¡°Vienen los mejores ni?os inmigrantes, los m¨¢s valientes¡±
Con su marido, que falleci¨® en septiembre, trabaj¨® contra la repatriaci¨®n de menores. Lourdes Reyz¨¢bal acaba de recibir un premio que lleva su nombre
Se conocieron en el Tren de la Esperanza, acompa?ando a discapacitados y enfermos a Lourdes (Francia). Era 1993. Lourdes Reyz¨¢bal, psic¨®loga, presidenta de la Fundaci¨®n Ra¨ªces, que ayuda a ni?os (espa?oles e inmigrantes) que no tienen a nadie m¨¢s, ten¨ªa entonces 20 a?os. En 2000 se casaron. ¡°En la luna de miel, en Escocia, a Nacho le dio una crisis. Volvimos a Madrid y le detectaron un tumor cerebral¡±. Nacho de la Mata, el abogado con el que consigui¨® que en Espa?a no volvieran a repatriarse de madrugada, sin derecho a abogado y a ser escuchados, ni?os de 14 a?os asustados y en pijama, falleci¨® el pasado septiembre tras batallar 12 a?os contra aquel tumor. Lourdes recibi¨® ayer un premio que lleva su nombre. El Consejo General de la Abogac¨ªa Espa?ola ha querido llamar as¨ª uno de los galardones que otorga por la defensa de los derechos humanos.
Elige para comer uno de los restaurantes del ¨²ltimo proyecto que cre¨® con Nacho y la periodista gastron¨®mica Cristina Jolonch, Cocina Conciencia: 13 restaurantes (varios con estrellas Michel¨ªn) cuyos chefs ense?an hosteler¨ªa a algunos de esos ni?os que llegan a Espa?a en los bajos de un cami¨®n o que nacieron aqu¨ª pero tampoco tienen a nadie. ¡°Adem¨¢s, se implican emocionalmente con ellos¡±, dice Lourdes. El del Tart¨¢n, Javier Mu?oz-Calero, donde comemos, se lleva a los seis que trabajan con ¨¦l a su casa en Nochebuena.
Uno de ellos es Anouar. Cuando Nacho y Lourdes lo conocieron llevaba cuatro meses viviendo en la calle. Ten¨ªa 14 a?os. Hab¨ªa llegado a Espa?a por primera vez con 13, agarrado a los bajos de un cami¨®n. Tard¨® a?o y medio en reunir el valor para hacerlo, en T¨¢nger, a 600 kil¨®metros de su casa. Tras ocho meses en un centro tutelado en Madrid, seis polic¨ªas lo subieron a un avi¨®n y lo dejaron a 600 kil¨®metros de su casa. ?l volvi¨® a jugarse la vida. Al mes siguiente estaba en Espa?a, en la calle. ¡°Nos lo llevamos a casa, claro¡±. Nacho y Lourdes acogieron en su hogar a tres africanos de 15 a?os. ¡°Solo ten¨ªamos un cuarto, as¨ª que tuvimos que poner literas en el sal¨®n. Estuvieron con nosotros hasta los 18¡±.
¡°Anouar volvi¨® a casa para cuidar a Nacho este ¨²ltimo a?o y ayudarme con mis hijas [de ocho, cuatro y dos a?os]. Siempre lo digo: vienen los mejores. En su familia o aldea eligen al mejor: al m¨¢s bueno, al m¨¢s listo, al m¨¢s valiente...para hacer el viaje¡±.
En 2006 consiguieron que un juez bajara de un avi¨®n a Bobby, un chico al que la Delegaci¨®n del Gobierno y la fiscal¨ªa pretend¨ªan devolver a su pa¨ªs tras cinco a?os tutelado por la Comunidad de Madrid. Le faltaban 10 d¨ªas para cumplir 18."Nos llamaron a las seis de la ma?ana, a escondidas, para avisarnos de que los polic¨ªas se lo hab¨ªan llevado del centro. Vimos que el primer vuelo a T¨¢nger era a las 11.30. No ten¨ªamos mucho tiempo. Pedimos una medida cautelar¨ªsima y al final, minutos antes de que despegara, el juez envi¨® un fax a la comisar¨ªa del aeropuerto de Barajas ordenando que bajaran inmediatamente a aquel ni?o del avi¨®n. Fue muy emocionante", recuerda Lourdes, a la que todav¨ªa le duele un descubrimiento que hicieron poco despu¨¦s: En ese mismo vuelo iba otro menor repatriado. No pudieron hacer nada por ¨¦l porque no lo sab¨ªan.
Pero hicieron mucho por muchos otros. Nacho dej¨® la oposici¨®n a abogado del Estado (profesi¨®n de su padre) para defender a aquellos chavales. Gan¨® dos recursos en el Constitucional que cambiaron el sistema.
Cada vez que Kalou, otro de los chavales de Cocina Conciencia, trae algo a la mesa, hace una caricia a Lourdes. Y consigue que se r¨ªa con ganas al recordar una an¨¦cdota: ¡°En el local de la fundaci¨®n trabajaban tres chicas. Yo pens¨¦ que eran todas mujeres de Nacho y le dije que deb¨ªa ser un hombre muy rico para tener tres mujeres. ?l se llev¨® las manos a la cabeza y me dijo que eso aqu¨ª no se hac¨ªa¡±.
Escoger esta vida no ha sido f¨¢cil para Lourdes. Muchos en su entorno no entend¨ªan que dedicase tanto tiempo primero a drogadictos en la parroquia de Entrev¨ªas y luego a menores que ocuparon cuatro a?os su sal¨®n. Tampoco lo entend¨ªan a veces a quienes quer¨ªa ayudar. ¡°Un verano me fui a la India a conocer a Teresa de Calcuta. Lo primero que me pregunt¨® al verme fue cu¨¢nto me hab¨ªa costado el viaje. Cuando se lo dije, me pidi¨® que por favor no volviera el a?o siguiente, que le enviara mejor el dinero que hubiese costado mi billete". Lourdes tambi¨¦n recuerda muy bien la frase de Justo, un enfermo de sida al que conoci¨® con 20 a?os:¡°T¨² eres la t¨ªpica ni?a pija que viene, nos mira como si fu¨¦ramos un zoo y luego se va y se olvida¡±. ¡°Yo pens¨¦: ¡®Te vas a enterar¡±. Terminaron siendo u?a y carne.?
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