La doble crisis del campo
La brecha entre mundo rural y urbano se ensancha por los recortes Una aldea acusa mucho m¨¢s que una ciudad los ajustes en servicios sociales consolidados hace d¨¦cadas La sangr¨ªa de poblaci¨®n hacia las cabeceras de comarca ya es una realidad
Los recortes de servicios, justificados como inevitables por la crisis econ¨®mica, est¨¢n entrando como una cu?a entre el mundo rural y el urbano. Esa brecha, que nunca se cerr¨® del todo, corre ahora el riesgo de profundizar en abismos superados hace d¨¦cadas. El paro agr¨ªcola no deja de crecer y los presupuestos presentados para 2013 clavan la puntilla en partidas destinadas a la modernizaci¨®n y el desarrollo rurales. En territorios que ya soportan importantes carencias, estos recortes tienen una incidencia muy especial. Ocurre, por ejemplo, con el transporte escolar: no es lo mismo poner trabas a este servicio en una ciudad, que dispone de autobuses de l¨ªnea o metro, que hacerlo en los pueblos, donde esta decisi¨®n puede dejar en casa definitivamente a cientos de potenciales bachilleres.
En Extremadura pelean por esa conquista, que all¨¢ donde no se ha perdido est¨¢ zozobrando: ¡°Eliminar la gratuidad del transporte afecta en esta regi¨®n a unos 6.000 alumnos de bachillerato y FP, sobre todo de los pueblos. El asunto todav¨ªa no se ha resuelto, pero las familias est¨¢n desconcertadas. Esto es un ataque a la educaci¨®n p¨²blica y constituye una desigualdad manifiesta para los chicos de campo frente a los de las ciudades¡±, sostiene Joaquina L¨®pez, presidenta de Ceapa-Extremadura, la asociaci¨®n mayoritaria de padres de alumnos.
Restringir el autob¨²s escolar puede dejar en casa a potenciales bachilleres
Muchos de estos ejemplos son coincidentes en otras comunidades aut¨®nomas, con modalidades diversas. Es el caso de las escuelas rurales, por seguir con la educaci¨®n. Este a?o, las familias de Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y Le¨®n han secundado protestas por la desaparici¨®n de estos centros o la reuni¨®n en ellos de m¨¢s alumnos de distintas edades de los que se pueden atender con profesionalidad. 13 alumnos siguen sin escolarizar en Ca?ada del Hoyo (Cuenca) ¡°porque la Administraci¨®n quiere trasladarlos a Carboneras, un pueblo a 18 kil¨®metros y dos puertos de monta?a. Dicen que con 11 chicos se puede mantener la escuela, pues nosotros tenemos 13¡±, se queja Jos¨¦ Dionisio B¨¦jar. ¡°Se te quitan las ganas de vivir en un pueblo. Yo soy agricultor y no descarto irme a Cuenca a vivir y ser yo el que se traslade al campo por las ma?anas¡±, a?ade.
Paco Vallejo ha dejado su pueblo, San Pedro Manrique (Soria) y se ha ido a la capital de la provincia. Durante a?os hubo una pr¨®rroga para que los alumnos de primer ciclo de la ESO permanecieran en los pueblos. Ese plazo se ha acabado y Paco, su mujer y su hija se han marchado. Ahora es ¨¦l el que viaja hasta el pueblo cada ma?ana, a 45 kil¨®metros y un puerto de monta?a mediante. Comparte una explotaci¨®n agr¨ªcola y ganadera con sus hermanos. ¡°Vivir en Soria supone un desarraigo de la familia, ya no los veo como antes. Tampoco veo el ahorro, porque a los chicos hay que pagarles el alojamiento en la capital y transportarles los fines de semana¡±. Opina que las consecuencias se ver¨¢n a largo plazo ¡°porque aquellos j¨®venes que quieran quedarse en los pueblos pensar¨¢n que para qu¨¦, si dentro de unos a?os tendr¨¢n que dejarlos por los estudios de sus hijos¡±.
