Mi m¨¦dico dice que me vacune, pero ¨¦l no lo hace
Solo el 30% del personal sanitario espa?ol cumple con la recomendaci¨®n de inmunizarse contra la gripe, lo que puede poner en riesgo la salud de los pacientes ?Debe obligarse por ley?
Oto?o, gripe y ?vacuna? Con el fr¨ªo de cada a?o, el mensaje se repite: mayores de 65, enfermos cr¨®nicos y profesionales sanitarios deben inmunizarse. Pero es una cantinela que muchas veces cae en saco roto. No en los disciplinados mayores, que ya se vacunan en un 57,7%, seg¨²n los datos de la campa?a pasada del Ministerio de Sanidad ¡ªlejos, sin embargo, del 75% que recomienda la Organizaci¨®n Mundial de la Salud¡ª, sino por quienes les deben aconsejar: los profesionales sanitarios, con m¨¦dicos y enfermeras a la cabeza, entre los que lo hace menos del 30%, seg¨²n los datos ofrecidos durante unas jornadas organizadas por Sanofi y la Sociedad Espa?ola de Directivos de la Salud (Sedisa) o por la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa.
Pedirles que se vacunen no es un capricho. Pero nadie se atreve a obligarles, aunque alguno lo insin¨²a. De hecho, 20 sociedades cient¨ªficas, entre ellas las de enfermer¨ªa, infecciosas, vacunolog¨ªa, pediatr¨ªa, geriatr¨ªa, urgencias, ginecolog¨ªa y primaria han promovido un manifiesto para animar a los profesionales a vacunarse.
Las causas son muchas. Por su trabajo est¨¢n m¨¢s expuestos que el resto de la poblaci¨®n al virus (hasta un 60% m¨¢s), ya que tratan con todos los enfermos. Pero es que, adem¨¢s, que uno de ellos se infecte es potencialmente m¨¢s peligroso, ya que ellos est¨¢n en contacto diario con los otros grupos de poblaci¨®n (mayores, enfermos cr¨®nicos, embarazadas) que pueden sufrir graves consecuencias si se contagian del virus. Adem¨¢s, sus bajas repercuten directamente en la atenci¨®n.
Por eso, la vacunaci¨®n del personal sanitario tiene su importancia. Aunque la gripe es una enfermedad leve para la mayor¨ªa, no lo es para los grupos m¨¢s vulnerables. Seg¨²n los datos del Grupo de Estudio de la Gripe y de la Sociedad Espa?ola de Neumolog¨ªa y Cirug¨ªa Tor¨¢cica (Separ), la gripe afecta cada a?o a entre un 5% y un 15% de la poblaci¨®n mundial y se estima que en Espa?a es la responsable directa e indirecta de entre 1.500 y 4.000 defunciones.
Estos motivos, sin embargo, no convencen a muchos. Por ejemplo, a Francisco, m¨¦dico de atenci¨®n primaria de Madrid. ¡°Llevo 21 a?os de trabajo sin vacunarme; no tengo factores de riesgo, y en este tiempo no he notado que haya enfermado m¨¢s que mis compa?eros ni que lo hayan hecho mis pacientes¡±. ¡°Ellos no viven aislados, y si van a coger una gripe, la van a coger igual en el bar o en el autob¨²s, por eso lo importante es que se vacunen ellos. Adem¨¢s, si yo no me vacuno, eso que se ahorra el sistema¡±.
La exagerada alerta decretada por la pandemia de H1N1 aument¨® los recelos
Esta opini¨®n no es universal ni much¨ªsimo menos. En algunos pa¨ªses, como Estados Unidos, la vacunaci¨®n se considera casi obligatoria en muchos Estados, y el profesional que no quiere recibir el pinchazo tiene que justificarlo (razones m¨¦dicas, religiosas o de creencias). El resultado es que la tasa de m¨¦dicos vacunados (tomados como ejemplo de la profesi¨®n sanitaria en su conjunto) multiplica por siete la espa?ola. Los datos del Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (el organismo cient¨ªfico asesor del Departamento de Salud ¡ªel ministerio¡ª estadounidense) indican que el a?o pasado se vacunaron el 66,9% de los profesionales sanitarios. Y, entre los m¨¦dicos, la proporci¨®n fue del 85,6% (frente a menos del 20% de los espa?oles). Las enfermeras no les van a la zaga: lo hizo el 77,9%.
