Kioto descafeinado hasta 2020
Catar liquida la cumbre del clima con un acuerdo expr¨¦s sin dar la palabra a los pa¨ªses discrepantes
Abdul¨¢ bin Hamad al Atiya, viceprimer ministro de Catar y presidente de la cumbre del clima, tom¨® la directa. Despu¨¦s de m¨¢s de dos semanas de frustrantes negociaciones y con m¨¢s de 24 horas de retraso sobre lo previsto, enunci¨® a toda velocidad el largo texto de cada uno de los acuerdos preparados en Doha y, sin levantar la vista, solt¨®: ¡°No oigo objeciones, as¨ª que est¨¢ decidido. Queda aprobado¡±. Y golpe¨® el mazo. As¨ª con todos los acuerdos, entre la incredulidad, primero, y los aplausos y las risas, despu¨¦s, de los representantes de 190 pa¨ªses y ONG y los periodistas desplazados. En solo tres minutos, y sin dar la palabra a los pa¨ªses discrepantes, qued¨® aprobado por un raro consenso ¡ªsin precedentes en esta negociaci¨®n¡ª un p¨ªrrico acuerdo. La cumbre acord¨® prorrogar Kioto hasta 2020, pero con obligaciones para muy pocos pa¨ªses ¡ªb¨¢sicamente, los de la UE, Australia, Noruega y Croacia¡ª, y del que se caen Jap¨®n, Canad¨¢ y Rusia. Adem¨¢s, se marca como objetivo un complicad¨ªsimo pacto mundial en 2015 que debe incluir a Estados Unidos, China, India, Rusia... Algo impensable hoy d¨ªa.
Doha deb¨ªa ser una cumbre tranquila, con unos objetivos modestos. Pero los obst¨¢culos se multiplicaron. La UE ya ten¨ªa asumido que renovar¨ªa Kioto, entre otras cosas, porque ya tiene en su legislaci¨®n el objetivo de reducir un 20% las emisiones en 2020 respecto a 1990. Y, sobre todo, porque ya roza esa cifra: est¨¢ en torno al 18,5%. Pero se le encasquill¨® Polonia, que se empe?¨® en mantener los millones de derechos de emisi¨®n (los pa¨ªses que contaminan mucho se los compran a los que contaminan por debajo del l¨ªmite que se les marca). A Polonia le sobran por el desplome de la industria sovi¨¦tica, pero la ONU ha introducido un nuevo procedimiento que, de facto, cancela esos derechos.
La UE crey¨® haber encontrado una compleja soluci¨®n el jueves, pero ayer, ya con los delegados en el plenario, Polonia demostr¨® que ten¨ªa una carta en la manga. El pa¨ªs no hab¨ªa entregado las credenciales necesarias para acordar la pr¨®rroga de Kioto, que es una enmienda a un tratado internacional. En el momento decisivo, la UE tuvo que pedir un receso y sus ministros se retiraron a una sala lateral para intentar salvar en minutos un escollo que llevaba a?os sobrevolando Bruselas.
Las obligaciones comprometen b¨¢sicamente a la UE, Australia, Noruega y Croacia
El ministro polaco, Martin Korolec, exigi¨® una declaraci¨®n firmada que garantizaba que su pa¨ªs no asumir¨ªa en solitario el problema de cancelar esos derechos. En la reuni¨®n hubo momento de tensi¨®n, como cuando la comisaria europea Connie Hedegaard espet¨® a Korolec: ¡°Si no hay acuerdo, todos te culparemos, te vamos a se?alar y Polonia quedar¨¢ como el pa¨ªs que hundi¨® Kioto¡±. Korolec no se movi¨® y al final hubo la declaraci¨®n conjunta. La UE volvi¨® a la sala a entregar las credenciales tras hora y media en la que el proclamado ¡°liderazgo clim¨¢tico¡± europeo qued¨® maltrecho. Ir¨®nicamente, Polonia acoger¨¢ la pr¨®xima cumbre del clima. Hedegaard declar¨® luego que hab¨ªa intentado muchas veces y de todas las maneras posibles sortear la objeci¨®n polaca en Bruselas, ¡°pero quiz¨¢ hac¨ªa falta la presi¨®n de una cumbre as¨ª¡±. Para la UE, el acuerdo es ¡°un paso modesto hacia un acuerdo en 2015¡±.
