Sin noticias de Obama

Estados Unidos pasa de puntillas por la cumbre del clima de Doha. Tras la reelecci¨®n de Barack Obama, en la que recibi¨® el apoyo de los ecologistas, todo el sector esperaba alg¨²n anuncio sobre el cambio clim¨¢tico. Pero no ser¨¢ en Doha. Como explica Elliot Diringer, vicepresidente ejecutivo del Center for Climate and Energy Solutions, "por razones de pol¨ªtica interna, si quieres hacer un anuncio, una cumbre de la ONU no es el mejor lugar". Diringer es un habitual de estas cumbres y de la negociaci¨®n en Washington.

EEUU era tradicionalmente uno de los protagonistas de estas cumbres. Bien con la Administraci¨®n de George W. Bush ¨Cpor las cr¨ªticas que recib¨ªa-, bien con Obama ¨Cpor las esperanzas que levantaba-. Las ruedas de prensa de sus delegados eran tradicionalmente multitudinarias. Sin embargo, en Doha, casi nada. Silencio.

Todd Stern, el negociador jefe, est¨¢ pendiente del relevo ¨Calgunas fuentes apuntan que ir¨¢ a la Organizaci¨®n de la Aviaci¨®n Civil Internacional a negociar el futuro r¨¦gimen del comercio de emisiones de las aerol¨ªneas-. Solo compareci¨® el lunes en un tono bajo en el que defendi¨® lo que hab¨ªa hecho la Administraci¨®n de Obama en su primer mandato pese a no haber podido aprobar una legislaci¨®n concreta: normas m¨¢s estrictas para los coches y para las centrales t¨¦rmicas. Dicen quienes han tratado con ¨¦l que cuatro a?os negociando la nada no le ha sentado bien.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, explica en Doha que Estados Unidos "a¨²n tiene que resolver cosas internamente. En el discurso de toma de posesi¨®n de Obama volvi¨® a aparecer el cambio clim¨¢tico, pero puede que esta cumbre llegue demasiado pronto".

Adem¨¢s, el tipo de negociaci¨®n en Doha favorece que EE UU siga en un segundo plano. Como nunca ratific¨® el Protocolo de Kioto, el pa¨ªs est¨¢ al margen de la negociaci¨®n sobre el segundo periodo del protocolo, que debe cumplir el periodo 2020. EEUU s¨ª que est¨¢ activo en la llamada plataforma de Durban, la mesa de negociaci¨®n que debe sentar las bases para el nuevo tratado que se debe acordar en 2015 para que en 2020 sustituya al de Kioto.

"Hacen lo menos posible. Su estrategia hasta ahora era intentar convencer de que lideraban algo, aunque ni ellos se lo cre¨ªan, pero este a?o es distinto. Intentan estar entre bambalinas lo m¨¢s posible", resume Kyle Ash, asesor pol¨ªtico de Greenpeace en Estados Unidos, que concluye: "En esta cumbre me cuesta menos seguir los pasos de la delegaci¨®n de EEUU que en las anteriores".