¡°Fue un ejemplo para la libertad y el renacimiento de la democracia en Italia¡±
Italia despide a Rita Levi-Montalcini, una de sus cient¨ªficas y senadoras vitalicias m¨¢s admirada Su sobrina: "Segu¨ªa estudiando, pero con menor obstinaci¨®n¡±
¡°Es como si se quedara dormida. No, no estaba enferma. Solo se ha apagado, como puede apagarse una existencia larga y laboriosa, que fue feliz sobre todo en los momentos de trabajo¡±, dice al diario turin¨¦s La Stampa Piera Levi-Montalcini, sobrina de la gran cient¨ªfica fallecida hoy a la edad de 103 a?os.
Premio Nobel de Medicina (1986), senadora vitalicia de la Rep¨²blica desde 2001, Rita Levi-Montalcini naci¨® en Tur¨ªn en 1909 y all¨ª se licenci¨® en el Instituto de Anatom¨ªa, donde empez¨® a estudiar el sistema nervoso. En 1938, el r¨¦gimen de Benito Mussolini promulg¨® las leyes raciales que ¨C entre otras medidas discriminatorias ¨C prohib¨ªan estudiar a los jud¨ªos. Para seguir en su labor, se refugia en B¨¦lgica. Su fuga y la vida de clandestina sigue hasta que Italia se libera del fascismo, en abril de 1945.
En 1947 acude a la Washington University of Saint. Louis en Missouri (EEUU). Cuatro a?os m¨¢s tarde, viaja a Brasil para practicar experimentos en R¨ªo de Janeiro, donde, en diciembre de 1951, logra identificar el factor de crecimiento de las c¨¦lulas nerviosas. En 1969 se establece en Roma, donde durante dos d¨¦cadas dirigi¨® el Instituto de Biolog¨ªa Celular del Consejo Nacional de Investigaci¨®n (CNR, en su sigla italiana). En 1986, gana el premio Nobel. Hasta el final, a trav¨¦s de la fundaci¨®n que lleva su nombre, mantuvo un fuerte compromiso social y cient¨ªfico sobre todo para sostener la formaci¨®n de las mujeres de ?frica. En 2001, el entonces Presidente de la Rep¨²blica Carlo Azelio Ciampi, la nombr¨® senadora vitalicia por ¡°haber ilustrado la patria con alt¨ªsimos m¨¦ritos en el ¨¢mbito cient¨ªfico y social¡±.
Y hasta el final, estuvo estudiando. Dice su sobrina: ¡°Ya no trabajaba desde el alba, manten¨ªa ritmos m¨¢s calmados, segu¨ªa estudiando, pero con menor obstinaci¨®n, porque por su edad se cansaba muy r¨¢pido¡±.
La tristeza y el p¨¦same han sido un¨¢nimes en Italia. Para todos valgan las palabras del Jefe de Estado, Giorgio Napolitano: ¡°Se ha apagado una figura luminosa de la historia de la ciencia. Fue un s¨ªmbolo y un punto de referencia en la batalla para el avance social y c¨ªvico de las mujeres. La firmeza y la dignidad con las que eligi¨®, frente a las persecuciones raciales del fascismo, el dif¨ªcil camino del exilio, representaron un ejemplo extraordinario para la libertad y el renacimiento de la democracia en Italia. La seriedad y dedicaci¨®n con las que cumpli¨® con su funci¨®n de senador vitalicio la acercaron a¨²n m¨¢s, en el respeto y en el afecto, a las instituciones y a los italianos¡±.
Es verdad. Todo el pa¨ªs le tuvo mucho cari?o. Como se quiere a una abuela tierna y sabia. Como se estima a una intelectual iluminada e ir¨®nica (como ejemplo, titul¨® su autobiograf¨ªa Elogio de la imperfecci¨®n) y como se admira a una irreprensible y ¨¦tica senadora, que no se saltaba ni una sesi¨®n, a pesar de los achaques, sobre todo cuando el Gobierno de izquierdas, guiado por Romano Prodi entre 2006 y 2008, se sustentaba con poqu¨ªsimos votos de ventaja en la C¨¢mara Alta. Todo el mundo la recuerda, lenta y peque?a, levantarse de un esca?o de terciopelo que parec¨ªa inmenso, para depositar su voto en la urna y darle otro latido de vida al Ejecutivo.
¡°Existen personalidades destinadas a interpretar ideales. As¨ª fue para la Premio Nobel Levi-Montalcini, mente extraordinaria y con fuerza moral propia de las almas m¨¢s nobles. Su contribuci¨®n a la investigaci¨®n cient¨ªfica internacional, a la vida pol¨ªtica cultural de este pa¨ªs y, sobre todo, su inquebrantable capacidad de mirar al misterio de la vida con ojos laicos y serenos, hacen de ella una figura ¨²nica", ha expresado Piero Fassino, alcalde de su ciudad natal, antes a?adir: "Su profunda confianza en el futuro en las capacidades innovadoras del ser humano, su convencimiento en la igualdad entre personas y entre los g¨¦neros, hicieron de ella un ejemplo para todos¡±.
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