Solventado el escollo de Polonia, quedaban Rusia, Bielorrusia y Ucrania, tres pa¨ªses con las mismas objeciones, pero que van por libre. Junto al estrado se intent¨® durante horas buscar un acuerdo para evitar una votaci¨®n. En la ronda del clima de Naciones Unidas nunca se ha votado ¡ªtodo se aprueba por consenso¡ª, pero la enmienda a Kioto pod¨ªa someterse a votaci¨®n y salir aprobada con tres cuartas partes de los pa¨ªses. Los apoyos estaban garantizados, pero nadie quer¨ªa votar.
Solo quedaba aprobarlo por las bravas. Una vez que el presidente dio por aprobada la pr¨®rroga de Kioto y el resto de los d¨¦biles acuerdos, comenzaron las objeciones. El delegado ruso, que hablaba tambi¨¦n en nombre de Bielorrusia y Ucrania, critic¨® que no se le diera la palabra para protestar. ¡°Es dif¨ªcil creer que no me oy¨® cuando golpeaba la mesa con la tablilla pidiendo la palabra, algo que no est¨¢ en l¨ªnea con la diplomacia rusa.
La reuni¨®n se marca como nuevo objetivo un pacto mundial en 2015
No creemos que sea una forma digna de llevar una reuni¨®n as¨ª¡±. Rusia y los pa¨ªses del Este ratificaron Kioto en buena medida convencidos de que les sobrar¨ªan muchos derechos de emisi¨®n y que podr¨ªan hacer caja con ellos. Pasados los a?os, ni la han hecho ni parece que covayan a poder hacerlo.
El presidente, ni se inmut¨®: ¡°Tomo nota y quedar¨¢ reflejada su postura, pero yo sent¨ªa que las decisiones adoptadas hoy reflejaban la voluntad de las partes¡±. Rusia volvi¨® a protestar, pero no tanto como cab¨ªa esperar, y Bielorrusia y Ucrania ni pidieron la palabra, lo que extendi¨® la duda sobre si estaba todo cocinado de antemano. El delegado de Estados Unidos, Todd Stern, aplaudi¨® el acuerdo, pero dej¨® claro que su pa¨ªs no se sent¨ªa concernido ¡°en una serie de puntos¡±. Doha puede ser irrelevante para el cambio clim¨¢tico, pero no para el proceso en la ONU. La forma gust¨® a algunos delegados, que ven c¨®mo se acaba en la pr¨¢ctica con el veto.
El proceso sorprendi¨® al ministro espa?ol, Miguel Arias Ca?ete, curtido en negociaciones europeas, pero que acud¨ªa a su primer cumbre del clima: ¡°Es muy distinto a Bruselas porque all¨ª no se vota y jugamos con mayor¨ªas cualificadas y minor¨ªas de bloqueo. Aqu¨ª es una suma de consensos, aunque aparentes, porque luego hemos visto lo que ha pasado con Rusia y el mazo del presidente, lo que tiene cierta peculiaridad¡±. Los pa¨ªses vinculados en el nuevo Kioto solo suman el 15% de las emisiones mundiales, pero al menos permite seguir con un r¨¦gimen en la ONU y con mercados de CO2, una exigencia de los pa¨ªses en desarrollo.
El resto de los textos acordados, los encaminados a conseguir un acuerdo global en Par¨ªs en 2015 que incluya a todos los pa¨ªses, est¨¢n pr¨¢cticamente vac¨ªos de contenido. Hay un pacto para que en mayo de 2015 haya un borrador de acuerdo, pero a¨²n no se sabe si ser¨¢ un tratado u tendr¨¢ otra forma legal. Tampoco hay se?alado un objetivo global de reducci¨®n de emisiones ni el a?o en el que deben tocar techo. Sobre la financiaci¨®n, no hay nada porque los pa¨ªses admiten que ni EE UU ni Europa pueden poner nada en este momento.
