Las impresoras 3D llevan la f¨¢brica a casa
La reproducci¨®n de objetos salta de la industria al hogar empujada por la r¨¢pida ca¨ªda de precios Ya se hacen ecograf¨ªas, l¨¢mparas o cart¨ªlagos humanos Los f¨¢rmacos y las armas plantean otros retos
![Desde hamburguesas a ropa, todo es susceptible de ser copiado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HX65GEN2CQTPJBAVUVVFPRUFXM.jpg?auth=a6eb34e3c37f00517def73ba8c0fd46e6849616e762ada0525daa168599cc506&width=414)
Albert Arjona se paga el m¨¢ster con un negocio casero. Imprime ecograf¨ªas de embarazos con su impresora 3D. ¡°Sesenta euros con IVA y portes incluidos¡±, dice el barcelon¨¦s.
Desde que en 1995 a los estudiantes del MIT Tim Anderson y Jim Bredt se les ocurriera destripar una impresora para sustituir la inyecci¨®n de tinta por un polvillo, las impresoras 3D han saltado de la gran industria al entorno dom¨¦stico. No es a¨²n lo habitual, pero pronto lo ser¨¢. La acelerada ca¨ªda de sus costes, a una velocidad que no conocieron el ordenador ni la impresora l¨¢ser, hace prever que en una d¨¦cada la impresora 3D ser¨¢ tan popular en los hogares como lo es hoy la convencional. Mientras tanto, la industria farmac¨¦utica y m¨¦dica aplica las impresoras 3D para sus investigaciones. Tambi¨¦n despachos de profesionales la incorporan para abaratar costes o ganar tiempo en sus proyectos.
Gracias a la inyecci¨®n de pl¨¢stico l¨ªquido o polvo de arena, de una de estas impresoras salen pr¨®tesis dentales o utensilios para el hogar pero, a diferencia de la impresora convencional, su tama?o es fundamental. Un parachoques, por ejemplo, no podr¨¢ salir de una impresora del tama?o de un microondas. Hay que construirlas a medida, al menos para la industria.
En UltraSoun3dPrinted.com se ofrecen ecograf¨ªas tridimensionales. ¡°Coloqu¨¦ la p¨¢gina hace un mes y tengo una media de una petici¨®n por d¨ªa¡±, dice Arjona, de 25 a?os. Medio a?o antes, este ingeniero mec¨¢nico no ten¨ªa ni idea de impresoras 3D. ¡°Hab¨ªa le¨ªdo bastante, pero nada pr¨¢ctico. Un fin de semana me fui a la tienda Reprap.com de Barcelona y sal¨ª con una bajo el brazo¡±. El cursillo y las piezas del aparato le costaron 900 euros en total. ¡°Un amigo me hizo la web y otro me ayud¨® a montar la impresora. Coste cero y ahora me ayuda a pagarme mi m¨¢ster de dise?o mec¨¢nico¡±. Arjona tarda unas cuatro horas en imprimir la ecograf¨ªa al tama?o de 100 mil¨ªmetros.
El tejano Cory Wilson tambi¨¦n vio pronto en las impresoras tridimensionales una aplicaci¨®n con futuro: la reproducci¨®n casera de pistolas. Su Wiki Weapon Project consiste en crear el dise?o de un arma de pl¨¢stico monouso de calibre 22 para que cualquiera se lo descargue.
Para lo bueno y para lo malo, parece que el futuro de la impresora 3D es esplendoroso. ¡°Habr¨¢ que esperar por lo menos 10 a?os para crear ¨®rganos humanos funcionales¡±, anuncia Shaochen Chen, profesor de nanoingenier¨ªa en San Diego (EE UU). ¡°El pr¨®ximo campo de batalla de la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo ser¨¢ la impresora 3D¡±, pronostica Marc Goodman, director de Future Crimes Institute.
Roger Uceda lleva 15 a?os trabajando en el futuro. Es el responsable de la tienda Repcapbcn.com, dependiente de la Fundaci¨®n CIM, de la catalana Universidad Polit¨¦cnica. ¡°Lo novedoso es el salto de la industria al consumo, si no privado, s¨ª a los despachos profesionales y peque?os negocios¡±, explica Uceda. ¡°Con estas impresoras, la industria acortaba el desarrollo de un producto, pero la peque?a empresa a¨²n no se las pod¨ªa permitir. Al comienzo estos aparatos costaban un mill¨®n de euros, ahora su precio ha bajado a la quinta parte¡±.
