El director de Parques Nacionales fue a una monter¨ªa en la linde de Caba?eros

El director general del Organismo Aut¨®nomo de Parques Nacionales, Basilio Rada, acudi¨® el pasado 3 de enero invitado a una monter¨ªa organizada por Alberto Alcocer en una de sus fincas que incluye una parte del Parque Nacional de Caba?eros, seg¨²n admite Rada. La cacer¨ªa (autorizada para gamos, ciervos y jabal¨ªes) estaba prevista en el l¨ªmite de la finca El Avellanar con el parque, aunque en parte porque hubo menos tiradores de los previstos no se adentraron en el espacio protegido. Rada alega que desconoc¨ªa que estuviese autorizado cazar en una parte de Caba?eros y sostiene que defiende la caza fuera del parque nacional tanto como la prohibici¨®n en el interior. Adem¨¢s, afirma que finalmente ¨¦l no caz¨®. Los organizadores se?alan que nunca planearon cazar en Caba?eros. Para los ecologistas, que no entraran en Caba?eros no resta gravedad al caso, ya que la monter¨ªa estaba autorizada con una parte dentro del parque nacional, donde por ley est¨¢ prohibida la caza deportiva y en teor¨ªa solo los guardas del Ministerio de Medio Ambiente pueden realizar el control de poblaciones.

La Ley de Parques Nacionales, de 2007, establece la prohibici¨®n de ¡°la caza deportiva y comercial¡± en estos espacios, que suponen menos del 1% del territorio nacional y son, supuestamente, la joya de la corona de la naturaleza. La norma establece que en el caso de existir la caza en fincas privadas antes de la declaraci¨®n de parque nacional, ¡°las Administraciones competentes adoptar¨¢n las medidas precisas para su eliminaci¨®n¡±. En caso de que sea necesario controlar las poblaciones, es el parque nacional a trav¨¦s de sus guardas quien se debe encargar de abatir los ejemplares. Caba?eros y las Tablas de Daimiel son los ¨²nicos parques no transferidos a las comunidades y que gestiona Parques, adscrito al Ministerio de Medio Ambiente.

En parques como Caba?eros, en los Montes de Toledo, con gran tradici¨®n cineg¨¦tica, la ley se aplica de una manera singular. Las fincas tienen un plan cineg¨¦tico, que el parque suele aceptar como ¡°control de poblaciones¡±, aunque lo realizan los due?os de las fincas.

Rada afirma que acudi¨® invitado como un compromiso y que no lleg¨® a cazar. ¡°Pregunt¨¦ varias veces si se iba a cazar en el parque, porque de ser as¨ª no habr¨ªa ido, y me aseguraron que no¡±, se?ala. A?ade que la finca de Alcocer tiene unas 4.000 hect¨¢reas y que solo 300 pertenecen al parque nacional. Sin embargo, la monter¨ªa estaba autorizada incluyendo esa zona, en la margen derecha del r¨ªo Estena, que marca el l¨ªmite entre la finca y el parque.

¡°Pregunt¨¦ varias veces si se iba a cazar en el parque, porque de ser as¨ª no habr¨ªa ido, y me aseguraron que no¡±

La ¡°mancha¡± de la monter¨ªa es la Solana del Estena, que engloba terreno privado sin protecci¨®n y la franja de 300 metros de la ribera del r¨ªo que pertenece al parque. ¡°Defiendo tanto que se cace fuera del parque como que no se cace dentro¡±, a?ade Rada. Fuentes pr¨®ximas a los organizadores se?alan que la cacer¨ªa se prepar¨® ¡°con idea de que pudieran llegar a participar hasta 40 escopetas¡±, pero sin afectar al parque. ¡°La cacer¨ªa se realiz¨® seg¨²n lo previsto sin alcanzar el territorio del parque, e incluso cubri¨® mucho menos de la mancha solicitada, porque solo participaron en ella 15 escopetas¡±.

Medio Ambiente ha emprendido la reforma de la ley en la que puede suavizar las exigencias para que los propietarios privados cacen en los parques. Hasta ahora, la Administraci¨®n est¨¢ obligada a indemnizarles por no cazar, aunque no siempre lo hace, lo que genera situaciones como la de Caba?eros. En mayo, Parques ya sac¨® a concurso las monter¨ªas en fincas emblem¨¢ticas como Quintos de Mora y Lugar Nuevo y Selladores-Contadero.

El responsable de Parques en Ecologistas en Acci¨®n, Theo Oberhuber, es cr¨ªtico con lo ocurrido: ¡°El director de Parques ha actuado de forma poco inteligente. ?l es el responsable de hacer cumplir la ley, que dice que la caza es incompatible con los parques nacionales. Que vaya a una finca que est¨¢ en el parque nacional, aunque cace 20 metros fuera del l¨ªmite, nos parece una irresponsabilidad¡±. Oberhuber a?ade que el momento hace que el gesto de Rada sea ¡°especialmente imprudente, al estar elaborando una ley en la que uno de los debates es si se puede cazar o no en los parques¡±.