Cuando la burbuja te explota a ti
La trampa de una vivienda que no se puede pagar afecta a la salud mental de miles de ciudadanos Los expertos piden que se potencie la atenci¨®n primaria para minimizar las depresiones tras los desahucios
Nines D¨ªaz, de 39 a?os y madre de una adolescente, adquiri¨® en 2004 un piso en San Mart¨ªn de la Vega, 31 kil¨®metros al sur de Madrid. Le cost¨® 144.000 euros y paga una hipoteca de 700 euros al mes. Entonces estas cifras ten¨ªan sentido, pero hoy est¨¢n muy por encima de mercado. Su barrio, El Qui?¨®n, ha sufrido en estos a?os un importante deterioro. Muchos vecinos han sido desahuciados y sus viviendas, ahora vac¨ªas y de los bancos, est¨¢n siendo okupadas por decenas de familias y personas que vienen y van. Comprar un piso en la zona cuesta ahora 35.000 euros. Y ni con ese precio se venden.
Para Nines, pagar 700 euros mensuales por un piso que podr¨ªa alquilar por 300 euros se ha convertido en un angustioso runr¨²n mental. ¡°Ves que el piso ya no lo vale y te preguntas, ?qu¨¦ estoy pagando? Si por 500 euros podr¨ªa alquilar hasta un chal¨¦. ?Me merece la pena estar pagando tanto de m¨¢s?¡±. A la sensaci¨®n de estar tirando el dinero se une el miedo a perder el trabajo. ¡°Estamos asustados. En la empresa de distribuci¨®n de material m¨¦dico en la que trabajo nos han hecho un ERE temporal del 25% [ERTE] y mi marido trabaja en un supermercado donde cada d¨ªa ve c¨®mo cae la caja¡±. La madrile?a est¨¢ sufriendo el estr¨¦s emocional de estas preocupaciones: ¡°Duermo fatal, nunca m¨¢s de cuatro horas porque a las cinco me despierto. Y para conciliar el sue?o tomo calmantes y ansiol¨ªticos. No puedo dejar de pensar en toda la situaci¨®n, no dejo de pensar en si no lo hubiese comprado. Me siento estafada; estafada por el mundo¡±.
En Espa?a se han iniciado 400.000 procesos de ejecuci¨®n hipotecaria desde 2007
En 2006, Manuel (nombre ficticio) y su mujer compraron una casa en ?vila para pasar los fines de semana con sus hijos. Una casa amplia con jard¨ªn y vistas por la que pidieron un cr¨¦dito de 280.000 euros. La disfrutaron un par de a?os, despu¨¦s se divorciaron. ¡°Lo de los ni?os, los horarios, todo eso lo llevamos bien. Lo que est¨¢ siendo horrible es lo de la casa¡±.
La vivienda, por la que pagan una hipoteca de 1.100 euros, lleva m¨¢s de un a?o en venta. Empezaron ofert¨¢ndola por 290.000 euros y en estos momentos piden 235.000. Aun suponiendo que lograran venderla, tendr¨ªan que pedir un nuevo cr¨¦dito por la diferencia. Ya lo han hablado con la entidad, que les pide que hipotequen una segunda vivienda de la familia de ella para concederles este nuevo pr¨¦stamo. ¡°Todo para pagar unos 40.000 euros por nada, porque la casa ya no ser¨¢ nuestra¡±, recalca Manuel. La entidad les ha explicado que tienen dos opciones, seguir pagando 1.100 euros al mes durante dos a?os o pagar 100 euros al mes durante 30 a?os. ¡°Pagando todos los meses, m¨¢s all¨¢ de la jubilaci¨®n, 100 euros por algo que no tienes, record¨¢ndote cada mes tu error¡±, dice. ¡°Pienso mucho en todo esto. La sensaci¨®n de ¡®la cagu¨¦¡¯ no me la puedo quitar de encima. Te sientes perdedor, con una lacra de por vida. Es muy duro. Y obsesivo¡±.
Me siento estafada, estafada por el mundo¡±, afirma una v¨ªctima
Detr¨¢s de la burbuja inmobiliaria hay decenas de personas que, como Manuel y Nines, lidian cada d¨ªa con las preocupaciones de un mercado inmobiliario que se ha puesto patas arriba. En el mes de mayo, el portal inmobiliario idealista.com registr¨® su r¨¦cord ¡°absoluto¡± de bajadas de precio, tanto en volumen como por cantidad: 47.340 vendedores recortaron los precios en sus viviendas en venta con un descuento medio del 12%. Y detr¨¢s de muchas de esas rebajas hay horas de sufrimiento.