Con esta ca¨ªda del coste, aumenta el negocio. ¡°Este a?o [por 2012] cerraremos con m¨¢s de 1.200 servicios¡±. Su impresora 3D industrial trabaja para empresas como Seat o Volkswagen. ¡°Las m¨¢quinas han bajado de precio, aunque los materiales no¡±. El caso suena a conocido: lo mismo que el de las impresoras convencionales y el precio de la tinta. ¡°El kilo de material sale a 200 euros, imposible para un particular¡±, reconoce Uceda.
La tecnolog¨ªa 3D avanza m¨¢s r¨¢pido que la del PC o la reproducci¨®n l¨¢ser
Otra cosa es el 3D con c¨®digo abierto. ¡°Esa es la revoluci¨®n¡±, afirma Uceda. Efectivamente, en su tienda cualquier curioso se puede llevar una impresora 3D por 600 euros. Y el coste del kilo de material baja a 20. ¡°La precisi¨®n¡±, advierte Ucede, ¡°no es igual a una industrial, pero suficiente para trabajos profesionales¡±. En 2012, m¨¢s de un centenar de personas se llevaron de esta tienda una impresora dom¨¦stica. ¡°Algunos compran las piezas y se la montan en casa, otros aqu¨ª¡±. En el blog de RepRap salen continuas actualizaciones de software para mejorar el rendimiento.
Con m¨¢quinas de c¨®digo abierto como las de Reprap, Arjona se mont¨® su negocio de ecograf¨ªas; pero los principales clientes de RepRapbcn son dise?adores, ingenieros y arquitectos. Como toda gran tecnolog¨ªa acarrear¨¢ nuevos profesionales y negocios, pero destruir¨¢ otros. Los cl¨¢sicos maquetistas son carne de ca?¨®n. ¡°Hace unas semanas llegaron un par de arquitectos franceses para seguir un cursillo¡±, cuenta Uceda. ¡°Comentaban que la maqueta de un edificio les costaba, aparte de mucho tiempo, entre 2.000 y 5.000 euros. A estudios de arquitectura o de dise?o les sale a cuenta tener una de estas m¨¢quinas¡±.
Frente al nacimiento de impresoras y repositorios de c¨®digo abierto, MakerBot es la primera empresa mundial que comercializa impresoras con licencia propietaria. Posee pr¨¢cticamente la cuarta parte del mercado mundial tanto de impresoras industriales como dom¨¦sticas. De su ¨²ltimo modelo, Replicator 2 ha vendido 13.000 unidades en un a?o a 1.660 euros. Los precios van bajando, mientras mejora la precisi¨®n. Replicator 2 consigue rebajar las capas de inyecci¨®n de 270 micras al centenar.
Como suele ocurrir con los nuevos negocios tecnol¨®gicos, los avances no est¨¢n protagonizados por los del mercado antiguo. HP, l¨ªder mundial de impresoras dom¨¦sticas, no tiene ning¨²n modelo 3D, como explican en su centro de investigaci¨®n de Sant Cugat (Barcelona).
Una impresora tridimensional dom¨¦stica cuesta menos de mil euros
La impresora es solo parte de la soluci¨®n. Tan importante como la m¨¢quina es el software, los dise?os. Thingiverse, dependiente del MakerBot, es el mayor repositorio de dise?os 3D en Internet. En cuatro a?os, la gente se ha descargado 8,5 millones de archivos entre un cat¨¢logo de 28.000 dise?os de objetos. En Thingiverse pueden encontrarse muebles para la Barbie, mu?ecos de Playm¨®vil, pero tambi¨¦n piezas industriales, objetos de decoraci¨®n o anillos de boda.
Shapeways vende el dise?o de objetos para que cada cual se los reproduzca en casa o los encargue. El p¨²blico elige un dise?o de l¨¢mpara o una pulsera, paga, se la descarga o la tienda se la reproduce y env¨ªa a casa. Se acab¨® el problema de los stocks.
El dise?ador canadiense Samuel Bernier es uno de los que coloca sus l¨¢mparas en esta tienda. ¡°Dise?¨¦ doce en diferentes colores, sin cambiar la estructura pero s¨ª la textura. Tardo entre 4 y 12 horas en hacerlas, pesan entre 50 y 100 gramos y me cuesta imprimirlas menos de 5 d¨®lares (3,7 euros)¡±. El precio para el p¨²blico supera los cien euros.
Pero el mayor desarrollo de las impresoras 3D es en la investigaci¨®n m¨¦dica y farmac¨¦utica. Organovo fue la primera empresa en comercializar una bioimpresora 3D, la NovoGen MMX. Su objetivo, reproducir tejidos humanos.