Las ONG ecologistas est¨¢n decepcionadas porque el resultado ¡°no refleja ni la urgencia de reducir las emisiones ni las necesidades de financiaci¨®n que conlleva el cambio clim¨¢tico¡±, seg¨²n Aida Vila, de Greenpeace, que pidi¨® a la UE que ¡°recomponga su liderazgo si quiere tener alg¨²n papel en la negociaci¨®n¡± y endurezca el objetivo de reducci¨®n de emisiones. El ca¨®tico proceso, tanto el de Doha y como de anteriores cumbres, deja flotando la sensaci¨®n de que hace falta un giro radical para alcanzar un pacto mundial en solo tres a?os. ¡°?C¨®mo vamos a convencer a China, India y Rusia de que se pongan objetivos de emisiones?¡±, se preguntaba un delegado en los pasillos. Ayer nadie parec¨ªa tener respuesta.
Los acuerdos de Doha
Kioto II. Se prorroga el Protocolo de Kioto cuyo primer periodo de cumplimiento expira en a final de este a?o. El tratado, establecido en 1997, obligaba a reducir las emisiones en 2012 un 5,2% respecto a 1990 a 35 pa¨ªses desarrollados, entre los que no estaba EE UU porque no lo ratific¨®. En este segundo periodo se retiran Jap¨®n, Canad¨¢ y Nueva Zelanda. As¨ª solo quedan con obligaciones la UE, Australia, Noruega, Islandia, Croacia, Kazajist¨¢n, Noruega, Liechtenstein y M¨®naco. Solo suman el 15% de las emisiones mundiales. La UE se compromete a reducir en 2020 un 20% sus emisiones respecto a 1990. Actualmente emite un 18,5% menos por lo que est¨¢ muy cerca y adem¨¢s tiene el objetivo en su legislaci¨®n. La pr¨®rroga permite mantener los mercados de carbono, como el mecanismo de desarrollo limpio. Aunque formalmente no se cancela el llamado "aire caliente", el exceso de emisiones que los pa¨ªses del Este de Europa lograron por el hundimiento de la industria sovi¨¦tica, en la pr¨¢ctica se reduce dr¨¢sticamente su uso con un procedimiento gradual de cancelaci¨®n.
Acuerdo global. El texto se?ala que todos los pa¨ªses buscar¨¢n tener en mayo de 2015 un borrador de un nuevo acuerdo clim¨¢tico que en 2020 sustituya a Kioto. Ese pacto debe ser aprobado en diciembre de 2015 en Par¨ªs, pero a¨²n no est¨¢ claro si ser¨¢ "un protocolo, otro instrumento legal o un acuerdo con fuerza legal dentro de la Convenci¨®n" de Naciones Unidas de Cambio Clim¨¢tico. El texto se?ala que debe ser "aplicable a todos los miembros", lo que incluye a EE UU, China, India¡, que hasta ahora est¨¢n exentos de obligaciones internacionales por distintos motivos. No incluye ni un objetivo global de reducci¨®n de emisiones en 2050 ni el a?o en el que las emisiones globales deben tocar techo, aunque s¨ª se?ala el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados.
Financiaci¨®n. Debido a la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica en EE UU y Europa, el acuerdo queda casi vac¨ªo de contenido en la financiaci¨®n de los pa¨ªses ricos entre 2013 y 2015, periodo para el que os pa¨ªses en desarrollo ped¨ªan 60.000 millones de euros, el doble de lo del periodo anterior. El acuerdo extiende los trabajos un a?o m¨¢s.
Da?os y p¨¦rdidas. Los pa¨ªses m¨¢s vulnerables al cambio clim¨¢tico, especialmente los peque?os Estados insulares, han insistido en crear un mecanismo al que acudir en caso de eventos extremos relacionados con el cambio clim¨¢tico. Hasta ahora se buscaba fondos para prepararse a los cambios del calentamiento (adaptaci¨®n) pero esto es un cambio. Argumentan que EE UU ha destinado 60.000 millones de d¨®lares (46.000 millones) a paliar los da?os del hurac¨¢n Sandy y que ellos no pueden hacerlo. El texto reconoce que "hay que reforzar la cooperaci¨®n internacional" en este tema y crea un programa de trabajo para tener el a?o que viene acuerdos institucionales en la materia. Los pa¨ªses en desarrollo, especialmente EE UU, se niegan a crear un nuevo organismo en la ONU, entre otras cosas porque ya hay un Fondo Verde del Clima sin dinero pero con oficina y argumentan que hay instrumentos de sobra para mover ayuda internacional en caso de cat¨¢strofe. El acuerdo lo deja todo abierto para el a?o que viene pero pone el tema sobre la mesa.
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