Los secretos mejor guardados del ¨¢guila imperial ib¨¦rica
Un libro recoge toda la informaci¨®n disponible de la especie, en peligro de extinci¨®n, con fotograf¨ªas de Andoni Canela y textos del experto Mariano Gonz¨¢lez
Con el rabo entre las piernas, las orejas hacia atr¨¢s, el miedo reflejado en los ojos, un zorro intenta zafarse del violento ataque de un ¨¢guila imperial ib¨¦rica joven que lo acosa, agresiva y poderosa, con las alas y el pico abierto, en un grito amenazador. A 100 metros, el fot¨®grafo Andoni Canela es testigo de la tensi¨®n del momento y dispara su c¨¢mara, una, otra vez. ¡°Fue rizar el rizo, ni el zorro ni el ¨¢guila ten¨ªan que estar all¨ª y adem¨¢s estaban situados en el mismo plano y con buena luz¡±. ?Consigui¨® escapar? ¡°S¨ª, finalmente solo se llev¨® un picotazo, se lanz¨® hacia unos arbustos y logr¨® zafarse de sus garras¡±, responde Canela, el reconocido fot¨®grafo de la naturaleza autor de esta fotograf¨ªa y de las 129 restantes que ilustran la publicaci¨®n El ¨¢guila imperial ib¨¦rica. El resurgir de una especie amenazada, editada por la Fundaci¨®n BBVA y la Fundaci¨®n Amigos del ?guila Imperial, el lince ib¨¦rico y los espacios naturales protegidos.
Fue uno de los momentos m¨¢s memorables, ¡°aunque no el ¨²nico¡±, puntualiza, de los dos a?os que ha necesitado para fotografiar a la especie en su h¨¢bitat, parapetado durante horas y horas en un escondite, habitualmente hasta 16 horas en periodos de ocho a 10 d¨ªas. ¡°Es muy duro cuando esperas jornada tras jornada y no consigues ni una foto. En esta ocasi¨®n ten¨ªa todos los permisos y financiaci¨®n, vamos, los medios que me permit¨ªan dedicarle tiempo¡±, explica.
El resultado de su dedicaci¨®n aparece en el libro de 220 p¨¢ginas, con texto del experto en la especie y bi¨®logo Mariano Gonz¨¢lez, y en una aplicaci¨®n para iPad desarrollada por Canela, que desvelan los secretos de una especie end¨¦mica de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, que ha conseguido esquivar la desaparici¨®n y remontar el vuelo en los ¨²ltimos a?os, aunque sigue en el cat¨¢logo de especies amenazadas en la categor¨ªa reina: en peligro de extinci¨®n.
Las im¨¢genes muestran al ¨¢guila atacando a un buitre en pleno vuelo; ba?¨¢ndose (¡°algo muy complicado de ver¡±, dice Canela); luciendo sus diferentes plumajes, desde el blanco de los pollos al pajizo del inmaduro y el negro con un toque de blanco en las alas de la etapa adulta. Tambi¨¦n se ven fotograf¨ªas en el nido, cebando a los pollos; posado junto a un buitre o una cig¨¹e?a negra ¡ Y con ellas logra transmitir la potencia de un ave que pesa entre 2,5 y 3,5 kilos, mide entre 73 y 83 cent¨ªmetros de altura y tiene una envergadura con las alas abiertas de en torno a los dos metros y medio.
Canela recuerda como para conseguir la instant¨¢nea de un nido instalado en un enebro centenario se descolg¨® por un barranco con el objetivo y el tr¨ªpode atados a un acebuche. O ese momento en Sierra Morena en el que dej¨® de lado la sensatez y decidi¨® fotografiar, en plena tormenta el¨¦ctrica, a un ¨¢guila protegiendo a sus pollos en el nido. ¡°Normalmente lo que hago cuando me pilla una tormenta semejante as¨ª es dejar todo el material a cierta distancia y refugiarme lo mejor que puedo. Pero era un documento que sab¨ªa que iba a ser impresionante y decid¨ª hacer las instant¨¢neas con el tr¨ªpode, algo que es arriesgado porque puedes atraer un rayo¡±, explica.
Todo para que la especie sea conocida y lograr sacarla del caj¨®n de los animales protegidos. Algo que se conseguir¨¢ cuando se alcancen las 1.400 parejas reproductoras. De momento, en 2012, el censo ha llegado a las 350. Todo un ¨¦xito si se tiene en cuenta que a mediados del siglo pasado apenas surcaban los aires 50 parejas. El veneno, la caza, las enfermedades que diezmaron a los conejos, base de su dieta, propiciaron la situaci¨®n. Unos peligros que todav¨ªa est¨¢n ah¨ª: cada a?o mueren ejemplares v¨ªctimas de disparos, electrocutados en las torres de alta tensi¨®n o envenenados, a pesar de que el uso del veneno est¨¢ prohibido desde el a?o 1989.
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