¡°En el Ej¨¦rcito, ahorrar energ¨ªa salva vidas¡±
Thomas W. Hicks mira la botella de Coca-Cola y sonr¨ªe: ¡°Tiene az¨²car, como debe ser. En Estados Unidos la hacen con sirope de ma¨ªz. As¨ª que hay que venir a Europa a beber Coca-Cola aut¨¦ntica¡±. Hicks, de formaci¨®n ingeniero, es el responsable en la Marina de EE UU de ahorrar energ¨ªa y de buscar fuentes alternativas. Hace unos d¨ªas visit¨® Espa?a con su equipo para reunirse con la Armada espa?ola y con empresas de renovables (Acciona y Abengoa).
Pregunta. Un civil en el Pent¨¢gono que encima procede de la Agencia de Medio Ambiente. ?C¨®mo lo lleva?
Respuesta. El trabajo en el Pent¨¢gono no es tan emocionante como suena. En el Departamento de Defensa es muy distinto, hay mucha m¨¢s jerarqu¨ªa que en la Agencia de Medio Ambiente de EE UU. Aunque mi padre era militar de la Fuerza A¨¦rea y este mundo no me es desconocido.
P. ?Por qu¨¦ le preocupa al Pent¨¢gono el ahorro de energ¨ªa y las renovables? Parece algo de ecologistas.
R. No se trata de ser sostenibles o verdes [y se?ala su corbata, de ese color], sino de que nuestros equipos sean m¨¢s operativos. Nuestros marines en Afganist¨¢n, cuando sal¨ªan de misi¨®n, ten¨ªan que ser abastecidos con bater¨ªas cada tres d¨ªas. Ahora llevan unas mantas con c¨¦lulas fotovoltaicas que hacen que puedan recargar sus propias bater¨ªas. As¨ª pueden estar sin suministro durante tres semanas. Los Navy seals est¨¢n probando otros dispositivos que prefiero no comentar.
P. Las rutas de combustible han sido clave en la historia militar.
R. En la II Guerra Mundial, los alemanes acabaron produciendo un combustible para coches muy ineficiente a partir de carb¨®n debido a los problemas de suministro de petr¨®leo. Hoy d¨ªa, llevar combustible a Afganist¨¢n es costos¨ªsimo. Entre 40 y 400 d¨®lares cada gal¨®n [entre 8 y 80 euros por litro]. Pero hay un coste mucho mayor: por cada 50 convoyes de combustible, un marine resulta herido o muere. As¨ª que lo m¨¢s importante es que en el Ej¨¦rcito todo ahorro de energ¨ªa salva vidas.
P. ?Y en las bases?
R. Digamos que algunas de nuestras bases est¨¢n situadas en territorio donde no tenemos muchos amigos, as¨ª que debemos aspirar a conseguir la independencia energ¨¦tica de nuestras instalaciones. Ya tenemos coches el¨¦ctricos con placas solares en el techo que son muy buenas para la vida en la base, donde no se circula muy r¨¢pido, y que no hay ni que recargar. Para ese uso son ideales.
P. ?Y en los barcos? Usted trabaja en la Armada.
R. La energ¨ªa es un asunto clave. En la Armada de EE UU gastamos al a?o entre 5.000 y 6.000 millones de d¨®lares [entre 3.800 y 4.500 millones de euros] en la factura de energ¨ªa, as¨ª que el ahorro es fundamental, pero no es solo el dinero. Los barcos hay que abastecerlos de combustible una vez a la semana, aproximadamente. Si logramos abastecerlos solo tres veces al mes, habremos ganado tiempo en operaci¨®n y reducido su vulnerabilidad.
P. ?Y c¨®mo lo hacen?
R. Tenemos un listado de proyectos. Ya tenemos un barco con motor h¨ªbrido, el USS Makin Island. A menos de 12 nudos, la propulsi¨®n es el¨¦ctrica. En sus primeros seis meses ahorr¨® 17 millones de d¨®lares [12,9 millones de euros]. Tambi¨¦n investigamos en combustibles alternativos y en julio realizamos un gran ejercicio naval en Hawai en el que la flota usaba el 50% del carburante procedente de nuevas fuentes, como las algas.
P. Pero es m¨¢s caro.
R. Ahora s¨ª, pero creemos que en 2016 o 2017 estos combustibles ser¨¢n competitivos. Queremos avisar a nuestros aliados, que a veces usan nuestro carburante, de que esa mezcla al 50% es segura.
P. ?Solo el combustible?
R. Hay m¨¢s. Con un peque?o dispositivo en la popa de los buques mejoramos el rozamiento del barco con el agua y ahorramos hasta un 3% de combustible. La Armada espa?ola est¨¢ interesada.
P. Adem¨¢s no tienen problema con el presupuesto para investigar.
R. Los militares desarrollaron las pantallas planas o el GPS, dispositivos que luego tienen un amplio uso civil. La Marina siempre estuvo con las revoluciones. De la vela pasamos al carb¨®n, de ah¨ª al fuel y luego a la energ¨ªa nuclear. Es normal que estemos al frente de esta nueva revoluci¨®n.
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