Los recortes ensucian Espa?a
Las huelgas de limpieza dejan miles de toneladas de desperdicios en las calles Patronal y consumidores advierten de que los servicios de limpieza empeorar¨¢n
No es una met¨¢fora decir que los recortes est¨¢n ensuciando Espa?a. Tras la met¨®dica disciplina con que las Administraciones aplican los recortes hay un mont¨®n de basura. Estampas como las ofrecidas en las huelgas que ¨²ltimamente han vivido grandes ciudades como Sevilla, donde el pasado jueves se contabilizaban 6.700 toneladas de desperdicios sin recoger, dan un testimonio claro de ese deterioro.
Otra imagen lamentable la dio hace menos de un mes el Hospital General de Alicante, centro de referencia para casi dos millones de personas, que vivi¨® 16 d¨ªas de protestas por los impagos de la Generalitat valenciana. En Valencia el presupuesto de limpieza ha ca¨ªdo de 70 millones a 54,6 en el ¨²ltimo lustro y la oposici¨®n al Gobierno de Rita Barber¨¢ (PP) sospecha que parte del dinero se desv¨ªa para pagar la deuda. Almer¨ªa ha sacado de sus calles a 60 barrenderos; en Granada, desde 2010 se ha pasado de limpiar los barrios perif¨¦ricos todos los d¨ªas a tres veces por semana. El alcalde de Ja¨¦n ha deslizado la posibilidad de que la recogida se realice por la ma?ana para ahorrar en pluses de nocturnidad. En esa ciudad est¨¢ convocada una huelga de limpieza en 47 colegios el pr¨®ximo lunes¡ y as¨ª hasta el infinito.
Actividades cotidianas, como la de baldear las v¨ªas, se han restringido por todas partes. ¡°Somos respetuosos con los derechos de los trabajadores, pero los Ayuntamientos no siempre lo son con los consumidores¡±, reflexiona, desde la asociaci¨®n de consumidores Facua, Rub¨¦n S¨¢nchez. ¡°Claro que nos preocupa que cada d¨ªa haya m¨¢s basura por las calles, eso demuestra que la privatizaci¨®n de este servicio es pan para hoy y hambre para ma?ana¡±, a?ade.
En ciudades como Madrid llevan tres a?os sin refuerzos para suplir las vacaciones de los operarios. La costa, que supuestamente da brillo a la Marca Espa?a, tampoco se salva. Dos ejemplos: Castell¨®n redujo un 15% el gasto el a?o pasado y Benidorm meti¨® a fondo la tijera en 2011 y 2012 para ahorrarse m¨¢s de tres millones.
En Madrid llevan tres a?os sin suplir las vacaciones del personal
Quienes pagan el pato por los problemas entre Ayuntamientos y empresas concesionarias son los trabajadores y los ciudadanos. ¡°El resultado es una total y absoluta impotencia. Por un lado pagamos m¨¢s por servicios que no mejoran y por otro, no podemos utilizarlos cuando son objeto de un conflicto¡±, apuntan en la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU).
Cuando la situaci¨®n se pone fea, las Administraciones aprietan el bot¨®n rojo. Ocurri¨® en Vigo hace unos meses durante una huelga de 23 d¨ªas en la limpieza de 60 colegios p¨²blicos. La situaci¨®n se volvi¨® insostenible y la Polic¨ªa Nacional tuvo que escoltar a una cuadrilla para que retirase la suciedad. El Ayuntamiento de Sevilla amag¨® con hacer algo parecido la semana pasada.
?Hay riesgos reales para la salud? ¡°Es cierto que las protestas causan inconvenientes, pero se circunscriben a la parte m¨¢s externa, a lo que vemos. En el caso de los hospitales los quir¨®fanos y las zonas donde est¨¢n los pacientes inmunodeprimidos se siguen limpiando igual¡±, se?ala Marciano S¨¢nchez Brayle, portavoz de las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica.
La estad¨ªstica oficial racanea datos necesarios para que las Administraciones hagan una m¨ªnima planificaci¨®n: no hay ni siquiera una estimaci¨®n de lo que cuesta gestionar los 24 millones de toneladas de basura que produce el pa¨ªs en un a?o. Y no est¨¢ unificado en la Administraci¨®n el gasto total de los Ayuntamientos en limpieza. Lo ¨²nico cierto es que, entre 2010 y 2012, los municipios presupuestaron 3.849 millones menos para atender todos los servicios b¨¢sicos, seg¨²n datos del Ministerio de Hacienda.
