¡°La privatizaci¨®n no tiene marcha atr¨¢s, y no hay estudios sobre ella¡±
El m¨¦dico opina que el debate sobre la externalizaci¨®n no debe ser solo econ¨®mico
El presidente de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa, Vicente Bertomeu, cree que el debate sobre la privatizaci¨®n se ha centrado demasiado en su coste, y que falta el de su eficacia. Para ¨¦l, como representante de una sociedad cient¨ªfica destinada a la ¡°aplicaci¨®n del conocimiento a beneficio del paciente y lejos de cualquier comportamiento corporativo¡±, esta es la clave de la discusi¨®n que se est¨¢ viviendo sobre todo en Madrid, pero tambi¨¦n en otras comunidades como la suya, la valenciana, o Castilla-La Mancha. ¡°No todo es cuesti¨®n de dinero. Los m¨¦dicos tenemos un doble compromiso ¨¦tico, primero, con el paciente, de que va a recibir el mejor tratamiento posible; segundo, con el sistema, para dar a los pacientes lo suficiente, pero no de m¨¢s¡± y as¨ª ahorrar.
El m¨¦dico, por tanto, pone el debate sobre la privatizaci¨®n no en el coste de la cama, sino en el de los tratamientos. Para decidir ¡°necesitamos datos objetivos sobre los resultados de la privada¡±. ¡°Nuestro objetivo es el paciente, y en ese sentido sabemos que no existen datos suficientes, y, si los hay, no se utilizan de forma objetiva para tomar decisiones independientes¡±, afirma Bertomeu por tel¨¦fono desde Alicante, donde es jefe de Cardiolog¨ªa del hospital de San Juan.
El problema de esta comparaci¨®n es la falta de datos por ambas partes. La privada siempre acude a ¡°la satisfacci¨®n, que es un dato muy valioso, pero como cardi¨®logo yo lo que quiero saber es la mortalidad y los reingresos¡±, comenta. Precisamente unos d¨ªas antes de la entrevista la Fundaci¨®n IDIS, vinculada a la patronal privada, hab¨ªa presentado su primer estudio sobre resultados, pero, como para dar la raz¨®n a Bertomeu, entre los 14 indicadores medidos no los hab¨ªa de cardiolog¨ªa.
Los pocos datos que hay no se utilizan de una forma objetiva¡±
Puesta esta base, para Bertomeu, quien como todos los profesionales sanitarios sigue con mucho inter¨¦s lo que est¨¢ sucediendo en Madrid, las protestas responden a ¡°un conflicto transversal, que ha contado con un gran respaldo de la poblaci¨®n¡±. ¡°No es ideol¨®gico, porque muchos de los que protestan tambi¨¦n son votantes del PP, pero las encuestas dicen que un 87% de las personas est¨¢n en contra de la llamada externalizaci¨®n. Nunca he visto una encuesta con esos niveles de acuerdo. A lo mejor si todo el mundo est¨¢ de acuerdo¡± en la oposici¨®n a las medidas de la Comunidad de Madrid ¡°es que van a tener raz¨®n¡±, afirma. ¡°Lo que est¨¢ claro es que las estrategias de marketing de las entidades de gesti¨®n privada no ha convencido a los profesionales¡±.
Porque no es solo informaci¨®n sobre resultados m¨¦dicos lo que echa en falta el experto. ¡°?Qu¨¦ pasa con la patolog¨ªa compleja que ellos no van a cubrir?¡±, dice refiri¨¦ndose a una de las cr¨ªticas cl¨¢sicas a las privadas: que tratan lo f¨¢cil y cuando llega lo complicado lo derivan a la p¨²blica. Aunque ¨¦l no lo vive como una cr¨ªtica, sino como una constataci¨®n de que ¡°si atienden aun ¨¢rea peque?a, de unas 150.000 personas, es l¨®gico que no tengan todas las especialidades¡±. Claro que el problema viene en c¨®mo se va a regular esa cooperaci¨®n: ¡°?Va a haber contratos con los hospitales de referencia? ?Qu¨¦ pasa con la formaci¨®n de especialidades de posgrado? Porque lo que no nos podemos permitir es el lujo de perder el sistema MIR¡±.
Pero estas son solo preguntas concretas sobre una reflexi¨®n m¨¢s general. ¡°A todo el mundo se le llena la boca con el papel de la I+D, pero no se ve d¨®nde est¨¢ con este modelo. Por eso los profesionales de forma mayoritaria y cohesionada est¨¢n en contra. Nuestro sistema p¨²blico es aceptado universalmente aunque tenga grandes posibilidades de mejora, y esa es una de las causas por la que todos pagamos impuestos. Lo que sorprende es que este sistema del que todos estamos tan orgullosos haya que transferir su gesti¨®n a terceros¡±, dice.
¡°Yo quiero saber de mortalidad y reingresos, no solo de satisfacci¨®n¡±
Y abunda en las posibilidades de mejora: ¡°Lo primero que habr¨ªa que hacer es implementar modelos, y algunos cambios que no son tan dif¨ªciles de adivinar, como establecer un sistema m¨¢s justo de adjudicaci¨®n de plazas y que se prime la competencia en el trabajo, a los mejores gestores. Si hace falta, se puede cambiar la ley de la funci¨®n publica. Es cierto que en los hospitales hay bolsas de ineficiencia, pero no hay normas que las atajen. Hace falta un acuerdo de todos los actores (sindicatos, gestores y profesionales), y lo que no puede ser es que los sindicatos ni ning¨²n otro protejan las bolsas de ineficiencia¡±.
Y concluye con otra reflexi¨®n. ¡°Externalizar a parte de la poblaci¨®n probablemente genere inequidades, sea porque con el nuevo modelo est¨¢n mejor atendidos ¡ªque no lo sabemos¡ª o porque est¨¢n peor¡±. Con un riesgo en estas medidas de externalizaci¨®n a?adido: ¡°Son de mucho calado, y no tienen marcha atr¨¢s¡±.
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