Cat¨®licos de base piden a Rajoy que suprima los privilegios de la Iglesia
Denuncian que los recortes recaen sobre los m¨¢s d¨¦biles mientras la instituci¨®n "se mantiene inmune ante la crisis¡±
Los incontables privilegios de la Iglesia romana en Espa?a tambi¨¦n molestan a muchos cat¨®licos, incluso a eclesi¨¢sticos de relieve y a muchos te¨®logos. Ahora, quien alza la voz es el colectivo Cristianas y Cristianos de Base de Madrid, que agrupa a cientos de comunidades y parroquias, adem¨¢s de algunas organizaciones de la multitudinaria asociaci¨®n conocida como Redes Cristianas. El disgusto se plasma mediante una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que le piden que denuncie los llamados Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado espa?ol firmados en enero de 1979, en sustituci¨®n de anteriores Concordatos. ¡°Estos Acuerdos consagran para la Iglesia cat¨®lica numerosos privilegios, lesionan seriamente los derechos de muchos espa?oles que tienen otras creencias u otras convicciones filos¨®ficas y lastran de forma grave el genuino sentido del cristianismo, a trav¨¦s del contradictorio proceder de la Iglesia cat¨®lica, motivo de esc¨¢ndalo para muchos¡±, escriben al presidente.
Europa Laica lleva meses en campa?a p¨²blica para forzar a los pol¨ªticos a cambiar la legislaci¨®n fiscal e hipotecaria vigente, con el objetivo de que las instituciones cat¨®licas paguen impuestos como el IBI, y para acabar con el confesionalismo de incontables instituciones del Estado. Los cristianos de base de Madrid elevan a¨²n m¨¢s el punto de mira, directamente al l¨ªder del Ejecutivo. ¡°El objetivo de esta carta¡±, le dicen, ¡°es plantearle la urgente necesidad de que el Gobierno que usted preside denuncie los Acuerdos firmados por el Estado espa?ol con la Santa Sede en 1976 y 1979 (BOE, 03/01/1979) porque, a nuestro juicio, esos Acuerdos consagran para la Iglesia cat¨®lica numerosos privilegios, lesionan seriamente los derechos de muchos espa?oles que tienen otras creencias u otras convicciones filos¨®ficas y lastran de forma grave el genuino sentido del cristianismo, a trav¨¦s del contradictorio proceder de la Iglesia cat¨®lica, motivo de esc¨¢ndalo para muchos¡±.
¡°Tras mucho tiempo de reflexi¨®n sobre la actuaci¨®n de la Iglesia cat¨®lica en el seno del Estado democr¨¢tico que desde hace d¨¦cadas intentamos consolidar, hemos llegado a la conclusi¨®n de que el actual marco de relaciones Iglesia-Estado colisiona frontalmente con distintos principios fundamentales recogidos en nuestra Constituci¨®n, lesiona derechos b¨¢sicos de muchos ciudadanos y traiciona la neutralidad del Estado respecto a las diferentes corrientes de pensamiento, convirti¨¦ndolo, de facto, en un Estado confesional. Todas las razones apuntadas ponen de manifiesto la necesidad de denunciar estos Acuerdos y sustituirlos por otras normas m¨¢s acordes con un Estado social y democr¨¢tico de Derecho, que pongan un punto final a los anacronismos hoy vigentes en diferentes esferas de la vida p¨²blica espa?ola¡±, a?aden.
Las subvenciones? y exenciones fiscales inexplicables en un Estado democr¨¢tico¡±
El colectivo de cat¨®licos razona que los Acuerdos de 1979, al margen de su dudosa estructura jur¨ªdica (¡°pensamos que pueden ir en contra de la Constituci¨®n¡±, llegan a afirmar), mantienen ¡°casi intacto¡± el n¨²cleo del concordato franquista de 1953, ¡°especialmente en los privilegios que otorgan a la Iglesia cat¨®lica en el ¨¢mbito de la econom¨ªa y de la ense?anza¡±. Tambi¨¦n se?alan que esos acuerdos ¡°fueron concebidos, negociados y acordados sin contar con la ciudadan¨ªa y vieron la luz solo unos pocos d¨ªas despu¨¦s de la promulgaci¨®n de la Constituci¨®n de 1978, poniendo de manifiesto la urgencia por resolver el tema antes de que las reglas del juego democr¨¢tico estuvieran plenamente establecidas¡±.