Si se van los ni?os se muere el pueblo, repiten muchos. Por esa v¨ªa las aldeas est¨¢n sufriendo una sangr¨ªa de poblaci¨®n propia de las ¨¦pocas de emigraciones. Las mejores comunicaciones trasladan ahora a la gente a las cabeceras de comarca, a la ciudad m¨¢s cercana, donde tienen de todo, clases de m¨²sica o de ballet, idiomas para sus hijos, centros de d¨ªa para los ancianos... La crisis tiene una doble cara en el mundo rural: por un lado est¨¢ devolviendo a los pueblos a familias que se ahogaban en las ciudades, perdido el empleo, pagando guarder¨ªas... Pero, por otro, est¨¢ dejando en el esqueleto ciertos servicios consolidados hace lustros.
¡°No descarto irme a Cuenca y ser yo el que venga al campo¡±, dice un agricultor
25 a?os atr¨¢s, en Ayll¨®n (nordeste de Segovia) no hab¨ªa ni consultorio m¨¦dico. ¡°Mujeres de todo signo pol¨ªtico viajaron a la capital de provincia para pedirlo y se encerraron all¨ª dos semanas, con todo el fr¨ªo del invierno. Lo consiguieron¡±, hace memoria Sonia Castro, que ahora es portavoz de la Plataforma contra la Degradaci¨®n Sanitaria en el Medio Rural. Hace m¨¢s de una d¨¦cada aquellos servicios se ampliaron con un dispensario de urgencias que ahora ha perdido las guardias nocturnas: ¡°De 10 de la noche a ocho de la ma?ana ya no hay urgencias. El centro m¨¢s cercano es Riaza, a 25 kil¨®metros y un ¨²nico m¨¦dico ha de cubrir all¨ª urgencias para 6.000 habitantes de 51 pueblos¡±, a?ade Castro.
A los puertos de monta?a y las dificultades de las carreteras secundarias, a la nieve y el fr¨ªo, los habitantes de los pueblos a?aden siempre un detalle: la poblaci¨®n envejecida, que requiere servicios m¨¦dicos cercanos. ¡°Y lo m¨¢s gracioso es que a este recorte lo llaman reorganizaci¨®n¡±, se queja con sorna Castro.
A principios de los noventa, ya ha llovido, nacieron los grupos de acci¨®n local, para dinamizar los pueblos y buscar el equilibrio con los centros urbanos. ¡°Se buscaba un desarrollo arm¨®nico, integral y cohesionado. Despu¨¦s, en 2007, vino la ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, que ha pasado de un total de 200 millones en 2011 a los 20 presupuestados este a?o, ?qu¨¦ se puede hacer con eso?¡±, pregunta Francisco Gonz¨¢lez, diputado socialista de Asturias responsable de Desarrollo Rural. Gonz¨¢lez, que tambi¨¦n ha sido representante de los pueblos peque?os en el Consejo Nacional de Desarrollo Rural, opina que lo que est¨¢ ocurriendo con los pueblos es ¡°una tomadura de pelo¡±. ¡°Es cierto que el 90% es territorio rural, donde solo vive el 20% de la poblaci¨®n, pero vivir en el mundo rural no es una circunstancia, es un derecho y tambi¨¦n lo son la sanidad o la educaci¨®n; otra cosa es que se quiera recortar en el horario de la piscina¡±, se?ala.
Las compensaciones por vivir cerca de parques nacionales han desaparecido
Gonz¨¢lez menciona la paradoja de pueblos y aldeas ¡°que est¨¢n sirviendo de refugio a familias que retornan por la crisis mientras lo rural sigue perdiendo protagonismo¡±. ¡°El salto en las rentas de las ¨²ltimas d¨¦cadas no fue arm¨®nico entre la ciudad y el campo, pero ahora corre el riesgo de acentuarse a¨²n m¨¢s¡±, aventura.
