Espa?a, cada vez m¨¢s envejecida

Por cada dos personas en edad de trabajar hay ya una en situaci¨®n no activa. Es el dato m¨¢s preocupante que se extrae del ¨²ltimo censo elaborado por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), publicado hoy con datos de 2011, que revela que la edad media de la poblaci¨®n espa?ola ha aumentado en 1,5 a?os en la ¨²ltima d¨¦cada, de 40 en 2001 a 41,5 en 2011. Eso significa que tambi¨¦n se ha incrementado la tasa de dependencia, que es la relaci¨®n entre ciudadanos no activos (menores de 16 y mayores de 64) y los considerados no activos (de 16 a 64), que en 2010 se situaba en 0,485 y en 2011 subi¨® a 0,500. Es decir, que ahora solo hay dos personas en edad de trabajar para mantener a cada menor o jubilado.

El dato, que ya ser¨ªa preocupante en un contexto de bonanza econ¨®mica, puede generar alarma en este momento de crisis. ¡°Hace cinco a?os, cuando los ingresos del Estado eran altos, las arcas p¨²blicas pod¨ªan compensar este aumento de la tasa de dependencia para mantener las pensiones. Pero ahora ya no es as¨ª, con lo que la carga para los trabajadores es cada vez mayor¡±, asegura Jeroen Spijker, investigador del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos (CED) de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Si a esta coyuntura a?adimos la evidencia de que el gasto sanitario y en dependencia aumenta con el envejecimiento y que el Gobierno est¨¢ recortando precisamente en estas partidas, el panorama pinta a¨²n m¨¢s negro.

El gasto en pensiones crece mientras bajan los ingresos del Estado

No obstante, seg¨²n advierte el experto del CSIC Antonio Abell¨¢n, hay que analizar con cuidado la tasa de dependencia. "El riesgo es que se utilice para asustar: demasiados mayores para que cuadren las cuentas. La sostenibilidad del sistema de protecci¨®n depende por supuesto de la demograf¨ªa, pero tambi¨¦n de la productividad de los que est¨¢n trabajando y del n¨²mero de ocupados. Es decir, habr¨ªa que poner el acento m¨¢s en crear empleo para esos activos que no pueden trabajar y lo desean, y en aumentar la productividad, que en mirar hacia el grupo de personas mayores y su abultada cifra.

Dos razones claras explican de manera general este proceso. Por un lado, el continuo descenso en la tasa de fecundidad, que en este momento se sit¨²a en 1,35 hijos por mujer, seg¨²n los ¨²ltimos datos del INE. Y por otro, el aumento de la esperanza de vida, cifrada en 79,1 a?os para los hombres y 84,9 para las mujeres. Y una tercera causa explica el agravamiento en la ¨²ltima d¨¦cada: el envejecimiento de la generaci¨®n del baby boom espa?ol, nacida entre los a?os 40 y 70 del siglo pasado.

El aumento del n¨²mero
de extranjeros no ha podido
frenar el proceso

No hay perspectivas de que el proceso se vaya a detener en los pr¨®ximos a?os, fundamentalmente por la mejora de la salud y porque la gente mayor envejece de una forma cada vez m¨¢s activa. Por otro lado, habr¨¢ que esperar a ver qu¨¦ efecto tienen algunos cambios de h¨¢bitos de las mujeres en las ¨²ltimas d¨¦cadas, especialmente porque la generaci¨®n que ahora es mayor no fumaba. ¡°Posiblemente esta variable reduzca la diferencia de esperanza de vida entre hombres y mujeres, aunque no sabemos si esta llegar¨¢ a modificar el par¨¢metro general¡±, comenta Spijker.

Las zonas m¨¢s envejecidas son el noroeste peninsular, mientras que las m¨¢s j¨®venes se encuentran en las islas y el sureste. Destaca Asturias, con una edad media de 46,3 a?os. Desde 2001, la comunidad que m¨¢s ha envejecido es Canarias, seguida de Galicia, Extremadura y Asturias.

Inmigraci¨®n masiva. Ni siquiera la importante entrada de extranjeros en la ¨²ltima d¨¦cada, mayoritariamente m¨¢s j¨®venes, ha podido frenar el envejecimiento. Seg¨²n los datos publicados hoy, el 1 de noviembre de 2011 la poblaci¨®n espa?ola alcanz¨® los 46.815.916 habitantes, casi seis millones m¨¢s de los que registraba el censo anterior del INE, elaborado en 2001. Esto supone un incremento del 14,6%, el mayor en una d¨¦cada registrado en Espa?a, que en realidad no se debe al aumento de espa?oles sino a la llegada de miles de inmigrantes.

En concreto, la poblaci¨®n extranjera creci¨® en m¨¢s de tres millones y medio, hasta alcanzar los 5,2 millones. Destaca el incremento de rumanos y marroqu¨ªes en t¨¦rminos absolutos y el de paraguayos, bolivianos y rumanos en t¨¦rminos relativos. En cambio, el n¨²mero de espa?oles subi¨® mucho menos: de poco m¨¢s de 39 millones en 2001 a 41,5 en 2011.

El noroeste crece menos. El incremento de poblaci¨®n se ha producido en todas las comunidades, aunque se ha distribuido de una manera muy desigual. Las islas y el Levante han registrado un mayor incremento, mientras que en el noroeste peninsular ha sido menor.

En cuanto a las provincias, Guadalajara con un incremento del 47% ha sido la que m¨¢s ha crecido seguida de Girona con un 33% y Tarragona con un 32%. Solo cuatro han perdido poblaci¨®n: Zamora, Ourense, Lugo y Palencia.

Auge de las ciudades medianas. Los datos muestran tambi¨¦n una tendencia ya observada en el censo de 2001: que la poblaci¨®n disminuye en los municipios peque?os, pero tambi¨¦n en los grandes, mientras que aumenta en los medianos. Los de 50.000 a 100.000 son los que presentan el crecimiento m¨¢s acusado, con un incremento de poblaci¨®n del 38,4%.

Los municipios donde m¨¢s ha descendido la poblaci¨®n en cifras absolutas son C¨¢diz, que pierde 9.349 habitantes, Ferrol (A Coru?a), con 6.260 menos, y Mieres (Asturias), que pierde 5.294. Los que m¨¢s han crecido en t¨¦rminos absolutos son Madrid (+259.922 habitantes), Barcelona (+107.129) y Palma de Mallorca (+68.243).

El ¨¦xodo rural contin¨²a. La poblaci¨®n en los municipios de menos de 2.000 habitantes baj¨® un 6,2%, de un total 2.997.457 en 2001 a 2.811.268 en 2011. La mayor p¨¦rdida la registraron los de 1.000 a 2.000 habitantes, con un descenso del 7,9%. Los de menos de 100 habitantes son una salvedad: su poblaci¨®n aument¨® en casi 8.000 personas, un 12,9%.