¡°Si no fuera por este m¨¦dico no s¨¦ c¨®mo har¨ªamos para recibir asistencia¡±
Fatma, inmigrante sin papeles, tiene atenci¨®n gracias a un facultativo objetor
¡°Los m¨¦dicos no podemos dejar de atender a nuestros pacientes. Que se nos obligue a hacerlo nos supone un conflicto ¨¦tico¡±. Abel Novoa, m¨¦dico de familia en Alguazas (Murcia), lo tuvo muy claro desde el principio: no cumplir¨ªa la reforma sanitaria del Gobierno, que implica negar la asistencia normalizada a los inmigrantes sin papeles. ?l es uno de los m¨¢s de 2.200 profesionales sanitarios que han objetado ¡ªy as¨ª lo han notificado a las autoridades¡ª al decreto del Ejecutivo de Mariano Rajoy, que pretende cobrar a los extranjeros en situaci¨®n irregular por una asistencia que hasta el 1 de septiembre ten¨ªan de manera gratuita. Desde entonces, en muchas comunidades aut¨®nomas ¡ªlas que no han establecido herramientas para ampararles¡ª solo pueden acudir a urgencias y recibir atenci¨®n al parto y posparto.
La mujer, que lleg¨® a Murcia desde El Aai¨²n, padece artritis reumatoide
Fatma es una de sus pacientes. Su condici¨®n de sin papeles no ha cambiado eso. Padece artritis reumatoide, una enfermedad cr¨®nica, y necesita seguimiento m¨¦dico y f¨¢rmacos. La mujer, de 45 a?os, lleg¨® a Espa?a a principios de a?o desde El Aai¨²n, en el S¨¢hara occidental. Desde entonces vive con su hermano, Mohamed, que s¨ª est¨¢ en situaci¨®n regular y asentado desde hace tiempo en Murcia. La mujer explica que su enfermedad le causa grandes dolores y le agarrota el cuerpo. ¡°Hay veces que no puedo ni abrir un grifo y me cuesta much¨ªsimo caminar¡±, cuenta. Apenas chapurrea castellano. La traduce Mohamed. ¡°Si no fuera por el m¨¦dico, no s¨¦ como har¨ªamos. No podr¨ªamos ni acceder a los medicamentos¡±, explica el hombre. Fue ¨¦l quien habl¨® con el facultativo de ambos y le explic¨® la situaci¨®n de Fatma.
Y es as¨ª, gracias a Novoa, como sortean, por el momento, el peaje sanitario. La comunidad en la que viven, Murcia, es una de las que cumple a pies juntillas la medida del Gobierno. A pesar de que en agosto la Consejer¨ªa de Sanidad asegur¨® que nadie quedar¨ªa desatendido, la regi¨®n no ha establecido f¨®rmulas espec¨ªficas para atender a personas como Fatma. ¡°Desde septiembre, o antes cuando empez¨® a caducarles la tarjeta sanitaria, no se les renueva. Pero tampoco se les ha dado ning¨²n documento con el que puedan ir al centro de salud¡±, explica Novoa. ¡°Y no solo eso. Sus historias cl¨ªnicas desaparecieron del sistema, con lo que aunque estas personas vayan a urgencias no les podemos atender adecuadamente¡±, sigue.
Este profesional atiende a sus pacientes, tengan activa o no la tarjeta sanitaria. Les cita fuera de sus horas de consulta. ¡°Para no perjudicar a quienes est¨¢n citados¡±, dice. As¨ª, antes de que llegue el primer enfermo o al acabar con el ¨²ltimo, les examina y, como ha hecho con Fatma, les receta los medicamentos que necesitan. Ya no tienen acceso a la financiaci¨®n de los f¨¢rmacos ¡ªla sanidad cubre un porcentaje de algunos de ellos¡ª, pero al menos pueden comprar con receta aquellos que no se suministrar¨ªan sin la indicaci¨®n m¨¦dica. ¡°Gracias a eso y a que, de momento, los podemos pagar, mi hermana est¨¢ mejor¡±, dice Mohamed.
Cuando a Fatma le vuelva a dar uno de los brotes de su enfermedad, volver¨¢ a la consulta de Novoa. Entonces, este avisar¨¢ a un reumat¨®logo, tambi¨¦n objetor, que le har¨¢ una revisi¨®n m¨¢s especializada. El objetivo, explica, es atender a todos los pacientes de manera adecuada a trav¨¦s de esta red de profesionales que se niegan, por conciencia, a desatender a los sin papeles. Y como su caso hay otros en comunidades como Madrid, que tambi¨¦n aplica el decreto a rajatabla, y donde ha florecido el movimiento Yo s¨ª sanidad universal, donde tratan de agruparse.
Novoa cita a sus pacientes sin papeles antes o despu¨¦s de empezar la consulta
¡°Los sanitarios tenemos un papel en la sociedad que no se vincula solo al cumplimiento de nuestro trabajo en una instituci¨®n. Tambi¨¦n tenemos un compromiso con la sociedad. Antes que trabajadores de una empresa, sea p¨²blica o privada, somos m¨¦dicos y defendemos a nuestros pacientes de los intereses que atentan contra su derecho a la salud y contra su seguridad. Y la reforma que excluye a los inmigrantes en situaci¨®n irregular es un atentado claro¡±, dice Novoa.
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