Fernando Encinar, socio del portal inmobiliario, establece dos diferencias temporales entre los propietarios. ¡°Los que compraron antes de 2000 no est¨¢n preocupados, aunque saben que si lo venden ahora no ganar¨¢n tanto como si lo hubiesen hecho antes. Pero los que lo hicieron a partir de 2004 saben que est¨¢n pagando hipotecas por un valor por encima del real. Dentro de este grupo est¨¢n los que lo pueden pagar y, aunque les da rabia, piensan que es su casa y est¨¢n a gusto en ella. Saben que tienen que esperar muchos a?os o tendr¨¢n que venderla por debajo de lo que pagaron. Y luego est¨¢n los que necesitan vender y se mueven entre la desesperaci¨®n, la sorpresa y el miedo. Y por ¨²ltimo est¨¢n los desahuciados, que es lo m¨¢s dram¨¢tico, claro¡±.
La semana pasada, un hombre se suicid¨® antes de que llegara la comisi¨®n judicial
Se calcula que desde que empez¨® la crisis se han iniciado cerca de 400.000 procesos de ejecuci¨®n hipotecaria, aunque la estad¨ªstica no distingue cu¨¢les corresponden a viviendas habituales o segundas residencias. Seg¨²n los datos que public¨® ayer la Asociaci¨®n Hipotecaria Espa?ola (AHE), entre enero y junio la justicia ha autorizado el desalojo de 37.092 inmuebles y se han iniciado 48.213 procesos de ejecuci¨®n, un 15% m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior.
Las plataformas de afectados por la hipoteca, el pa?o de l¨¢grimas al que llegan cada d¨ªa decenas de personas desesperadas por sus deudas hipotecarias, se indignaron, pero no se sorprendieron cuando la semana pasada trascendieron dos terribles noticias relacionadas con los desahucios. En Granada, Jos¨¦ Miguel Domingo, de 53 a?os, se ahorc¨® horas antes de que la comisi¨®n judicial llamara a su puerta. Tal fue la consternaci¨®n por su muerte, que la entidad, Caja Rural de Granada, tuvo que emitir un comunicado expresando sus condolencias (al menos un cajero de la entidad amaneci¨® ba?ado en pintura roja). Un d¨ªa m¨¢s tarde, en Burjassot (Valencia), un hombre de su misma edad salt¨® por la ventana de su segundo piso cuando la comisi¨®n judicial entraba por la puerta (su vida no corre peligro). Su mujer asisti¨® a la escena desde la cama, pues sufre depresi¨®n severa.
Los afectados viven un duelo similar al de la muerte¡±, dice un trabajador social
¡°Por desgracia, estas noticias no nos han sorprendido¡±, empieza Ada Colau, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Catalu?a, la pionera. ¡°Entre nuestros afectados ya hemos tenido intentos de suicidios y muchos nos dicen que lo han pensado. Tenemos los dos extremos, los que lo viven hacia dentro y hablan de suicidio y los que lo viven hacia fuera y hablan de ponerle una bomba al banco. Cuando se dan situaciones l¨ªmite, como es perderlo todo, la gente tiene reacciones l¨ªmite¡±. Colau culpa al Estado de parte de esta desesperaci¨®n: ¡°Nadie te da un horizonte de recuperaci¨®n y la propia Administraci¨®n te culpabiliza. No es extra?o que a la gente se le pase por la cabeza. Por eso uno de nuestros principales retos es romper el bloqueo y la soledad de quienes llegan¡±.
Luis Barriga, trabajador social y miembro de la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, tampoco se sorprendi¨® con las dos terribles noticias. ¡°Cuando una persona se encuentra sin salidas puede tomar decisiones de este tipo. No todo el mundo tiene la capacidad ni las redes familiares necesarias para afrontar un empobrecimiento repentino al que hay que sumar la falta de esperanza¡±, empieza. ¡°Al shock muchas veces sigue una situaci¨®n de par¨¢lisis. Y eso, cuando uno ha entrado en mora, agrava las cosas porque cada d¨ªa cuenta. Incluso se podr¨ªa decir que los afectados se encuentran en una situaci¨®n similar al duelo por la muerte de alguien. T¨² ten¨ªas un proyecto de vida y se produce un empobrecimiento repentino que lo rompe. Tienes que reponerte y para eso tienes que pasar un duelo por la que cre¨ªas iba a ser tu vida. Hay quien no puede y entra en una fase de negaci¨®n y eso produce una bola de nieve de la que no se sale¡±.
