5 desde 2006
¡°No nos enga?emos¡±, dice un empresario que no quiere dar su nombre, ¡°un uso masivo de las residencias es para pa¨ªses con pleno empleo y una fuerte incorporaci¨®n de la mujer al mundo laboral. Tampoco es cierto que hayan estado sacando en masa a los ancianos de las residencias para llev¨¢rselos a casa ahora con la crisis, es que han dejado de entrar y, adem¨¢s, este colectivo presenta un 25% de bajas anuales, que en la mayor¨ªa de las comunidades no se cubren con nuevas entradas. En Castilla-La Mancha muchas plazas se est¨¢n amortizando. Las deudas con los empresarios son fuertes, o no se les pagan los conciertos o se les paga mal¡±, dice. ¡°Pero tambi¨¦n es cierto que todos nos tenemos que apretar el cintur¨®n. En Castilla y Le¨®n y Andaluc¨ªa se ha llegado a un acuerdo para rebajar el precio de los conciertos alrededor de un 10% y un 15%¡±, dice.
¡°La ley no ha supuesto una mejora sustancial en las atenciones a las personas en situaci¨®n de dependencia¡±, lamenta el presidente de la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez. ¡°La mejora de cobertura en residencias no procede de los esfuerzos e inversi¨®n de la iniciativa privada. Solo desde la inversi¨®n p¨²blica se ha logrado esta mejora¡±, afirma. ¡°Los recortes actuales hacen prever que estas prestaciones solo se mantendr¨¢n para quien pueda complementar las ayudas p¨²blicas con sus propios medios econ¨®micos. Y no hay que descartar una regresi¨®n destructiva de este sector en el ¨¢mbito privado-concertado ante la falta de pago por parte de las Administraciones. Es posible que se asista a la paradoja del cierre de empresas mientras existe una demanda potencial enorme¡±, a?ade.
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