¡°Ser nativo digital es una actitud, no una condici¨®n¡±
El pedagogo cree que tabletas y tel¨¦fonos deben estar integrados en clase
El colombiano Otto Benavides visita Espa?a en el marco de un proyecto de investigaci¨®n de la Universidad de La Rioja sobre la aplicaci¨®n de la tecnolog¨ªa en educaci¨®n secundaria y ense?anza media. Nos citamos en el caf¨¦ Bret¨®n de Logro?o, uno de los establecimientos con mayor pedigr¨ª art¨ªstico de la ciudad, con sus propios cert¨¢menes literarios y de cortometrajes, y provisto siempre de buena prensa impresa; un s¨ªmbolo de la cultura m¨¢s anal¨®gica donde compartimos un tentempi¨¦ para hablar de tecnolog¨ªa digital.
A sus 70 a?os, Benavides es un hombre vital que aparenta 10 menos de los que tiene y conjuga la mirada incisiva de un emprendedor estadounidense con la elegancia y el car¨¢cter afable del latinoamericano refinado. Se considera un nativo digital: ¡°No importa la edad; ser un nativo digital es una actitud, no una condici¨®n. Mi mam¨¢ tiene 97 a?os, usa Skype y tambi¨¦n es nativa digital¡±. Benavides utiliza seis redes sociales, vive conectado a Internet 24 horas al d¨ªa y no da un paso sin su smartphone, su tableta y su port¨¢til. Es director del Centro de Recursos Acad¨¦micos de la NASA y del Centro de Recursos Educativos de la Universidad Estatal de California (Fresno, Estados Unidos); educador distinguido de Apple; y expresidente del Concejo Internacional de Medios Educativos.
Referencia mundial en la aplicaci¨®n de la tecnolog¨ªa a la educaci¨®n, abandera su particular cruzada contra la resistencia habitual de los profesores a que los alumnos usen el tel¨¦fono m¨®vil en clase: ¡°Trabajo para integrar los m¨®viles y tabletas en el aula. Estos dispositivos se inspiran en las pizarras que ten¨ªamos cuando ¨¦ramos peque?os y para los ni?os resulta muy natural usarlos de forma t¨¢ctil. Los estudiantes se involucran m¨¢s y el costo econ¨®mico es muy bajo. Pueden llevar todos los libros que necesitan metidos en una tableta y comunicarse con profesores a trav¨¦s del m¨®vil. Pero los profesores los ven como una distracci¨®n, no como una herramienta acad¨¦mica. Esto demora su implementaci¨®n, pero yo creo que en 10 a?os su uso ser¨¢ com¨²n en todo el mundo¡±.
Benavides sigue las lecturas de la misa en su iPad
Lo dice alguien que ha demostrado ser un visionario en la aplicaci¨®n tecnol¨®gica desde que a principios de los a?os noventa impulsara en Fresno el primer edificio conectado a Internet en una universidad de California. Cuestionado por el futuro, augura que el siguiente paso de las tabletas ser¨¢ el 3D: ¡°La clave ser¨¢n las tres dimensiones reales sin necesidad de gafas; esto lo veremos en menos de dos a?os. Y lo siguiente ser¨¢ la holograf¨ªa, con la posibilidad de proyectarme en otro lugar y visitar a alguien virtualmente, o proyectar en clase una batalla en 3D cuando se estudie una guerra; esto lo veremos en los pr¨®ximos 10 a?os¡±.
Otto Benavides emigr¨® de Colombia hace 37 a?os con la maleta cargada de temores a fracasar en una sociedad tan competitiva como la estadounidense. Pero ha terminado cumpliendo, y con nota, el sue?o americano. ¡°Eran los planes que ten¨ªa Dios para m¨ª. ?l nos pone donde quiere, es mi motor¡±, reconoce este hombre que profesa casi la misma fe en la tecnolog¨ªa que en el Todopoderoso. Cuando va a la iglesia, sigue la lectura de las sagradas escrituras con su iPad: ¡°Tengo tres versiones de la Biblia¡±, asegura.
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