Cientos de miles de cat¨®licos se manifiestan en Par¨ªs contra las bodas gais
La protesta contra el proyecto de Hollande re¨²ne a familias, ni?os, grupos integristas y colectivos homosexuales contrarios a la adopci¨®n
M¨¢s de 800.000 personas, seg¨²n los organizadores, y 340.000 seg¨²n la polic¨ªa, se han manifestado este domingo en Par¨ªs contra el proyecto de ley conocido como ¡°matrimonio para todos¡±, una promesa electoral de Fran?ois Hollande que regular¨¢ las bodas gais y, en principio, el derecho de las parejas homosexuales a adoptar ni?os. Cuatro cortejos distintos, movilizados por organizaciones cercanas a la Iglesia cat¨®lica y compuestos por gente llegada de todos los rincones de Francia en 900 autobuses, han confluido en el Campo de Marte, al pie de la torre Eiffel, para exigir un refer¨¦ndum sobre el matrimonio gay y mostrar, de paso, su oposici¨®n pol¨ªtica al presidente socialista.
La ¡°manif pour tous¡± (manifestaci¨®n para todos) recorri¨® en un tono festivo y reivindicativo las calles de la capital desde el mediod¨ªa, aglutinando a una heterog¨¦nea mezcla de ciudadanos. Junto a las asociaciones cat¨®licas cercanas a los arzobispados que coordinan en la sombra la contestaci¨®n al proyecto, hab¨ªa grupos integristas como Civitas, cuyos miembros parec¨ªan vestidos para una partida de caza; miles de familias con ni?os peque?os y j¨®venes, y l¨ªderes, militantes y simpatizantes de los principales partidos de derechas.
Entre los imponentes r¨ªos de gente que cantaba canciones de parroquia, coreaba esl¨®ganes contra Hollande y hac¨ªa colas ante los chiringuitos de churros, gofres y cr¨ºpes, se apreciaba una aparente mayor¨ªa de mujeres y ancianos, aunque tambi¨¦n hab¨ªa miles de parejas de diferentes edades y muchos vecinos del conservador distrito VII de Par¨ªs, donde confluyeron los tres desfiles.
Bernard y Silvye, un matrimonio de 70 a?os, simp¨¢ticos, elegantes y militantes de la derechista Uni¨®n por un Movimiento Popular, explicaban que hab¨ªan bajado de su casa para mostrar su ¡°inquietud no tanto el matrimonio gay como sus consecuencias, que ser¨¢n nefastas". "Esta ley, que Hollande el unificador aprobar¨¢ pase lo que pase, traer¨¢ la decadencia a Francia porque las adopciones anteponen el derecho ¡®a los ni?os¡¯ al derecho ¡®de los ni?os¡±.
¡°La naturaleza es como es y no se puede cambiar¡±, dec¨ªa Christof, un contable de 50 a?os llegado en autocar desde Orleans con un amigo, ¡°cat¨®lico practicante¡± como ¨¦l. ¡°Los ni?os nacen de una mujer y de un hombre y deben seguir naciendo as¨ª¡±.
Las encuestas revelan que el 56% de la poblaci¨®n gala admite sin problemas el matrimonio gay, aunque la adopci¨®n suscita mucha menos adhesi¨®n. H¨¢bilmente, la movilizaci¨®n ha puesto el acento en la paternidad homosexual, y de paso ha unido para la causa a muchos descontentos con la situaci¨®n econ¨®mica.
Antes de entrar al Campo de Marte, Christof admit¨ªa que hab¨ªa venido para ¡°protestar contra la adopci¨®n de ni?os por parte de las parejas homosexuales y a la vez contra la pol¨ªtica econ¨®mica de Hollande. "No hay por qu¨¦ ocultarlo, es la verdad. Mucha gente est¨¢ hoy aqu¨ª porque Hollande hab¨ªa dicho que iba a ser el presidente de todos y hoy vemos que trata de dividir a los franceses. Persigue a los ricos, y va a imponernos esta ley que solo beneficia a la peque?¨ªsima minor¨ªa gay¡±.
El tercer gran punto de irritaci¨®n de los cat¨®licos es la procreaci¨®n m¨¦dica asistida. Aunque el Gobierno socialista ha prometido que tramitar¨¢ su regulaci¨®n aparte, la gente no se f¨ªa. ¡°Tendremos madres de alquiler, ni?os criados por padres de un mismo sexo¡ Son cosas inaceptables¡±, afirmaban Jean y Emily, dos j¨®venes de 16 a?os.
Ante la discreci¨®n de los obispos, que de momento mueven los hilos pero no se atreven a salir a la calle, y la divisi¨®n que la reforma ha generado en la UMP y el Frente Nacional ¨Clos dos partidos tienen fuertes grupos de presi¨®n gais-, la portavoz y s¨ªmbolo de este movimiento que apela a las ra¨ªces cristianas de Francia y destaca por la ausencia de minor¨ªas raciales ¨Ceste cronista solo logr¨® divisar a una mujer negra entre la multitud- se llama Frigide Barjot.
Usando un pseud¨®nimo que parodia el nombre de Brigitte Bardot, esta humorista y activista cercana a los lefebvrianos, de 50 a?os, se ha hecho famosa en los ¨²ltimos meses arengando a las masas con discursos que profetizan la descomposici¨®n de la sociedad francesa si la ley es aprobada. ¡°?Queremos la libertad, la igualdad y la fraternidad del nacimiento!¡±, gritaba Barjot desde el escenario, ataviada con un velo de novia.
Esta at¨ªpica l¨ªder ha logrado convertir su ej¨¦rcito vestido de rosa en una cruzada plural y heterog¨¦nea que incluye incluso a algunos colectivos gais contrarios a la instituci¨®n matrimonial y a las adopciones por parte de homosexuales. Pero la estrategia de dividir al adversario se convirti¨® el domingo en un bumer¨¢n cuando Xavier Bongibault, portavoz de la asociaci¨®n ¡°M¨¢s gais sin bodas¡±, compar¨® a Hollande con ¡°un hombre que lleg¨® al poder en 1933¡±, en referencia a Hitler, ante las c¨¢maras de BFMTV. A su lado, Frigide Barjot, visiblemente molesta, se desmarc¨® como pudo de la declaraci¨®n.
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