Las nuevas guerras del agua se extienden por toda Espa?a

En Candeleda se puede escuchar el rumor del agua que corre por las canalizaciones que se abren en el empedrado de algunas de sus calles. Sin salir de este municipio al sur de ?vila y al pie de la sierra de Gredos, se puede visitar la garganta que abastece de este recurso natural a sus 5.200 habitantes y que en verano es lugar de ocio y ba?o. Este patrimonio es central en la vida de los candeledanos, que se han alzado en sonoras protestas ante la decisi¨®n del Ayuntamiento, gobernado por el PP, de privatizar la gesti¨®n integral del servicio de agua, que ahora depende del Consistorio.

¡°El agua no se vende, se defiende¡±, se le¨ªa en las chapas y las pancartas de los m¨¢s de 150 ciudadanos congregados en el sal¨®n de plenos del Ayuntamiento el pasado 9 de enero mientras sus pol¨ªticos debat¨ªan una moratoria del proceso, que fue rechazada. Algunos vecinos dicen que est¨¢n siendo v¨ªctimas de ¡°la burbuja h¨ªdrica¡±, en referencia al n¨²mero creciente de municipios que conceden la gesti¨®n total del suministro a empresas por largos periodos a cambio de un canon anual e inversiones en infraestructuras.

El crecimiento de esa ¡°burbuja h¨ªdrica¡± ha sido denunciado reiteradamente por la Asociaci¨®n Espa?ola de Operadores P¨²blicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas), que calcula que la gesti¨®n integral privada (desde la captaci¨®n al grifo y la depuraci¨®n) del agua se produce en m¨¢s de un 50% de municipios en Espa?a, de los que un 80% corresponden, aseguran, a empresas pertenecientes a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y Grupo Agbar, que tiene por accionistas mayoritarios a Suez Environnement (75,74%) y Caixa Holding (24,26%). ¡°Se acab¨® el ladrillo y hace falta dinero. Los Ayuntamientos tienen que hacer frente a gastos, inversiones y compromisos sin fondos. La soluci¨®n que proponen es vender aquello que vale dinero. Los servicios de agua son la ¨²ltima joya¡±, considera Luis Babiano, gerente de Aeopas. ¡°Las empresas se hacen con un mercado sin competencia local y con un usuario seguro¡±, a?ade.

La Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua, creada por el economista de la Universidad de Zaragoza Pedro Arrojo, calcula que un tercio de la poblaci¨®n espa?ola recibe el servicio de abastecimiento a trav¨¦s de gesti¨®n privada, y un 13% de empresas mixtas (p¨²blico-privadas). As¨ª se lo explic¨® Nuria Hern¨¢ndez, miembro de la fundaci¨®n, a los candeledanos en una charla informativa en diciembre. Hern¨¢ndez rebate los argumentos a favor de la privatizaci¨®n, pero advierte: ¡°Hay ejemplos de mala gesti¨®n p¨²blica y privada¡±. Esta organizaci¨®n reclama ¡°m¨¢s transparencia, participaci¨®n p¨²blica activa, con un regulador que compruebe la calidad del servicio, austeridad y responsabilidad¡±.

Los vecinos de Candeleda, en ?vila, intentan revertir la decisi¨®n municipal

En el municipio abulense de Candeleda, ¡°la gesti¨®n del agua da beneficios, no tiene sentido que la privaticen¡±, alega Pilar de Diego, portavoz de la plataforma contra la especulaci¨®n urban¨ªstica en el pueblo. De Diego cita los datos facilitados por el propio Consistorio al Ministerio de Hacienda: el municipio obtuvo un beneficio por esa gesti¨®n de casi 36.000 euros en 2011, m¨¢s de 44.000 en 2010 y 94.600 en 2009.

El alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa Monforte, asegura sin embargo que el servicio ¡°es deficitario¡±: ¡°No se est¨¢n imputando al agua gastos como el asfalto necesario cuando se abre una calle por aver¨ªa¡±, argumenta. El Ayuntamiento no tiene capacidad para gestionar el servicio ni para hacer la inversi¨®n necesaria, ¡°unos ocho o nueve millones de euros¡±. Asegura que la empresa ejercer¨¢ una ¡°gesti¨®n m¨¢s eficiente¡± y har¨¢ ¡°una inversi¨®n importante en infraestructuras¡±. El amplio periodo de concesi¨®n es para ¡°que pueda recuperarla¡±, a?ade.

El pliego de condiciones que ha aprobado dice que la empresa que gane el concurso ¡ªde las cinco que se han presentado, tres de ellas con grandes constructoras detr¨¢s¡ª, gestionar¨¢ el agua durante 30 a?os y deber¨¢ invertir 500.000 euros en construir y mejorar infraestructuras h¨ªdricas (cantidad lejana a esos millones que hacen falta).

