La universidad ¡®online¡¯ tiende puentes hacia el empleo

Andrew Ng y Daphne Koller, dos profesores de Stanford, se aventuraron hace a?o y medio a crear Coursera, la primera plataforma de cursos gratuitos a trav¨¦s de Internet que ha reunido a m¨¢s de una docena de universidades estadounidenses. Intriga y escepticismo rodearon sus comienzos, tanto por parte de sus estudiantes potenciales como del profesorado. Pero despu¨¦s llegaron Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT), las dos instituciones m¨¢s prestigiosas del pa¨ªs, con su propia versi¨®n, EdX. Aquel anuncio, en la primavera de 2012, confirmaba avances de una educaci¨®n online que ya ha llegado hasta Espa?a.

Hace una semana, Coursera dio otro paso que, seg¨²n Ng, es tan ¡°natural¡± como la creaci¨®n de la plataforma: conectar a los estudiantes con ofertas de empleo. ¡°Desde el primer d¨ªa hemos recibido solicitudes por parte de empresas que quer¨ªan contratar a aquellos estudiantes que estuvieran obteniendo los mejores resultados¡±, cuenta Ng desde San Francisco. ¡°Pero tambi¨¦n recib¨ªamos mensajes de alumnos que dec¨ªan haber conseguido un trabajo porque en su curr¨ªculum estaba el certificado de Coursera¡±.

El nuevo servicio permite a cualquier empresario acceder a una lista de posibles candidatos para el puesto de trabajo que oferta y saber los resultados que han obtenido en sus cursos. Los alumnos pueden registrarse voluntariamente o solicitar que no se comparta su informaci¨®n acad¨¦mica. Una vez que la empresa ha elegido al alumno, Coursera hace de intermediaria -como due?a de la informaci¨®n- y contacta con ¨¦l para saber si est¨¢ interesado en la oferta. Las empresas despu¨¦s pagan a Coursera una cuota por cada contacto y la universidad que ofrece las clases en las que particip¨® el alumno tambi¨¦n recibe un porcentaje.

¡°Nuestro principal incentivo ha sido servir a los estudiantes, no a las empresas¡±, dice Ng. Afirma que la mayor¨ªa de los participantes recurren a la plataforma porque quieren conseguir un trabajo mejor o ascender dentro de su propia empresa. El nuevo servicio permite identificar a los estudiantes con mejores notas y conectarles con las empresas que busquen empleados. ¡°Los alumnos saben que cuanto m¨¢s alto sea su nivel, m¨¢s posibilidades tienen de obtener un puesto de trabajo¡±, dice Ng.

En Espa?a, UnX, el proyecto de la UNED en colaboraci¨®n con MIT que supone la primera iniciativa para ofrecer gratuitamente cursos superiores en espa?ol a trav¨¦s de la red, plantea una herramienta similar. Su director, Daniel Torres, asegura que el componente social de las clases hace inevitable que en un futuro pr¨®ximo se conviertan en un puente para conectar a los alumnos con bolsas de empleo especialmente en un contexto de crisis econ¨®mica que ya ha despertado inter¨¦s en estas iniciativas. ¡°El usuario ve que existe potencial en esa comunidad de estudiantes en cuanto hay un servicio real para ¨¦l¡±, comenta Torres.

UnX prev¨¦ incorporar herramientas para conectar a alumnos con ofertas de empleo a comienzos de 2013 y estudia en estos momentos la posibilidad de convertirlo tambi¨¦n en una fuente de financiaci¨®n. Las empresas podr¨ªan darse de alta en la plataforma de cursos e identificarse como entidad interesada en la contrataci¨®n de trabajadores, por lo que pagar¨ªan una peque?a tarifa. ¡°Las compa?¨ªas que participan en esas plataformas tambi¨¦n invierten en imagen. No solo est¨¢n diciendo que buscan empleados, tambi¨¦n que tienen cierta sensibilidad para este tipo de avances¡±, dice Torres.

Sin embargo, para Carolina Jeux, CEO de Telefonica Learning Services -aliado de la UNED junto a Universia-, uno de los principales atractivos para las empresas ser¨¢ la filtraci¨®n de candidatos para un determinado puesto de trabajo. ¡°Los estudiantes que participan en estos cursos se est¨¢n diferenciando del resto¡±, asegura Jeux. ¡°Las nuevas plataformas de educaci¨®n online revelan qui¨¦n est¨¢ interesado en el aprendizaje continuo y eso tiene un valor importante para el empresario que estudia esos candidatos¡±.

UnX y Coursera defienden que los empresarios aprecian la iniciativa de cualquier aspirante a un puesto de empleo, as¨ª como el compromiso con el aprendizaje y la disciplina que son necesarios para participar y terminar estos cursos en los que el estudiante muchas veces impone desde el ritmo al que quiere aprender hasta el grado de dificultad que quiere supera.

Seg¨²n Ng, uno de los detalles que m¨¢s buscan es el nivel de participaci¨®n de los alumnos en los foros de conversaci¨®n de los cursos, qui¨¦nes son m¨¢s interactivos y hacen m¨¢s aportaciones, y la recepci¨®n que han tenido sus comentarios entre otros participantes. ¡°Los empresarios saben as¨ª qu¨¦ candidatos podr¨¢n comunicarse mejor con el resto de empleados o las cualidades que se ajustan a los requerimientos del puesto¡±, dice Ng. De momento, la plataforma de empleo ha estado limitada a aquellas personas que participasen en uno de sus cursos de inform¨¢tica, pero pronto estar¨¢ disponible en m¨¢s ¨¢reas ¡°porque el producto ya ha alcanzado el punto de madurez necesario¡±.

Ng reconoce que tanto Coursera como las universidades necesitan asegurarse una fuente de ingresos de cara al futuro. La mayor¨ªa de empresas de educaci¨®n surgidas en los ¨²ltimos dos a?os todav¨ªa no tienen garantizada la supervivencia por la falta de un modelo de negocio sostenible. Por otro lado, las mayores universidades de Estados Unidos, como en otros pa¨ªses, han elevado el precio de sus matr¨ªculas y pierden alumnos a?o tras a?o. ¡°El servicio de empleo es un fuente de ingresos¡±, admite Ng, que parece navegar por la incertidumbre del momento convencido de que la soluci¨®n estar¨¢ en multiplicar esas fuentes en varios modelos.

Pero nunca cobrar¨¢n a los estudiantes. ¡°Muchas veces nos preguntan por qu¨¦ no cobramos siquiera cinco d¨®lares por cada curso¡±, dice Ng. ¡°Yo siempre les contesto que hay millones de personas en todo el mundo que no disponen de esa cantidad, otros tienen 10 d¨®lares, pero no una tarjeta de cr¨¦dito para pagarnos¡±. As¨ª que los ingresos tendr¨¢n que llegar por otras v¨ªas, como la venta de contenido educativo a las universidades. El plan de Coursera -como tambi¨¦n lo estudia MIT o Harvard- es que los profesores pidan a los alumnos que consulten los v¨ªdeos y lecciones que hay publicadas en Coursera y dediquen el tiempo de clases presenciales a debates y asesoramiento individual que enriquezca su experiencia de una manera que no puede hacerlo internet.