David Moreno, coordinador del Comit¨¦ Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa, admite que ¡°la estad¨ªstica de EE UU aporta un importante n¨²mero de profesionales sanitarios que se vacuna de gripe, si bien es un porcentaje que probablemente est¨¦ calculado al alza, dado que ha sido estimado a partir de una encuesta online realizada a trav¨¦s de una p¨¢gina web de vacunas, sin haberse podido refrendar la veracidad de los datos¡±. ¡°De todos modos, esta cobertura es superior a la de nuestro medio, y las razones pueden ser variadas. En EE UU, cada vez m¨¢s centros sanitarios exigen de una forma u otra la vacunaci¨®n antigripal a todos sus trabajadores. Por otro lado, la recomendaci¨®n de vacunaci¨®n antigripal universal a todos los ciudadanos hace que exista mayor concienciaci¨®n para la vacunaci¨®n¡±.
¡°No hay un consenso absoluto¡±, dice el presidente de los m¨¦dicos
?Cu¨¢l es la diferencia con Espa?a? El presidente del Consejo General de Colegios de M¨¦dicos, Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn, cree que ¡°los m¨¦dicos son firmes partidarios de las vacunas, pero no de la de la gripe¡±. ¡°Y la gripe A ha agudizado la situaci¨®n¡±. ¡°El devenir hist¨®rico no ha ayudado nada, y menos cuando ha habido fracasos en la comunicaci¨®n y se pusieron de manifiesto conflictos de intereses¡±.
Se refiere el presidente de los m¨¦dicos a los recelos causados por la campa?a contra la vacuna de la gripe que se desat¨® con la epidemia de gripe A (un virus H1N1 que sigue circulando) del a?o 2009. Aquel verano (porque esa vez en el hemisferio norte el virus apareci¨® fuera de su temporada habitual) fue un caldo de cultivo para todo tipo de informaciones confusas. Las vacunas estuvieron m¨¢s vigiladas que nunca, y el hecho de que, al final, solo se haya podido relacionar una de ellas ¡ªque no se us¨® en Espa?a¡ª con un ligero aumento de casos de narcolepsia en algunos pa¨ªses n¨®rdicos no ha acabado de cerrar las sospechas. Adem¨¢s, a toro pasado se comprob¨® que la alerta decretada por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, aunque se ajustaba a sus procedimientos, era a todas luces exagerada: el virus, s¨ª, fue m¨¢s grave para los m¨¢s vulnerables (hubo m¨¢s ingresos en UCI y los pacientes estuvieron m¨¢s tiempo), pero para el grueso de la poblaci¨®n la gripe fue como la de otros a?os.
El profesional que se inmuniza es m¨¢s proclive a recomendarlo
Send¨ªn cree que precisamente porque los m¨¦dicos ¡°est¨¢n informados y tienen formaci¨®n cient¨ªfica¡± son m¨¢s conscientes de los ¡°claroscuros de la evidencia cient¨ªfica¡±. ¡°No hay un consenso absoluto¡±. ¡°Para la mayor¨ªa, la gripe es un proceso benigno¡±, recalca. Pero el presidente de los colegios m¨¦dicos no cree que esta postura influya en su trabajo. ¡°Es cierto que los m¨¦dicos no se vacunan y quiz¨¢ son excesivamente tolerantes¡±, pero eso no quiere decir que no cumplan estrictamente con su labor. ¡°Desde luego ofrecen lo que la autoridad sanitaria recomienda, porque la ley hay que obedecerla s¨ª o s¨ª¡±.
Moreno insiste, en cambio, en que la vacunaci¨®n de los profesionales tiene las ventajas ya indicadas. Y a ello ¡°hay que a?adir el beneficio personal de no padecer la gripe, ya que es un personal muy expuesto al virus, y con ello enfermar¨¢n menos y disminuir¨¢ el absentismo laboral¡±.
De hecho, la Ley de Salud P¨²blica que impuls¨® el ¨²ltimo Gobierno del PSOE incluso plante¨® que los profesionales tengan que informar a los pacientes sobre si se han vacunado. Eso ¡°choca con la intimidad del m¨¦dico, pero si se mira el alma de la ley, podr¨ªa llegar a ser una medida beneficiosa. A la vez que da ejemplo, el profesional se convence m¨¢s de esta medida. Se ha demostrado que los m¨¦dicos vacunados son hasta tres veces m¨¢s proclives a recomendar la vacunaci¨®n a sus pacientes y les proporcionan mayor informaci¨®n sobre la misma¡±, dice Moreno.
