¡°Detr¨¢s de un cuadro existe un mundo mejor¡±

Serenidad, sosiego y templanza es lo que desprende Anna Cutler, primera directora del centro de ense?anza del museo de arte moderno Tate Modern de Londres. Durante los ¨²ltimos 20 a?os, esta inglesa ha trabajado en el ¨¢mbito educativo, pero su faceta interdisciplinar la ha llevado a ser directora de festivales, profesora de universidad, administradora e, incluso, productora.

¡°Siempre he estado rodeada de arte y no concibo mi vida sin ¨¦l¡±, comenta mientras se limpia las gafas. A Cutler le inspira cualquier cosa, desde una bolsa de pl¨¢stico en el suelo del mercado de Borough ¡ªa 15 minutos del museo¡ª a una miga de pan encima de un mantel; ¡°la belleza, para entenderla, hay que apreciarla¡±, comenta sonriente. Esta mujer risue?a se siente afortunada de poder decir sin miedo lo que siente. Considera que uno de los problemas de la sociedad es que ¡°solo quiere sobrevivir¡± y ha ca¨ªdo en la trampa de pensar que expresar los sentimientos es cosa de d¨¦biles.

Cutler ha estado recientemente en Madrid para dar una charla en la Fundaci¨®n Bot¨ªn sobre la importancia del impacto del aprendizaje en la vida cultural y la necesidad de involucrar a las personas en nuevos proyectos creativos. Durante la cena explica la importancia de la creatividad como apoyo a la formaci¨®n en los m¨¢s peque?os y la necesidad de apostar por nuevos sistemas educativos. Tiene tan interiorizada la importancia del proceso creativo en cualquier idea, que en su departamento, a orillas del T¨¢mesis, no sale adelante ning¨²n proyecto que quebrante este mantra.

Los ni?os son sus peque?os ¡°experimentos¡±, los utiliza como catalizadores de las nuevas formas de expresi¨®n y experimenta con ellos la viabilidad de sus nuevas iniciativas. ¡°Hacen tangibles nuestras ideas, muchas veces, demasiado abstractas para realizarlas¡±, comenta entre bocado y bocado de montaditos de queso y carne.

Cutler habla de su segunda pasi¨®n: su familia. Se le cae la baba con ellos. Presume de la pasi¨®n de su hija por la literatura. ¡°Le gustar¨ªa dedicarse a ello¡±, comenta mientras sorbe su caf¨¦ y aprovecha este comentario para desahogarse sobre el sistema educativo en general. ¡°Hoy los colegios intentan encarrilar a los alumnos hacia lo que se les da bien¡±. ¡°Los listos, a ciencias, y los tontos, a letras. Una l¨®gica propia de la Edad Media¡±, comenta con soslayo.

Tras varios minutos despotricando sobre la escuela, su malestar desaparece en cuanto habla de su hijo Sam. Un chico al que define como parlach¨ªn y muy divertido.

Esta inspiradora mujer reconoce que no sabr¨ªa qu¨¦ hacer si no tuviese cerca a los suyos. Cuenta que fue su progenitor quien le ense?o ¡°a cuidar y apostar¡± por lo m¨¢s importante. ?l lo hizo con el arte y su familia. Cutler comenta que su padre fue ¡°un mecenas obrero¡± que invirti¨® la mitad de sus ahorros en la educaci¨®n de sus hijos y la otra mitad en visitar galer¨ªas de arte. ¡°La pintura le hac¨ªa so?ar, evadirse y pensaba que si alguien hab¨ªa pintado un cuadro era no solo porque se lo hab¨ªa imaginado, sino porque detr¨¢s de ese lienzo exist¨ªa un mundo mejor¡±. Algo que, seg¨²n esta directora, se puede conseguir mientras existan personas valientes e inconformistas con ganas de luchar.