El 75% de la inversi¨®n deber¨¢ ejecutarse en los dos primeros a?os y el resto antes del quinto. ¡°?Qu¨¦ pasar¨¢ los otros 25 a?os?¡±, se pregunta el exalcalde del PSOE, Miguel Hern¨¢ndez, ahora en la oposici¨®n. ¡°Es cierto que el modelo actual es mejorable, pero el Ayuntamiento podr¨ªa asumir las inversiones¡±, afirma.

Las empresas llevan el suministro en la mitad de las localidades espa?olas

En los corrillos del pueblo, la preocupaci¨®n es compartida: se perder¨¢ el control. Y por mucho tiempo. ¡°El agua es y ser¨¢ siempre p¨²blica, las instalaciones ser¨¢n p¨²blicas y el Ayuntamiento vigilar¨¢ la actuaci¨®n de la empresa¡±, contesta el alcalde, que opina que los ciudadanos ¡°est¨¢n manipulados¡±. Roque Gistau, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), que agrupa a empresas p¨²blicas, privadas y mixtas, dice en su web: ¡°En Espa?a, el agua no est¨¢ privatizada porque es un bien p¨²blico¡±. Se queja de que ¡°existe un exceso de operadores¡± y que hace falta ¡°crear una entidad de gesti¨®n mayor¡±. Una suerte de ente regulador independiente y que funcione en todo el pa¨ªs, que fije reglas claras y comunes. Babiano tambi¨¦n echa en falta este tipo de organismo: ¡°En Espa?a ni siquiera hay estad¨ªsticas p¨²blicas sobre el servicio de agua urbano¡±. A falta de otros mecanismos, la relaci¨®n entre empresas y Consistorios ¡ªla vigilancia, las obligaciones y las penalizaciones¡ª la fija el pliego de condiciones de cada concesi¨®n.

Al pie de la sierra de Gredos, el incremento de la factura es uno de los principales temores de los candeledanos. El pliego dice que a partir del tercer a?o las tarifas pueden subir y, aunque requiera la aprobaci¨®n del Consistorio, no creen que eso sea impedimento, a pesar de que alcalde asegura que no cree que vaya a subir m¨¢s de 2% o un 4%,

Sin embargo, los vecinos tienen el caso reciente de Huelva, donde el Ayuntamiento ha aceptado la subida de las tasas (10,3% en 2013) propuesta por empresa mixta Emahsa, Empresa Municipal de Aguas de Huelva, de la que el 49% pertenece a Aquagest, compa?¨ªa del grupo Agbar. En un comunicado, la empresa lo justifica por la ca¨ªda del consumo debido a una mayor concienciaci¨®n ciudadana y el desplome del sector de la construcci¨®n, con el descenso de nuevas viviendas y contrataciones de suministros. ¡°La diferencia entre lo p¨²blico y lo privado es el lucro¡±, alerta Babiano.

El alcalde de Candeleda defiende que la privatizaci¨®n es una oportunidad para generar empleo en una poblaci¨®n en la que 600 personas est¨¢n en paro. Es el principal argumento que empuja a algunos en el pueblo a apoyar el plan. Los detractores replican que la compa?¨ªa que asuma la gesti¨®n no estar¨¢ obligada a dar trabajo a los candeledanos.

El debate y la movilizaci¨®n social en Candeleda es el reflejo de lo que sucede en otros municipios. Cada vez m¨¢s. Muchos de esos grupos ¡ªquiz¨¢ el m¨¢s conocido es la plataforma que luch¨® contra la privatizaci¨®n del Canal de Isabel II en Madrid, suspendida de momento¡ª se ha agrupado en la Red de Agua P¨²blica. Pilar Esquinas, abogada y una de sus coordinadoras, cree que ¡°la movilizaci¨®n ciudadana r¨¢pida es fundamental¡± para frenar la ¡°mercantilizaci¨®n del agua¡±. La plataforma por el agua como servicio p¨²blico de La Laguna del Duero, en Valladolid, organiza charlas informativas. Tambi¨¦n se movilizan los vecinos de Puerto de Santa Mar¨ªa, C¨®rdoba, Barcelona y Madrid... La movilizaci¨®n debe trasladarse tambi¨¦n, dice Esquinas, a los organismos internacionales y los tribunales. Cree que ¡°un derecho humano¡± como el acceso al agua y el saneamiento puede estar en peligro: ¡°En los Pa¨ªses Bajos, la gesti¨®n p¨²blica est¨¢ protegida por su Constituci¨®n¡±.

En Candeleda han reunido m¨¢s de 3.000 firmas ¡ªpero el alcalde responde que la mitad son de personas que no est¨¢n empadronadas¡ª y Obdulia Monteagudo, de 70 a?os, y Bernardo ?lvarez, de 78, son dos de las personas que las han recogido. Pasean por la garganta y reconocen que el servicio es mejorable, pero rechazan que la gesti¨®n del agua que corre entre las piedras deje de ser p¨²blica.