¡°Me quedan 20 a?os y no me veo haciendo vainica¡±

¡°Me gusta cumplir a?os, lo considero un triunfo, pero detesto que tenga una consecuencia administrativa: pierdo mi salario¡±. Mar¨ªa ?ngeles Dur¨¢n, catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa, cumpli¨® ayer 70 en su despacho del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Y en ¨¦l, con una mesa atestada de papeles y dos proyectos en marcha, seguir¨¢ como investigadora ad honorem tras la jubilaci¨®n oficial. ¡°Seg¨²n la estad¨ªstica, me quedan 20 a?os de vida, la mayor¨ªa en buen estado, y no me veo haciendo vainica¡±, ironiza.

Sabe hacerla: aprendi¨® en el colegio cuando las labores eran obligatorias para las ni?as ¡ª¡°ahora hay que hacer Internet, pero deber¨ªa ense?arse a chicos y chicas a coser un bot¨®n y cambiar una bombilla¡±¡ª. Unas ni?as que ¡°han tenido una evoluci¨®n magn¨ªfica¡± y a las que ella ha dedicado buena parte de su m¨¢s de medio siglo de trabajo, coronado por el Premio Nacional de Investigaci¨®n en 2002.

¡°Cuando estudiaba la oposici¨®n, me di cuenta de la ausencia de mujeres en la producci¨®n de conocimientos sociales. Por tanto, era incompleta. Vi adem¨¢s una gran cantidad de temas no abordados, o con un sesgo impl¨ªcito. Se me abri¨® un campo infinito de dudas. As¨ª que llegu¨¦ al feminismo por las oposiciones a c¨¢tedra¡±, resume con humor en el ruidoso autoservicio donde toma antes el cruas¨¢n que el caf¨¦.

A las dudas sobre las certezas acu?adas, Dur¨¢n (Madrid, 1942) sum¨® su experiencia cotidiana como mujer. Cosas como tener que contratar a varias personas para que la suplieran en los cuidados cuando enferm¨® su segundo beb¨¦ la dejaban at¨®nita. Y esa ¡°perplejidad¡±, ali?ada con la pregunta de ¡°qu¨¦ es importante para las mujeres¡±, sirvi¨® de acicate para sus l¨ªneas de investigaci¨®n novedosas. El Seminario de Estudios de la Mujer, que fund¨® en la Universidad Aut¨®noma de Madrid en 1979, fue su primera atalaya. ¡°El 23-F llor¨¦ pensando en que lo cerrar¨ªan¡±, relata.

Desde entonces, Dur¨¢n, varias veces profesora visitante en Cambridge (Reino Unido), ha estudiado el valor del trabajo no remunerado ¡ª¡°lo desarrollan sobre todo las mujeres, y si se tuviera en cuenta el PIB espa?ol, aumentar¨ªa el 60%¡±¡ª, el coste social de la enfermedad ¡ªsu experiencia con el c¨¢ncer se convirti¨® adem¨¢s en un libro de autoayuda¡ª, la necesidad mundial de cuidados o la percepci¨®n del cuerpo y el espacio de las mujeres ¡ª¡°mis colegas de historia econ¨®mica destacaban como el gran avance modernizador el ferrocarril, pero yo defiendo que lo fue m¨¢s el agua corriente en las casas¡±¡ª.

Demasiadas inquietudes como para que esta madre de la sociolog¨ªa espa?ola abandone. ¡°Solo me queda la opci¨®n de trabajar gratis, pero es un regalo que se recibe con aprecio¡±, reflexiona. Ella sigue, pero muchos no tienen d¨®nde. ¡°Un pa¨ªs que no es capaz de absorber el trabajo de sus ciudadanos est¨¢ en serio peligro. La crisis trae que el trabajo deje de ser una carga para convertirse en un privilegio¡±. Ese deterioro que tambi¨¦n horada la investigaci¨®n: ¡°Es car¨ªsima. Se nos pide que vaya muy dirigida al mercado. Los empresarios prefieren comprar patentes, y en investigaci¨®n social no las hay¡±.

¡°Hace tiempo que tengo el pelo gris y me duelen cosas, pero no me siento vieja. Nunca me jubilar¨¦¡±, asegura. Pero quiz¨¢ ahora logre tener m¨¢s tiempo para los nietos y ¡°para cantar en un coro¡±.