Las bioimpresoras reproducen tejidos y cart¨ªlagos humanos
Al principio, la idea era vender las m¨¢quinas a las farmac¨¦uticas, pero luego vio que era m¨¢s provechoso trabajar directamente por encargo. Pfizer y United Therapeutics son los primeros en confiar en ellos. Organovo ha hecho vasos sangu¨ªneos, tejidos y ha recreado tumores con sus impresoras 3D. En 2010 fue distinguida por la revista Time como una de las invenciones del a?o, y en 2012 la MIT Technology Review la incluye entre sus 50 m¨¢s innovadoras compa?¨ªas.
Sus bioimpresoras emplean tinta biol¨®gica formada por c¨¦lulas vivas para formar tejidos humanos. B¨¢sicamente, la biotinta es empleada para construir estructuras de c¨¦lulas 3D, capa por capa, para formar el tejido. Los investigadores m¨¦dicos aspiran a emplear estos tejidos como implantes en el cuerpo humano. En el departamento de Medicina Regenerativa de la universidad Wake Forest (Carolina del Norte) han conseguido reproducir piel en bioimpresoras que, colocada directamente sobre las heridas, logran la r¨¢pida cicatrizaci¨®n.
Tras participar en el desarrollo de Organovo, Andras Forgacs fund¨® Modern Meadow. La misma idea con diferente objetivo: reproducir carne, pero para consumo humano. Esta start-up, que de momento ha financiado el fil¨¢ntropo Peter Thiel con 350.000 d¨®lares (265.000 euros), pretende imprimir hamburguesas, aunque en una primera etapa se contenta con cueros de animales. Forgacs pretende, antes que acabar con el hambre, salvar al mundo de su destrucci¨®n medioambiental. La empresa recuerda que para producir una hamburguesa se necesitan 189 litros de agua y 22 metros cuadrados de terreno.
Los fabricantes de maquetas pueden ser de los grandes perjudicados
El padre de Forgacs, el doctor Gabor, explicaba en una de las conferencias TEDx que no se trataba de reproducir carne de pl¨¢stico. ¡°No es carne sint¨¦tica, es carne aut¨¦ntica porque est¨¢ hecha de sus mismas c¨¦lulas. Creo que la mejor palabra ser¨ªa vitrocarne¡±.
Modern Meadow promete pieles para el pr¨®ximo a?o, pues la estructura molecular de sus c¨¦lulas es bastante m¨¢s simple que la muscular. Para la carne no hay fechas, aunque seg¨²n algunos c¨¢lculos para lograrla se necesitar¨ªa una inversi¨®n de m¨¢s de cien millones de euros y, de momento, no cuentan ni con medio mill¨®n.
Las investigaciones m¨¦dicas tienen m¨¢s respaldo financiero, p¨²blico y privado, lo que redunda en unos avances para la investigaci¨®n, pero tambi¨¦n para la tecnolog¨ªa 3D. Hace un mes NanoLabs Parabon anunci¨® el desarrollo de un f¨¢rmaco para combatir un c¨¢ncer cerebral mortal. El f¨¢rmaco fue impreso con una t¨¦cnica de autoensamblaje del ADN; un programa inform¨¢tico de arrastrar y soltar dise?¨® el ADN.
¡°Lo que diferencia a nuestra nanotecnolog¨ªa de otras es la rapidez y la precisi¨®n¡±, explic¨® Steven Armentrout, de la norteamericana National Science Foundation. ¡°Podemos imprimir, mol¨¦cula por mol¨¦cula, el componente que queramos en cuesti¨®n de semanas y, a veces, de d¨ªas, a la medida del paciente¡±.
Si se logran con 3D medicinas individualizadas al tumor de cada persona mucho m¨¢s sencillo ser¨¢ enviar a la impresora de casa las recetas m¨¦dicas para que se conviertan en aspirinas. Y de la botica a la droga. Los carteles ya no tendr¨¢n que horadar m¨¢s la frontera de R¨ªo Grande para pasar la droga. Adi¨®s a mulas y camellos. Bastar¨¢ con colocar en Internet el dise?o del ¨²ltimo ¨¦xtasis para que, con una clave, se bajen el material en destino con la sola ayuda de una impresora 3D. ?Y el pago? El pago, con la moneda virtual Bitcoin ¡ªtotalmente al margen de vigilancia y autoridad monetaria¡ª. Para lo bueno y para malo, la fabricaci¨®n casera ser¨¢ en 3D.
En noviembre, la revista tecnol¨®gica Wired se qued¨® sin su director. Chris Anderson se ha ido a dirigir 3D Robotics. En medio public¨® el libro Fabricantes: La pr¨®xima revoluci¨®n industrial. ¡°En pocos a?os se vender¨¢n en los supermercados millones de impresoras 3D. Costar¨¢n 99 d¨®lares (74,7 euros) y cualquiera podr¨¢ tener una. Con ellas, las f¨¢bricas volver¨¢n a los hogares¡±.
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