A las personas de pueblo se les ha pedido que cuiden el medio ambiente para disfrute de domingueros y turistas, pero ?qu¨¦ se les da a cambio? Las aldeas en los entornos de los parques nacionales recib¨ªan fondos de compensaci¨®n por limitar sus actividades sobre la tierra y la fauna en pro del turismo ecol¨®gico. Pero esas compensaciones por mantener intactos espacios de fuerte protecci¨®n tambi¨¦n han desaparecido del presupuesto reci¨¦n presentado.
Montserrat Corti?as, vicesecretaria general de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA) se muestra indignada. ¡°Es humillante. Vamos a la despoblaci¨®n m¨¢s absoluta y todav¨ªa tenemos que escuchar el eterno mensaje de lo bien que se vive en los pueblos y lo subsidiados que est¨¢n los agricultores y ganaderos. No nos ven ni como ciudadanos¡±, dice. ¡°?ltimamente detecto mensajes aqu¨ª y all¨¢ que son como una llamada a la Espa?a at¨¢vica: ¡®Aguantad, que las mujeres rurales sab¨¦is lo que es sufrir¡¯. Pues s¨ª, pero es que no queremos sufrir¡±, a?ade.
Un diputado dice: ¡°Y, mientras, sube el presupuesto para la Iglesia cat¨®lica¡±
La UPA ha diseccionado los presupuestos para 2013 del Ministerio de Agricultura para ver, con disgusto, c¨®mo hay partidas que se quedan a cero. Otras caen en cifras sensibles, como los seguros agrarios del Estado, que se recortan en 47 millones, un 19%; o el 33% que pierde la partida de desarrollo rural, ¡°todas aquellas medidas que no son directas a la producci¨®n, sino asesor¨ªas de explotaciones, turismo, programas para la promoci¨®n de cooperativas, el avance de la mujer en el entorno rural, etc¨¦tera¡±, menciona Corti?as. M¨¢s de un 50% se reducen las ayudas para la modernizaci¨®n de explotaciones y la instalaci¨®n de j¨®venes agricultores, ¡°que les permiten buscar la independencia paterna¡±, explica Corti?as.
Desaparecen las ayudas para renovar maquinaria, que en 2011 contaba con algo m¨¢s de cuatro millones de euros. Nada se sabe tampoco de la partida para la prevenci¨®n de plagas, y el fomento del asociacionismo sufre un hachazo del 95,7%.
El campo languidece. Pero los alcaldes se resisten y algunos enarbolan unas pocas cifras: ¡°El 98% de los pueblos peque?os, de menos de 1.000 habitantes, tienen equilibrio presupuestario, es decir, o no tienen deudas o las tienen asumibles¡±, dice Fernando Rubio, alcalde de Juzbado (Salamanca). ¡°Estos datos son solo de esta provincia, pero es que Salamanca es la segunda de Espa?a con m¨¢s municipios peque?os y una gran dispersi¨®n¡±, explica. A pesar del saneamiento de las cuentas locales, Rubio se queja de injerencias de Administraciones superiores, como un nuevo menosprecio al mundo rural.
En Riaza, un ¨²nico facultativo de urgencias tiene que atender a 51 pueblos
Cita tambi¨¦n el borrador de reforma de la Ley de Bases de R¨¦gimen Local, ¡°que incluye la disminuci¨®n del n¨²mero de cargos electos; para abaratar costes, dicen, algo incomprensible en el entorno rural, donde alcaldes y concejales ejercen como voluntarios sin cobrar por su funci¨®n. Los concejales de pueblo bien sabemos qu¨¦ es salir a atender a un vecino o a arreglar la instalaci¨®n del agua de madrugada, o viajar en nuestro coche particular para lograr desarrollo para nuestro municipio...¡±, explica.
