C¨®mo no empeorar nuestro sistema sanitario

Preg¨²ntale a cualquier m¨¦dico espa?ol qu¨¦ es lo que va mal en el sistema nacional de salud y prep¨¢rate a estar bastante tiempo sentado escuchando una larga letan¨ªa de lamentos entre los que se incluyen la excesiva burocratizaci¨®n y politizaci¨®n de la sanidad publica, la externalizaci¨®n a proveedores privados de numerosos servicios hospitalarios p¨²blicos (como laboratorios de an¨¢lisis cl¨ªnicos y microbiol¨®gicos, t¨¦cnicas radiol¨®gicas complejas, cirug¨ªa cardiaca), la repentina fuga de gestores de la sanidad p¨²blica para gestionar empresas privadas del sector sanitario, demasiadas quejas y reclamaciones de pacientes y familiares, largas listas de espera para una prueba diagn¨®stica o una intervenci¨®n quir¨²rgica, dotaci¨®n inadecuada de especialistas en muchos servicios y unidades de centros sanitarios, el envejecimiento de la plantilla de especialistas y la crisis que se ha iniciado en 2010 y que durar¨¢ hasta el 2020 caracterizada por la falta de relevo generacional de grandes profesionales cl¨ªnicos e investigadores que han prestigiado las instituciones sanitarias espa?olas en los ¨²ltimos 20 a?os, la reducci¨®n de la plantilla de profesionales de enfermer¨ªa, la fuga de especialistas y de excelentes profesionales de enfermer¨ªa del sector p¨²blico a un sector privado en alza, los sueldos m¨¢s bajos de Europa, la sinraz¨®n de cerrar a partir de las tres de la tarde la mayor¨ªa de los servicios que ofrecen los grandes hospitales p¨²blicos, el insuficiente di¨¢logo entre la c¨²pula directiva y los profesionales sanitarios, el mantenimiento de estructuras organizativas antiguas.

Es necesario y urgente elevar el presupuesto sanitario y mejorar su eficiencia"

Pero las quejas y manifestaciones de descontento no parecen llevarnos a ninguna parte. Necesitamos soluciones inmediatas para evitar el deterioro galopante del sistema sanitario p¨²blico que naci¨® en respuesta a la consideraci¨®n del derecho a la salud como uno de los derechos humanos fundamentales. El presupuesto sanitario espa?ol en relaci¨®n a su producto interior bruto ya est¨¢ muy por debajo de los pa¨ªses que est¨¢n en nuestro mismo entorno econ¨®mico. Si queremos una mejor salud para todos, es necesario y urgente elevar el presupuesto sanitario y mejorar su eficiencia para acercarnos m¨¢s r¨¢pidamente y mejor a las necesidades de toda la poblaci¨®n. Nuestro sistema nacional de salud est¨¢ fragmentado pese a las grandes transformaciones que han tenido lugar en los ¨²ltimos veinte a?os. Sigue existiendo desconexi¨®n entre los tres niveles de asistencia, con carencias fundamentales de comunicaci¨®n entre la asistencia p¨²blica primaria (centros de salud) y la terciaria (grandes hospitales) y deficiencias en muchos rincones de Espa?a de centros sanitarios que cubran la asistencia p¨²blica secundaria (hospitales comarcales, atenci¨®n domiciliaria, centros de diagn¨®stico) y centros geri¨¢tricos. El manejo apropiado del paciente es aquel que se organiza para prestar la atenci¨®n que exactamente necesita en el nivel que necesita y en el momento que lo necesita, y no cuando estos cuidados sanitarios (sean preventivos, diagn¨®sticos, o terap¨¦uticos) puedan estar disponibles.

Necesitamos implementar un sistema sanitario m¨¢s integrador que conciba la asistencia como un sistema que gira en torno al paciente y no al rev¨¦s. Cuanto m¨¢s control tienen los pacientes sobre sus propios cuidados, mucho mejor. No hemos explorado suficiente el potencial de la educaci¨®n sanitaria para ense?ar a los pacientes a que sean sus propios cuidadores sanitarios. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n no tiene acceso a su informaci¨®n m¨¦dica y es casi imposible disponer de datos para comparar lo que hace tu propio hospital o m¨¦dico con lo que hacen otros. Algunos temen que si al paciente se le dan opciones, no sabr¨ªa elegir sabiamente o demandar¨ªa demasiado. Estudios recientes en Canad¨¢ han demostrado que cuando en una poblaci¨®n educada los pacientes comparten las decisiones con respecto a la cirug¨ªa, las intervenciones quir¨²rgicas disminuyen en m¨¢s de un 20% y la satisfacci¨®n y el pron¨®stico mejoran. El uso apropiado de los sistemas modernos de informaci¨®n en la documentaci¨®n m¨¦dica permitir¨ªa unos cuidados m¨¢s integrados haciendo que los pacientes se sientan mejor atendidos y evaluados a medida que cambia su situaci¨®n personal y cl¨ªnica en el tiempo. Las mismas ciencias que hacen que los aviones vuelen de forma segura y que continuamente reducen los costes y mejoran la fiabilidad de los ordenadores y los bienes de consumo pueden ayudar tambi¨¦n al sistema p¨²blico sanitario. Un dise?o inteligente de asignaci¨®n de cuidados, de flujos de procesos y procedimientos de seguridad har¨¢ de los hospitales y centros de salud lugares m¨¢s seguros y eficientes, mejores, y menos caros. Es hora que todos aceptemos que ¡°m¨¢s cuidados no siempre significa ¡°mejores cuidados¡±. Los pacientes van a preguntar cada vez m¨¢s: ¡°doctor, ?est¨¢ seguro que necesito esto?

Jes¨²s Villar es jefe de grupo del CIBER de Enfermedades Respiratorias, director de la Unidad de Investigaci¨®n del Hospital Universitario Dr. Negr¨ªn de Las Palmas de Gran Canaria, e investigador del Keenan Research Center en el Li Ka Shing Knowledge Institute del St. Michael Hospital de Toronto (Canad¨¢).