En el ¨¢mbito econ¨®mico, este grupo de cat¨®licos de base sostiene que tanto el Acuerdo sobre Asuntos Econ¨®micos como diferentes normas legales posteriores atribuyen a la Iglesia cat¨®lica unos derechos que implican subvenciones, exenciones fiscales y facultades de apropiaci¨®n patrimonial ¡°inexplicables en un Estado democr¨¢tico¡±. A?aden: ¡°Por el contrario, la Iglesia, la mayor propietaria de bienes inmuebles en Espa?a, incumple su compromiso de autofinanciaci¨®n, tal como reconoci¨® en los citados Acuerdos, y contin¨²a reclamando incrementos en las subvenciones estatales que, en estos momentos, superan ya los 10.000 millones de euros al a?o¡±.
¡°En nuestros d¨ªas, los ajustes y recortes recaen especialmente sobre los m¨¢s d¨¦biles, mientras la Iglesia cat¨®lica es la ¨²nica instancia, adem¨¢s del sector financiero y las grandes empresas, que se mantiene inmune ante la crisis: ning¨²n recorte en subvenciones, las mismas exenciones fiscales que d¨¦cadas atr¨¢s¡±, afirman. La jerarqu¨ªa de la Iglesia cat¨®lica en Espa?a alega en su defensa la labor de C¨¢ritas, ¡°que todos reconocemos, pero oculta que la financiaci¨®n de la Iglesia a su labor no llega ni al 3% del presupuesto de C¨¢ritas¡±.
Un anacronismo dif¨ªcil de entender es la presencia de la religi¨®n en la escuela"
Otro anacronismo ¡°dif¨ªcil de entender¡±, a?aden, es la presencia de la religi¨®n en la escuela. Dicen: ¡°La educaci¨®n en la fe religiosa pertenece a otro lugar, y a otros protagonistas: los templos, las sinagogas, las mezquitas, etc. Si hoy pervive es porque los Acuerdos con la Santa Sede garantizan y blindan para la Iglesia ese dominio ideol¨®gico, de las conciencias. Asimismo, nos parece totalmente irregular que sea el Estado el que pague a los profesores de religi¨®n y sean los obispos los que los elijan y los puedan expulsar a su conveniencia, al margen de la normativa que rige para el resto del profesorado".
Tambi¨¦n reclaman al Gobierno de Rajoy medidas en el ¨¢mbito social y cultural. ¡°Los Acuerdos son tambi¨¦n contrarios a la l¨®gica democr¨¢tica, ya que consolidan la casi omnipresencia de la Iglesia cat¨®lica en instituciones y espacios que no son los suyos: hospitales, ej¨¦rcitos, ceremonias civiles, etc., sin olvidar su constante intento de injerencia en las pol¨ªticas sociales as¨ª como en el desarrollo legislativo regulador de los derechos civiles, la moral p¨²blica, la investigaci¨®n, etc. Un poder de coacci¨®n moral incompatible con el pluralismo ¨¦tico y cultural de la sociedad espa?ola y con el ejercicio de las libertades que consagra nuestra Constituci¨®n¡±.
En consecuencia, la misiva concluye reclamando del Estado ¡°un marco jur¨ªdico nuevo que garantice el derecho de los ciudadanos a la libertad de conciencia moral, as¨ª como el compromiso por consolidar una ¨¦tica p¨²blica basada en el respeto a los Derechos Humanos y a los principios y valores democr¨¢ticos recogidos en la Constituci¨®n¡±. A?ade que ¡°ninguna confesi¨®n religiosa ni cosmovisi¨®n alguna puede imponer sus c¨®digos morales al conjunto de la sociedad, y que la libertad de conciencia es anterior y superior a la libertad de las organizaciones para difundir sus propias creencias y puntos de vista¡±
La carta a Rajoy, firmada por Gloria Encinas, presidenta de Cristianas y Cristianos de Base de Madrid, en nombre y representaci¨®n de su asamblea general, va acompa?ada de razonamientos m¨¢s detallados en un extenso documento adjunto. Concluye con esta afirmaci¨®n: ¡°Creemos que es cada vez m¨¢s urgente la denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede que deben ser derogados y sustituidos por normas acordes a un Estado democr¨¢tico de derecho, es decir, con m¨¢ximo respeto a las libertades civiles de los ciudadanos y bajo los principios de no discriminaci¨®n y no confesionalidad del Estado¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.