Un gerente sugiere incentivar a los equipos que m¨¢s se vacunen
Rodr¨ªguez Send¨ªn no lo comparte. ¡°El asunto no est¨¢ claro. Por eso nosotros no nos hemos pronunciado¡±. Modoaldo Garrido, director Gerente del hospital Universitario Fundaci¨®n Alcorc¨®n y miembro de Sedisa, admite que las tasas de vacunaci¨®n son ¡°muy bajas¡±. ¡°Se deber¨ªa valorar la concesi¨®n de alg¨²n tipo de incentivo, por ejemplo al servicio o unidad que consiguiera mayor tasa de porcentajes de vacunaci¨®n, o bien incluir esta como parte de la evaluaci¨®n de los objetivos anuales¡±.
En ¨²ltimo extremo, se ha llegado a barajar la idea de obligar a los profesionales. ¡°La ley solo obliga en casos extraordinarios¡±, dice Rodr¨ªguez Send¨ªn. En cambio, el Consejo General de Enfermer¨ªa, junto a 12 sociedades cient¨ªficas, se ha manifestado a favor de la medida al presentar un documento de consenso sobre la vacunaci¨®n. Moreno recuerda que la vacunaci¨®n no es obligatoria ni siquiera entre los ni?os. ¡°Legalmente no es un obst¨¢culo para la escolarizaci¨®n¡±, indica. Pero enumera los motivos por los que ¡°unos padres que deciden no vacunar un hijo colisionan con varios principios universales: el derecho de unos padres a elegir lo que ellos creen que es mejor para sus hijos, el derecho individual de un ni?o a obtener para s¨ª mismo lo mejor desde el punto de vista sanitario, aunque sus padres no lo acepten, y el derecho de otros ni?os o adultos que s¨ª siguen los programas de vacunaci¨®n a no contagiarse por los ni?os que hayan enfermado por no vacunarse¡±.
El tratamiento solo es obligatorio si hay un problema de salud p¨²blica
Este ¨²ltimo supuesto podr¨ªa aplicarse a los profesionales sanitarios, pero ¡°es un debate que es p¨²blico y a¨²n no resuelto desde el punto de vista legal y ¨¦tico¡±, dice Moreno. Tambi¨¦n Rodr¨ªguez Send¨ªn rechaza entrar en ello. ¡°Nosotros solo pedimos prudencia y que se siga estudiando. Hay que confirmar y poner todo en claro. Lo que no se puede es sacar la ¨¦tica a pasear. M¨¢s que obligar a vacunarse, habr¨ªa que obligar a que no se fume o no se tome alcohol¡±, argumenta.
Garrido va m¨¢s all¨¢: ¡°Una de las mejores formas de proteger a los pacientes, sobre todo a los de alto riesgo, es que el profesional est¨¦ protegido y vacunado, por lo que creo que la obligatoriedad de la vacuna estar¨ªa justificada¡±. En cualquier caso, todos apuestan antes por la convicci¨®n. Mientras, los profesionales seguir¨¢n aconsejando algo que, mayoritariamente, no se aplican.
Una epidemia cada a?o
Peri¨®dico. La gripe es una infecci¨®n causada por un virus del que hay varios tipos. Como estos cambian, la vacuna cambia cada a?o. Por eso hay que revacunarse cada temporada.
Efecto. Aunque los virus no cambiaran, no est¨¢ demostrado que la vacuna de un a?o sirva para otro. El f¨¢rmaco se prepara para que tenga efecto durante una temporada.
Casos. Entre el 5% y el 15% de la poblaci¨®n mundial pasa la gripe cada a?o.
Mortalidad. En general, la infecci¨®n es leve. Pero en los mayores de 65 a?os o personas con problemas respiratorios previos puede tener graves consecuencias. Se calcula que entre 1.500 y 4.000 personas fallecen cada a?o en Espa?a por complicaciones relacionadas con la gripe.
Nomenclaturas. En sentido estricto, cada invierno hay una epidemia de gripe en el hemisferio norte. Pero, coloquialmente, solo se llama as¨ª cuando el virus es especial. El ¨²ltimo caso fue el del H1N1 de 2009, aunque luego result¨® m¨¢s diferente biol¨®gicamente que grave.
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