Hospitales y colegios sufren conflictos laborales en la limpieza
Ignasi Puig, experto en econom¨ªa de residuos de la consultora ENT, resume en tres actuaciones el modo en que los poderes p¨²blicos est¨¢n afrontando el problema: ¡°Renegociando los contratos a la baja con las empresas concesionarias, recortando servicios y paralizando inversiones, con lo que se dejan de construir nuevas plantas de tratamiento¡±. La limpieza se empobrece, pero las tasas se mantienen, o casi. En Madrid, el Ayuntamiento prometi¨® una m¨ªnima rebaja en el recibo (estimada en unos tres euros de media), gracias a que esperaba ahorrarse 184 millones al reunir en un macrocontrato varios servicios. Hab¨ªa letra peque?a: la alcaldesa, Ana Botella, asegur¨® que a partir de 2013 la basura no se recoger¨ªa los domingos y que el contenedor amarillo (pl¨¢sticos) se retirar¨ªa solo tres d¨ªas a la semana. Su plan termin¨® aparcado, aunque no se libr¨® de las cr¨ªticas en redes sociales como Twitter, donde los usuarios comentaban el asunto bajo etiquetas como #madridestaasqueroso.
En San Sebasti¨¢n este a?o pagar¨¢n el recibo de forma distinta: con una cuota fija de 72 euros y otra variable en funci¨®n del consumo de agua. Otros Ayuntamientos prefieren vincular la tarifa al n¨²mero de metros de la vivienda o a las personas que viven en ella. La imaginaci¨®n para afrontar los recortes se queda ah¨ª, pese a que organismos como el Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos han publicado abundantes estudios con soluciones de bajo costeen la gesti¨®n de la basura.
Igual que ocurre con la corrupci¨®n, la basura pringa la fotograf¨ªa del pa¨ªs en el exterior. ¡°Hay un efecto principal en la imagen de Espa?a de los recortes en servicios b¨¢sicos. Refuerzan la percepci¨®n de la endeblez de nuestro Estado de bienestar, que es uno de los pilares de la buena reputaci¨®n de un pa¨ªs¡±, dice Fernando Prado, director de Reputation Institute, que elabora el informe La reputaci¨®n de Espa?a en el mundo. ¡°Es evidente que vuelven a poner el foco, y no para bien, en la Marca Espa?a. Pero proyectar esta circunstancia puntual en el tiempo creo que no es honesto ni correcto¡±. Aunque la cosa va para largo. ¡°Ten¨ªamos servicios de pa¨ªses ricos y los tendremos que redimensionar. Ahora ser¨¢n peores¡±, pronostica, desde la Asociaci¨®n de Empresas de Limpieza P¨²blica, Francisco Jard¨®n. En esa patronal est¨¢n las firmas que se llevan la parte del le¨®n: Ferrovial (con Cespa), Acs (Urbaser), Sacyr (Valoriza) y el gigante FCC. En esta ¨²ltima multinacional, la primera por volumen de concesiones, han dejado de trabajar 3.141 personas desde 2009 solo en el ¨¢rea de limpieza. Para Jard¨®n, la bestia negra del sector se llama morosidad municipal. Y apostilla que en el fondo tambi¨¦n se trata de un problema de educaci¨®n. ¡°Las ciudades m¨¢s limpias no son las que m¨¢s gastan, sino las que menos ensucian¡±.
Con informaci¨®n de Reyes Rinc¨®n, Mikel Ormazabal y Cristina V¨¢zquez.
Vertederos ilegales
Puestos a empeorar las cosas, la Comisi¨®n Europea avisa de que no dejar¨¢ que Espa?a pase por alto los objetivos de reciclaje marcados para 2020. Ese a?o, cada ciudadano deber¨¢ separar, de media, la mitad de los 535 kilos de restos que deposita en el contenedor. Ahora solo se discrimina un 23% de la basura, el resto termina en vertederos o se incinera. ¡°La crisis est¨¢ haciendo que se ampl¨ªe la vida de esos vertederos que estaban al l¨ªmite¡±, dice Carlos Mart¨ªnez-Orgando, presidente del Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos. Explica que todo se reduce a un problema de dinero: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil hacer eso que construir plantas de tratamiento nuevas¡±. Cierto. En Galicia, Luis Lamas, el presidente de Sogama, la planta que trata los residuos de toda la comunidad, admite que est¨¢ ¡°al l¨ªmite¡± de su capacidad. La Xunta no tiene presupuesto para una nueva instalaci¨®n.
En paralelo, el mes pasado Bruselas dio un toque de atenci¨®n al Gobierno espa?ol para que regularice vertederos que no cumplen con la normativa en Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Canarias, Galicia, Pa¨ªs Vasco, Murcia, Cantabria, Catalu?a. Ecologistas en Acci¨®n ha intentado en repetidas ocasiones saber cu¨¢les son, pero el ministerio no contesta. La propia Comisi¨®n califica esos datos de ¡°confidenciales¡±.
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