Igualdad por los pelos
Las peluquer¨ªas siguen cobrando m¨¢s por corte a mujeres que a hombres. En Dinamarca el Consejo de Igualdad ha determinado que esta actitud es ilegal
La lucha por la igualdad puede llegar hasta los rincones m¨¢s cotidianos, incluso a la peluquer¨ªa. La carta de precios de la peluquer¨ªa Azahar, en Madrid lo deja bien claro: corte de mujer: 12,50, corte de caballero: 11 euros. Da igual la longitud del cabello, la cantidad, el tipo de corte Una mujer con pelo corto pagar¨¢ m¨¢s que un hombre con melena. Su propietaria, Laura Le¨®n, opina que esta tarificaci¨®n se basa en la tradici¨®n: ¡°Ser¨ªa m¨¢s l¨®gico hacerlo por el largo del pelo, pero la gente ya est¨¢ acostumbrada a que sea as¨ª y los hombres se podr¨ªan sentir discriminados¡±. El colectivo masculino se ha ido integrando poco a poco a las peluquer¨ªas unisex, dejando de lado las antiguas barber¨ªas y cambiar los precios podr¨ªa espantarlos, opina esta estilista.
Pocos metros m¨¢s all¨¢, en la misma manzana, el sal¨®n El Espejo del Alma. Ten¨ªa los mismos criterios hasta hace algunos d¨ªas, tan pocos que ni siquiera han actualizado a¨²n los precios. La causa del cambio: ¡°El otro d¨ªa nos lleg¨® un chico con el pelo a lo afro y ese trabajo no est¨¢ pagado al precio. Desde entonces vemos la cantidad y la longitud del pelo y entonces decidimos cambiarlo¡±, explica su propietaria. Hasta ahora ten¨ªan precios distintos. Para hombres 9 euros; para mujeres 9 por el pelo corto, 12 por media melena y 15 por el pelo largo.
A esta discriminaci¨®n tarifaria por sexos le han puesto freno en Dinamarca. El Consejo de Igualdad de Trato de ese pa¨ªs, creado en 2009, recibi¨® una denuncia de una mujer que, con el pelo corto, tuvo que pagar 100 coronas m¨¢s (13 euros) que si hubiera sido un hombre. El organismo reconoci¨® que este hecho es una violaci¨®n de la Ley de Igualdad y la demandante tendr¨¢ que ser indemnizada con 2.500 coronas danesas (unos 335 euros). La peluquer¨ªa ha recurrido el arbitraje y el caso llegar¨¢ a los tribunales.
El Instituto de la Mujer espa?ol no tiene a¨²n quejas al respecto
En Espa?a el Instituto de la Mujer no ha recibido quejas de particulares o asociaciones sobre este asunto. Por tanto, no puede actuar de oficio, pues para poner en marcha su engranaje necesita una acci¨®n ciudadana, como ocurre con el precio de las discotecas para chicos y chicas. Reconocen que es un caso de desigualdad, porque las mujeres suelen pagar m¨¢s, pero tiene que ser la demanda ciudadana la que empiece a actuar.
Las directrices y disposiciones de la Uni¨®n Europea no reflejan nada al respecto, a pesar de que persiguen las conductas discriminatorias ante los consumidores. La ley de Igualdad espa?ola de 2007, inspirada en una directiva europea expone: ¡°Todas las personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas que, en el sector p¨²blico o en el privado, suministren bienes o servicios disponibles para el p¨²blico (...) estar¨¢n obligadas, en sus actividades y en las transacciones consiguientes, al cumplimiento del principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres, evitando discriminaciones, directas o indirectas, por raz¨®n de sexo¡±.
Por principios legales como estos el Tribunal de Justicia Europeo prohibi¨® que a partir de este a?o las empresas aseguradoras usen un criterio del sexo para calcular del precio de las primas. En ese caso las mujeres sal¨ªan beneficiadas, porque pagaban menos.
la tarificaci¨®n no est¨¢ regulada de ninguna forma, tampoco en Espa?a
El problema es que la tarificaci¨®n no est¨¢ regulada de ninguna forma. La primera cadena de peluquer¨ªas del pa¨ªs, Marco Aldany, tiene los precios fijados por corte, con independencia del sexo. El criterio es la longitud del cabello y los tratamientos que el cliente desee. Con los precios de la depilaci¨®n ocurre otro tanto. En el sal¨®n de Laura Le¨®n, la depilaci¨®n completa de piernas cuesta 16 euros para mujeres y 19 para hombres, con independencia de la cantidad de vello.
Pl¨¢cido Miranda, presidente del C¨ªrculo de Empresarios Independiente de Peluquer¨ªa de Madrid, afirma que el precio es subjetivo. ¡°Es un trabajo artesano, con cada cliente tardas m¨¢s o menos tiempo. Generalmente se tarda m¨¢s con las mujeres porque el corte en los hombres suele ser m¨¢s b¨¢sicos¡±. Miranda cree que las listas de precios se basan en el tiempo que el estilista estima para cada cliente, aunque reconoce que personalizarlo ser¨ªa lo m¨¢s ¨²til, aunque conllevar¨ªa m¨¢s dificultades y cierto caos.
Jordi Serradell, presidente de la Federaci¨®n de Peluqueros de Catalu?a sin embargo se escuda en la libertad de precios: ¡°El mercado es libre y cada uno fija sus precios. No se pueden regular las tarifas, a pesar que lo estamos pidiendo para que haya cierta unidad¡±. Serradell es peluquero de caballeros y entre la crisis y las ofertas de salones de belleza que ¡°pasan la maquinilla¡± estima que ha perdido m¨¢s de un 40% de clientes. ¡°El consumidor al final es el que elige¡±, afirma Serradell.
Pero los profesionales est¨¢n cambiando lentamente. Cada vez son m¨¢s los estilistas que optan por criterios m¨¢s personales: cantidad, estilo, longitud del cabello. Corte a cada persona, no a cada hombre o mujer.
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