Lista de espera en el matadero
Los sacrificios de los caballos a los que sus due?os no pueden atender se dispararon en 2012
En la infancia de Alfonso de la Chica se agolpan los recuerdos de caballos. Los que ten¨ªa su abuelo ganadero. O los que le ense?¨® a montar su t¨ªo, due?o de un picadero. ?l se dedic¨® a los congelados, pero, como si fueran esos rasgos gen¨¦ticos que saltan generaciones, Alfonso ha vuelto a los caballos gracias a sus hijos, que le han salido jinetes profesionales. Por ellos se reconvirti¨® y cre¨® hace seis a?os el centro ecuestre de Gra?ena, en Ja¨¦n. Todo un negocio. ¡°Hubo momentos en los que tuve que poner boxes exteriores para atender la demanda que hab¨ªa¡±. Eso era antes. Ahora pierde clientes a borbotones y acumula caballos abandonados por unos due?os incapaces de encargarse de los gastos de su manutenci¨®n. Se niega a sacrificarlos. Pero es un caso excepcional en una regi¨®n donde la crisis ha disparado las listas de espera para sacrificar animales en los mataderos.
Alfonso de la Chica representa el auge y ca¨ªda en el mundo de la h¨ªpica. Un mundo que ha generado dinero entre una ¨¦lite selecta, dispuesta a pagar cantidades desorbitadas por caballos de raza, y familias m¨¢s modestas, pero aficionadas a los equinos, que, en una posici¨®n acomodada, han podido pagar la custodia de sus animales y lecciones de monta. Pero en poco tiempo ese negocio consolidado se ha ca¨ªdo. Tan r¨¢pido que no ha habido tiempo para reaccionar. Y cuando las prioridades econ¨®micas se tienen que ajustar, la salida m¨¢s f¨¢cil ha sido deshacerse de los caballos. La senda del matadero se ha abierto para ellos.
Las estad¨ªsticas muestran un escalofriante aumento del n¨²mero de sacrificios de estos animales. La estad¨ªstica mensual del Ministerio de Medio Ambiente ¡ªla ¨²ltima, del pasado mes de octubre¡ª as¨ª lo refleja. En 2009 se mataron oficialmente en Espa?a 29.757 caballos. En los primeros diez meses de 2012 el n¨²mero se elev¨® a 60.391. El doble. La progresi¨®n apunta a que el a?o pasado pudo terminar en casi 80.000 sacrificios. Y el 27,5% tiene lugar en Andaluc¨ªa. Dobla la cifra de la segunda comunidad, Castilla y Le¨®n.
Por el matadero de Sevilla han pasado hasta 500 caballos a la semana. En diciembre, desbordado, cerr¨® por dos meses
Los datos del ministerio se corroboran con los que ofrecen los mataderos, donde los sacrificios de estos animales han colapsado sus instalaciones. Un ejemplo es Mercasevilla. All¨ª se estima que se han matado m¨¢s de 12.000 caballos el a?o pasado, con picos semanales de 500 muertes. Se ha generado tanta carne que en diciembre el matadero decidi¨® cerrar por dos meses. El destino preferente de esa carne es la exportaci¨®n, sobre todo, a Francia e Italia. En Espa?a no hay tradici¨®n, aunque algunas carnicer¨ªas especializadas s¨ª la despachan. Algunos nutricionistas la recomiendan por ser blanda y rica en prote¨ªnas.
Llevar un caballo al matadero no es negocio. As¨ª lo asegura Alfonso de la Chica. ¡°Te dan cien euros m¨¢s o menos. Y si tiene cualquier verruga o defecto en la piel te lo echan para atr¨¢s¡±. Pero es el destino con menos obst¨¢culos para deshacerse del caballo. O eso o como le ha pasado a Alfonso que, en una suerte de daci¨®n en pago, se ha quedado con los animales. As¨ª cuida de nueve caballos que no son suyos. Pero lo prefiere a matarlos.
