Los d¨¦cimos m¨¢s buscados de la Loter¨ªa de Navidad

En la interminable cola de la administraci¨®n de loter¨ªa Do?a Manolita se encuentran tantas supersticiones como gente aguardando su turno. Paciencia e ilusi¨®n no le faltan a nadie, en especial a Teresa Moliner, de 30 a?os, que ha tenido que ponerse de nuevo a la cola porque no aceptan tarjeta de cr¨¦dito. ¡°Llevaba esperando m¨¢s de una hora, pero es un encargo de mi madre y no le puedo fallar¡±, explica. Teresa no siente especial predilecci¨®n por ning¨²n numero as¨ª que prefiere que sea el lotero quien elija el d¨¦cimo. Unos metros m¨¢s adelante aguanta el plant¨®n V¨ªctor Manuel P¨¦rez, de 63 a?os. ?l al n¨²mero solo le exige un requisito, que acabe en 106. ?El motivo? ¡°Fue idea de mi mujer y mis cu?adas que les gust¨® el n¨²mero¡±, trata de explicar reconociendo que no tiene mucho sentido. Mar¨ªa Jos¨¦ Jim¨¦nez, de 40, sale satisfecha con el d¨¦cimo en el bolsillo ¡°termina en 12, siempre me gusta que la terminaci¨®n coincida con la del a?o en curso¡±, dice contenta.

Un cl¨¢sico es? solicitar la fecha de una boda, de un nacimiento o la muerte de un ser querido

Buscar la suerte requiere esfuerzo y dinero, y a veces, la espera puede durar varias horas, especialmente en administraciones emblem¨¢ticas como Do?a Manolita (Madrid); La Bruixa d'Or en Sort (Lerida), Ormaechea en Bilbao que ha vendido centenares de premios gordos vendidos o Loter¨ªa Vald¨¦s, situada en la Rambla de Barcelona desde el a?o 1905 y? dada la c¨¦ntrica situaci¨®n, tambi¨¦n despacha d¨¦cimos a los visitantes que vienen a la ciudad y se pasean por la Rambla.

Desde hace dos a?os, cualquiera que tenga una fijaci¨®n por una combinaci¨®n puede comprarlo en su? administraci¨®n gracias al sistema de terminal. El proceso es f¨¢cil, el lotero te imprime un ticket con el n¨²mero que desees, abonas la parte del la participaci¨®n y listo, quiz¨¢s pierda el encanto del tradicional billete, pero al menos nada te impide jugar a tu n¨²mero fetiche.