Espa?a y Francia intercambian residuos radiactivos de Vandell¨°s I

Madrid y Par¨ªs han renegociado el acuerdo por el que Francia acoge desde 1989 los residuos radiactivos de la nuclear de Vandell¨°s I, desmantelada tras un incendio. A partir de octubre de 2015, y gracias a un intercambio, volver¨¢n residuos m¨¢s radiactivos de los enviados aunque en menor cantidad para reducir as¨ª los transportes y el coste. As¨ª lo anunci¨® el viernes Enresa, la sociedad p¨²blica que gestiona los residuos nucleares, en su revista corporativa. Adem¨¢s, el Gobierno ya no paga los 65.000 euros diarios de fianza que pagaba a Francia por la demora en la construcci¨®n del almac¨¦n nuclear, cuyos trabajos previos ya est¨¢n en marcha en Villar de Ca?as (Cuenca).

En 1989, tras un incendio en la nuclear de Vandell¨°s I, Espa?a decidi¨® cerrarla. Se encontr¨® entonces con que no ten¨ªa soluci¨®n para los residuos. Hifrensa ¡ªentonces titular de la nuclear¡ª y Cogema ¡ªhoy la empresa estatal francesa Areva¡ª firmaron en 2001 un acuerdo que ha ido renegoci¨¢ndose y cambiando de titulares. El pacto establec¨ªa que en diciembre de 2011, los residuos deb¨ªan estar de vuelta en Espa?a y que si no era as¨ª, Madrid pagar¨ªa una fianza de 65.000 euros diarios, aunque la mayor parte ser¨ªa devuelta una vez que los desechos estuvieran ya en Espa?a.

De Tarragona salieron hacia Francia 68 c¨¢psulas de residuos vitrificados de alta actividad ¡ªradiactivos durante miles de a?os¡ª que ocupan un volumen de 12 metros c¨²bicos. Adem¨¢s, fueron transportados 664 metros c¨²bicos de residuos de media actividad, que en unas d¨¦cadas reducir¨¢n su actividad a la mitad.

Seg¨²n explica Enresa en el ¨²ltimo n¨²mero de su revista, publicado ayer, ambos pa¨ªses llevan estudiando desde 2009 ¡°distintas opciones para el intercambio de los tipos de residuos que deben volver a nuestro pa¨ªs bajo los criterios de optimizaci¨®n de la tipolog¨ªa y las cantidades¡±.

El pacto alcanzado es que regresar¨¢n los 68 residuos vitrificados de alta actividad, 84 c¨¢psulas de residuos de media actividad y 54 de desechos met¨¢licos compactados. El intercambio est¨¢ en que en vez de volver 664 metros c¨²bicos de media actividad, volver¨¢n a Espa?a residuos franceses m¨¢s radiactivos pero de menor volumen. Se trata de 138 c¨¢psulas que ocupan unos 25 metros c¨²bicos.

Esto permite reducir el traslado de residuos nucleares desde Francia: de los 90 cargamentos inicialmente previstos a solo dos, lo que reduce el riesgo y abarata el coste. Los transportes de combustible nuclear gastado se realizan en cami¨®n o en tren fuertemente custodiados. La carga viaja en contenedores cil¨ªndricos de acero con distintos tipos de blindaje para resistir una ca¨ªda libre desde nueve metros de altura, la ca¨ªda desde un metro sobre un punz¨®n de acero y la resistencia al fuego a 800 grados durante media hora, seg¨²n la web de Enresa.

Ni Enresa ni Areva dieron a este diario m¨¢s detalles de lo acordado ¡ªla transparencia no es frecuente en estos acuerdos¡ª. Sin embargo, el presidente de Enresa, Francisco Gil Ortega, s¨ª dio m¨¢s detalles el pasado 17 de octubre en la asamblea de la Sociedad Nuclear Espa?ola celebrada en C¨¢ceres. Ante el sector, explic¨® la penalizaci¨®n que inclu¨ªa el contrato con Francia: ¡°El 1 de enero de 2011 comenzamos a pagar 65.000 euros diarios. Eso ya no se hace¡±, y a?adi¨® que hab¨ªa cambiado con el acuerdo alcanzado ¡°hace unos meses¡±.Enresa se?ala que la renegociaci¨®n incluye "la devoluci¨®n por parte gala de las penalizaciones ya pagadas por enresa y la interrupci¨®n de las mismas".

El pacto establece que los residuos estar¨¢n en Francia ¡°hasta octubre de 2015¡±, aunque ni Enresa ni Areva aclararon qu¨¦ ocurrir¨¢ entonces ni si hay penalizaci¨®n, ya que el plazo previsto de construcci¨®n del ATC es mayor.

Esa cantidad era la estipulada por el retraso de Espa?a para construir un almac¨¦n nuclear para los residuos (conocido por ATC, siglas de almac¨¦n temporal centralizado) de todas las nucleares espa?olas. Actualmente, cada nuclear guarda sus desechos en piscinas. Esto, que se pens¨® como algo temporal, se ha demostrado como una mala idea en la crisis at¨®mica de Fukushima y el Consejo de Seguridad Nuclear ha pedido que acaben estos almacenamientos. El Gobierno decidi¨® en diciembre de 2011 que el emplazamiento elegido era Villar de Ca?as (Cuenca) y eso ha permitido renegociar la cifra.

La penalizaci¨®n fue siempre un argumento para justificar la urgencia de construir el ATC, pero en realidad era una fianza de la que Francia devolver¨ªa la mayor parte una vez descontados los gastos de almacenamiento.