En Gra?ena conocen bien las historias de los caballistas. Esos que pagaron hasta 18.000 euros por un ejemplar y ahora son incapaces de pagar los 300 euros mensuales que cuesta el pupilaje en el centro, las herraduras y el veterinario. Tienen casos concretos como el de un peque?o constructor que lleg¨® a gastar 25.000 euros en dos machos y una yegua de pura raza espa?ola. Los tuvo ocho a?os para asistir a ferias o romer¨ªas. Los machos consigui¨® venderlos a 1.000 euros. La yegua la regal¨®.
El centro de Gra?ena ha recibido caballos del albergue de la asociaci¨®n CYD Santa Mar¨ªa en Alhaur¨ªn de la Torre (M¨¢laga). Su presidenta, Concordia M¨¢rquez, lleva 17 a?os al frente. Y admite que este es el peor momento. ¡°Las llamadas de denuncias de abandono han crecido un 400% y las de maltrato, un 200%¡±, sostiene. Habla desde la indignaci¨®n. Por la falta de apoyos p¨²blicos. Por la insolidaridad. Por el horror que queda impune. ¡°He llegado a denunciar a gente que daba ponis vivos a un tigre y he visto c¨®mo no les pasaba nada¡±. Su centro establece sistemas de adopci¨®n de los caballos que recoge. Pero no hay nadie que los quiera. ¡°Quiz¨¢ un guiri, que viene y se enamora de uno¡±, resopla. As¨ª que subsiste con donaciones y peque?as cantidades de quienes apadrinan un ejemplar. Tambi¨¦n con gestos como el de Alfonso de la Chica, que se queda con algunos. Pero Alfonso no quiere m¨¢s caballos. Gra?ena tiene cabida para 60. Ahora tiene 42 animales y le quedan pocos clientes que paguen. ¡°En la actualidad cualquier centro ecuestre es una ruina¡±, admite resignado.
Son los Ayuntamientos los que deben velar para que no se maltraten y abandonen animales
Y como no quiere ver morir a sus caballos, el centro idea soluciones. Por un lado, ha bajado los precios. El due?o del caballo compra la comida y por 100 euros al mes duerme y lo limpian en Gra?ena. Otra consiste en disponer de fincas p¨²blicas o privadas, de monte y pasto, para soltar all¨ª caballos sin due?o. ¡°Se har¨ªa de una forma controlada, separando a machos y hembras para que no prolifere la especie, con un periodo de adaptaci¨®n, con garant¨ªas y una supervisi¨®n¡±, detalla Juan Antonio Valle, un colaborador del picadero. Los animales, adem¨¢s, cumplir¨ªan una funci¨®n antiincendios al comerse los pastos sobrantes. De momento, un propietario de una gran finca de Granada se ha interesado.
La presidenta de CYD Santa Mar¨ªa saluda estas ideas, pero las ve ut¨®picas. ¡°Para salvar a los caballos hay que hacer otra cosa¡±. Y su propuesta se resume en una frase: ¡°Cumplir la ley¡±. Concordia M¨¢rquez recuerda que son los Ayuntamientos los que deben velar para que no se maltraten y abandonen animales. Y que debe ser la Administraci¨®n la que se encargue de esos caballos sin due?o. Pero eso no est¨¢ ocurriendo. La ley tambi¨¦n marca que las multas deber¨ªan revertir en centros para acoger y cuidar esos ejemplares. ¡°?D¨®nde est¨¢ ese dinero? ?D¨®nde se quedan las sanciones?¡±, se pregunta. Seg¨²n sus c¨¢lculos, solo con atender sus denuncias en un a?o los Ayuntamientos malague?os podr¨ªan haber recaudado 200.000 euros. Y con ese dinero se podr¨ªan buscar sitios dignos.
A los que aman los caballos les escuecen las estad¨ªsticas de los mataderos. Por eso reclaman soluciones. Cuentan emocionados que son animales capaces de morir agotados mientras el jinete les pida que siga corriendo. A Alfonso se lo ense?aron de ni?o. Fue su abuelo el ganadero. En el picadero de su t¨ªo.
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