El impacto de la salud mental en la UE equivale a entre el 3% y el 4% del PIB
Barriga ha ayudado a Castilla y Le¨®n a dise?ar una red de apoyo y asesoramiento a los afectados que negocie en su nombre con las entidades. Esta semana se han empezado a abrir las primeras de 27 oficinas en las que habr¨¢ dos profesionales, uno para la atenci¨®n jur¨ªdica y otro para la social. ¡°La idea es que detecten posibles problemas y los deriven a tiempo, porque desde el punto de vista psicol¨®gico estos casos requieren de una actuaci¨®n r¨¢pida¡±.
De la importancia de derivar a tiempo a las personas deprimidas habla tambi¨¦n Rafael del Pino, psiquiatra y director del II Plan Integral de Salud Mental de Andaluc¨ªa. ¡°Es muy importante la atenci¨®n primaria porque hay casos que se pueden cronificar si no se detectan¡±, explica, aunque puntualiza: ¡°Hay que diferenciar tristeza, que es una respuesta adaptativa, de depresi¨®n, que es una reacci¨®n disfuncional¡±. En tiempos de crisis, explica el psiquiatra, se producen m¨¢s ¡°situaciones adaptativas, depresiones leves o moderadas, que no hay por qu¨¦ tratar con antidepresivos¡±. Los s¨ªntomas de las personas que pasan por estas fases son ¡°angustia, insomnio, falta de apetito, bloqueo y, con ¨¦l, p¨¦rdida de la capacidad de an¨¢lisis¡±.
Un psiquiatra urge a actuar antes de que las depresiones se cronifiquen
Seg¨²n un estudio reciente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), la crisis ha disparado en un 10% las consultas relacionadas con los problemas de salud mental, que est¨¢n detr¨¢s del 6,7% de las bajas laborales que tramita. De estas bajas, el 56,6% son por problemas de depresi¨®n o ansiedad. ¡°No son cuadros menores, producen un sufrimiento muy importante. Y tienen un coste econ¨®mico elevado al que se suman los problemas derivados de los recortes¡±, contin¨²a el psiquiatra. Se calcula que el impacto econ¨®mico de los problemas de salud mental equivale a entre el 3% y el 4% del PIB de la UE. Y valga el ejemplo de Andaluc¨ªa para sacar conclusiones: la duraci¨®n media de una baja laboral es de 41 d¨ªas; cuando la causa es un problema relacionado con la salud mental, la media se eleva a 69 d¨ªas. Si es por depresi¨®n, a 88.
?Cu¨¢ntos de estos casos acaban en suicidio? No hay suficientes estudios para poder abordar el tema, al menos en Espa?a, seg¨²n apuntan tanto Del Pino como Jos¨¦ Antonio Espino, jefe de Salud Mental del hospital de Majadahonda. En Grecia, el Ministerio de Sanidad public¨® recientemente un dato escalofriante: la tasa de suicidios aument¨® entre enero y mayo de 2011 un 40% respecto al a?o anterior. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, un incremento del 1% en la tasa de paro se traduce en un incremento del 0,8% en la tasa de suicidios. ¡°Y tambi¨¦n sabemos que el riesgo de suicidio es mayor si no hay cobertura de desempleo y pol¨ªticas de bienestar¡±, dice Espino. ¡°En los a?os ochenta se hizo un estudio comparativo entre Suecia y Espa?a que mostr¨® que el impacto en las tasas de suicidio era mayor en Espa?a¡±, explica.
A principios de octubre, Roc¨ªo P¨¦rez, una inmigrante peruana de 42 a?os residente en Madrid, emprendi¨® a la desesperada una huelga de hambre para intentar parar su inminente desahucio. Atend¨ªa a la prensa con un hilo de voz y un arsenal de medicamentos en el bolso. Madre de dos hijas, el verse en la calle le desencaden¨® un cuadro de dolencias de las que le costar¨¢ recuperarse. Roc¨ªo logr¨® su objetivo, el banco le dejar¨¢ permanecer a cambio de un alquiler de 250 euros, pero sus pastillas antidepresivas siguen en el bolso. ¡°Me encuentro mejor, aunque sigo con ansiedad. No tengo trabajo y para que no me echen del piso tengo que pagar antes del 6 de cada mes el alquiler. Dependo del dinero que me da mi exmarido por las ni?as. El abogado de la PAH me dice que para evitar esa sensaci¨®n procure tener el dinero desde el mes anterior. La pena es que me es imposible¡±.
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