El sentido de la reforma educativa
Se trata de una cuesti¨®n de criterio, prioridades y valores. La realidad es que la reforma Wert nos aleja de los formatos de ¨¦xito
Esta nueva reforma educativa que promueve el Ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deporte responde a los objetivos de c¨®mo quiere el PP que sea el futuro de la sociedad espa?ola, m¨¢s que a las metas que pudieran establecerse tras un an¨¢lisis riguroso de la situaci¨®n actual de la educaci¨®n en Espa?a.
El pre¨¢mbulo de los recortes ha conducido a la Educaci¨®n a un escenario muy dif¨ªcil, de aut¨¦ntica desestabilizaci¨®n de las condiciones b¨¢sicas del sistema, con un retroceso sin precedentes en los servicios necesarios para la escolarizaci¨®n del que dependen miles de familias en Espa?a. El aumento de ratios combinado con una reducci¨®n dr¨¢stica de profesores, se ha traducido en un descenso importante de los elementos que constituyen los pilares esenciales de calidad de cualquier sistema educativo. Por mucho que el Ministro Wert diga que esto no afecta a la calidad, es evidente que supone una regresi¨®n evidente.
Durante la pasada legislatura, el incremento presupuestario junto a las medidas de atenci¨®n, prevenci¨®n y refuerzo, han sido el punto de apoyo para lograr superar la tasa del 30% del abandono escolar hasta cifras cercanas al 25%. La realidad es que tras a?os de impulso sostenido de la inversi¨®n dedicada a educaci¨®n, Espa?a hab¨ªa alcanzado un porcentaje respecto al PIB bastante aceptable para nuestro nivel de desarrollo. Somos, junto a Corea, el pa¨ªs que m¨¢s ha progresado en los ¨²ltimos a?os seg¨²n la propia OCDE, logrado con un alto grado de cohesi¨®n de equidad. Este es un gran logro al que nuestra sociedad no puede renunciar bajo la coartada de la reducci¨®n del d¨¦ficit, la b¨²squeda de una falsa eficiencia en la educaci¨®n y que en todo caso su salvaguarda, debe ser la prioridad de toda reforma.
Los socialistas hemos estado siempre dispuestos a participar en cualquier debate sobre los mecanismos de mejora para la educaci¨®n como sistema p¨²blico en nuestro pa¨ªs; es m¨¢s, la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n supuso un gran acuerdo con la comunidad educativa y la mayor¨ªa de los grupos en el parlamento y es el fruto de un trabajo de diagn¨®stico serio y compartido de la situaci¨®n y los objetivos que deb¨ªamos asumir como sociedad. M¨¢s a¨²n, la pasada legislatura promovimos un pacto social y pol¨ªtico por la educaci¨®n desde una sincera voluntad de buscar medios para mejorar y, a pesar del rechazo por motivos electoralistas del PP, pusimos en marcha aquellas conclusiones que se obtuvieron del di¨¢logo.
Un Di¨¢logo que ha estado ausente en la elaboraci¨®n del anteproyecto de la LOMCE y que consecuentemente, se traduce en unas propuestas que nos alejan de los retos del futuro, de los modelos internacionales de mayor ¨¦xito escolar y que nos devuelve a un esquema caduco que destierra la formaci¨®n c¨ªvica para todos y abre la puerta a las rev¨¢lidas. Medidas como la segregaci¨®n temprana y la acumulaci¨®n de pruebas sin duda van a producir un incremento del abandono prematuro y del propio fracaso escolar. M¨¢s a¨²n si se mantienen los recortes, las reducciones de plantilla y el aumento de alumnos por aula, encontraremos que, frente a lo declarado por el Ministerio, en realidad caminamos en el sentido contrario a la mejora del abandono escolar. Nos encontramos por tanto, con una propuesta ineficaz en el ¨¢mbito de la calidad pero certera en su servicio a posiciones ideol¨®gicas conservadoras que han supuesto la definitiva eliminaci¨®n de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, la imposici¨®n del estatus de la religi¨®n con alternativa evaluable o protegiendo la educaci¨®n que separa por sexo con fondos p¨²blicos.
Recortes y LOMCE son parte de un mismo plan que no responde a ninguna exigencia coherente, sino a una deliberada voluntad de convertir al sistema educativo en un medio para la separaci¨®n y la selecci¨®n social. Un cambio por el cual un sistema que da oportunidades pase a ser un mecanismo m¨¢s de exclusi¨®n. As¨ª explicamos las sucesivas rev¨¢lidas, el amparo para los conciertos educativos y la separaci¨®n temprana del alumnado con itinerarios muy cerrados. Unas rev¨¢lidas que adem¨¢s ponen en duda la labor de los docentes, que busca controlar sus trabajos mediante pruebas externas, convirtiendo nuestros centros educativos en meras academias para preparar evaluaciones selectivas. El anteproyecto de la LOMCE ignora que los profesores constituyen el punto de apoyo indispensable para lograr los cambios m¨¢s importantes de la educaci¨®n y poder avanzar en resultados acad¨¦micos y en la formaci¨®n integral de nuestros alumnos
Lo m¨¢s grave es que la nueva Ley amortiza avances indispensables que hab¨ªamos logrado para afrontar los retos del siglo XXI, desarrollar las competencias necesarias para una sociedad del conocimiento y de los mecanismos para aprender a lo largo de la vida. Efectivamente la lectura y la escritura son esenciales pero desde luego aumentando ratios, con menos profesores y menos atenci¨®n a la diversidad, no avanzaremos. Esto generar¨¢ problemas de organizaci¨®n y escasos resultados. Hubiera sido m¨¢s eficaz concentrar los desdobles y el refuerzo de profesores de apoyo en estas materias.