Rubio desgrana algunos problemas con los que se est¨¢n encontrando las aldeas con menos habitantes, algo que, asegura ¡°indigna a alcaldes de todos los partidos¡±. ¡°Hay una disminuci¨®n dr¨¢stica del transporte p¨²blico entre pueblos y centros comarcales y capitales de provincia (de tres viajes a la semana ahora solo van una vez). Las l¨ªneas de autobuses que atravesaban los pueblos entre Soria y Burgos se han limitado, por ejemplo¡±. ¡°Ahora solo tenemos el viaje por la ma?ana, pero no el de la tarde, as¨ª que a la gente no siempre le da tiempo a hacer lo que iban a hacer en la ciudad¡±, se queja el alcalde de Navaleno (Soria), Paulino Herrero. ¡°Cada uno puede vivir donde quiera, pero legislan igual para todos y no todos tenemos las mismas caracter¨ªsticas¡±, a?ade. ¡°En los pueblos nacen pocos ni?os, como en las ciudades, pero no veo que en las ciudades les cierren las escuelas como aqu¨ª¡±, lamenta.
El alcalde de Juzbado afirma que hay zonas en la provincia de Salamanca donde el transporte p¨²blico ha pasado de funcionar tres d¨ªas a la semana a solo un d¨ªa y se ha producido tambi¨¦n ¡°un empeoramiento del servicio de traslado a hospitales de referencia para recibir tratamientos continuos (quimioterapia, di¨¢lisis, rehabilitaci¨®n traumatol¨®gica...)¡±. La amenaza que se cierne es a¨²n mayor, porque en unos meses podr¨ªan estar pagando parte de estos traslados, que en el mundo rural son largos y pesados. ¡°En ocasiones estos pacientes deben recorrer largos trayectos hasta que se van llenando todas las plazas de la ambulancia antes de enfilar hacia el hospital¡±, dice. Y su colega, de Navaleno insiste en la idea: ¡°Yo soy funcionario de prisiones, en la c¨¢rcel hay dos m¨¦dicos, tres ATS y dos enfermeras para 170 internos; en mi pueblo, Navaleno, de 900 habitantes, no te puedes poner malo despu¨¦s de las horas de m¨¦dico por la ma?ana. Si lo haces, a Soria o a San Leonardo¡±.
¡°Legislan igual para todos y no somos iguales¡±, se?ala el alcalde de Navaleno
Son estos pueblitos los que est¨¢n acusando los golpes de los recortes, y la falta de servicios o la p¨¦rdida de ellos aboca a las mujeres a abandonarlos. La estad¨ªstica es meridiana, en las poblaciones de menos de 2.000 habitantes, cada vez vive menos gente y el ¨¦xodo es mayoritariamente femenino. Los expertos lo han estudiado recientemente. Ellas tienen m¨¢s estudios, por tanto, necesitan otros empleos donde colocarse y la falta de servicios las conduce a ciudades m¨¢s grandes. La antigua inercia de los pueblos favorec¨ªa siempre el mismo reparto de las tareas: en ellos reca¨ªa la herencia de tierras y explotaciones, en ellas, adem¨¢s del trabajo de la tierra, el cuidado de hijos y mayores. Un destino para el que las mujeres ya no est¨¢n tan disponibles como antes. Pero los recortes da?ar¨¢n m¨¢s la situaci¨®n de las que desempe?an a¨²n esas tareas. Las ayudas econ¨®micas previstas en la Ley de Dependencia precisamente para estos casos excepcionales que se dan, sobre todo, en el mundo rural, donde no siempre hay residencias de ancianos ni centros de d¨ªa, ahora se han reducido un 15%. Una medida lineal que afectar¨¢ m¨¢s en el pueblo. Esas mujeres que ten¨ªan por vez primera una ayuda por cuidar de sus ancianos y discapacitados, lo har¨¢n ahora como siempre, pr¨¢cticamente gratis.
Francisco Gonz¨¢lez, diputado asturiano, protesta as¨ª: ¡°Y mientras, sube el presupuesto para la Iglesia cat¨®lica. El medio rural va a tener que salir de procesi¨®n para que le traten tan bien como a la Iglesia¡±.
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