Tal vez uno de los cap¨ªtulos m¨¢s graves de este anteproyecto es la instrumentalizaci¨®n de la presencia y el valor de las lenguas cooficiales como arma arrojadiza al servicio de los intereses electoralistas del PP. M¨¢s all¨¢ de los momentos poco edificantes que el Ministro Wert nos ha regalado en el Congreso, no podemos ocultar que existe una deliberada voluntad de agresi¨®n a las lenguas cooficiales y hacer que el Estado se desentienda de las mismas, ignorando su papel esencial a favor de la integraci¨®n y la convivencia. La lengua es tambi¨¦n un arma poderosa de convivencia a la que no podemos desterrar fuera de la vida escolar.
En campa?a los socialistas hablamos mucho de un MIR educativo para avanzar en la formaci¨®n inicial, y progresiva del profesorado que quede asociada a una carrera coherente y atractiva. Sabemos que el punto de apoyo esencial para la mejora es un profesorado con la mejor formaci¨®n inicial y continua, as¨ª como tener un sistema capaz de entender la diversidad dentro de la misma aula, que la sociedad de la informaci¨®n ha llegado con fuerza al aprendizaje y que los resultados en PISA tienen mucho que ver con su origen socioecon¨®mico. Estos son los elementos de los debates del futuro y no la carrera de obst¨¢culos que propone Wert. Sin duda, la autonom¨ªa de los centros es una v¨ªa de trabajo imprescindible que m¨¢s que un cap¨ªtulo legislativo debe formar parte de una cultura compartida por administraciones educativas, padres y docentes. Nada tiene que ver la posibilidad de crear rankings o centros de excelencia que pueden seleccionar a sus alumnos con trabajar a favor de un modelo de mayor autonom¨ªa. Un centro debe tenerla para diagnosticar su situaci¨®n, establecer objetivos y poder implicar a la comunidad educativa en su logro. Para ello las administraciones deben alentar y ayudar e incluso exigir, pero no someter a una competici¨®n de resultados que no reflejan el esfuerzo real del centro. La supuesta autonom¨ªa recogida en la LOMCE no supone un avance sino una excusa para dar m¨¢s responsabilidad a directores de centros, seleccionados a dedo y someter a una presi¨®n creciente a los docentes.
Esta reforma nos aleja de Europa en un momento en el que se presentan con fuerza modelos diferentes de gobernar. Mientras Wert se dedica a despedir a miles de profesores este curso, Hollande acomete el impulso de 40.000 nuevos docentes; mientras Espa?a elimina Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, la mayor parte de los pa¨ªses de la UE, impulsa y le otorga mayor peso como asignatura porque son conscientes de que un aprendizaje c¨ªvico hace ciudadanos m¨¢s conscientes y preparados para vivir en una sociedad plural, capaces de ver en los cambios sociales las oportunidades del progreso futuro.
Se trata de una cuesti¨®n de criterio, prioridades y valores. La realidad es que la reforma Wert nos aleja de los formatos de ¨¦xito, acerc¨¢ndonos a un modelo m¨¢s injusto con procedimientos caducos y segregadores y con una deriva hacia la privatizaci¨®n general del sistema como ya podemos observar en la Comunidad de Madrid. Esto no quiere decir que se puedan (y se deba) realizar mejoras en el sistema ni que todo lo legislado por los gobiernos socialistas sea mejor que lo que ahora se propone pero s¨ª exige una voluntad en el ejercicio de la reforma que demuestre la consecuci¨®n de un bien com¨²n en nuestro pa¨ªs como es la educaci¨®n de los ciudadanos. El PSOE nunca podr¨¢ estar de acuerdo con una Ley que parte de supuestos tan negativos que no busca proteger el alto grado de equidad alcanzado hasta ahora por el sistema de ense?anza p¨²blica en nuestro pa¨ªs, que desenfoca las prioridades de la Educaci¨®n como la mejor inversi¨®n en capital humano para el progreso de la sociedad, que la convierte en terreno abonado del mercado y que nos aleja inexorablemente de los objetivos acordados en la Estrategia 2020.
Maria del Mar Villafranca es Secretaria de Educaci¨®n y Cultura del PSOE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.