?Tiramos a la basura la carne de caballo?
Toneladas de alimentos etiquetados de manera fraudulenta son destruidas o retenidas en la UE Las empresas esperan permiso de las autoridades europeas para donarlos
En los almacenes de la empresa de productos c¨¢rnicos Emcesa, proveedora de los supermercados AhorraMas, reposan unos 10.000 kilos de hamburguesas de vacuno de la marca Alipende. La cadena de distribuci¨®n decidi¨® retirarlas de sus estantes para devolverlas a la suministradora el pasado 29 de enero, despu¨¦s de que un informe de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) alertara de la presencia de ADN de caballo sin etiquetar en muestras aleatorias de este producto. El gerente de Emcesa, Tom¨¢s Garc¨ªa, confiesa que no sabe qu¨¦ hacer con ellas. ¡°Son perfectamente aptas para el consumo y solo algunas pueden contener peque?as trazas de equino, algo que nosotros desconoc¨ªamos cuando las etiquetamos. Como nos parec¨ªa una pena tirarlas, decidimos congelarlas y preguntar a las autoridades de consumo si pod¨ªamos al menos donarlas. A¨²n no nos han contestado¡±, lamenta.
Una vez congeladas, a estas hamburguesas les quedan seis meses de vida. Garc¨ªa espera que para entonces la Comunidad de Madrid, a quien realiz¨® la consulta, le haya dado una respuesta. ¡°El problema es que lo tiene que decidir la UE. Es un asunto del que no tenemos antecedentes, en el que aparece carne de un animal que en algunos pa¨ªses est¨¢ mal visto comer, y nadie sabe qu¨¦ hacer con ella. Si hubiera sido cerdo, estoy seguro de que nos habr¨ªan contestado enseguida, pero esto es algo muy nuevo y adem¨¢s no se sabe tampoco el origen de los caballos. Por eso a Bruselas le est¨¢ costando tomar una decisi¨®n¡±, explica el gerente.
Emcesa no es la ¨²nica empresa que sufre este problema. En Francia, la compa?¨ªa Picard ¡ªuna marca popular de productos congelados, equivalente a La Sirena en Espa?a¡ª tiene retenidas entre 3.000 y 4000 bandejas de lasa?a a la bolo?esa y chile con carne que tuvo que retirar de la venta tras descubrir que algunos en lotes con restos de equino. "No hemos tomado ninguna decisi¨®n sobre su destino porque estamos a la espera de la investigaci¨®n de las autoridades sanitarias y de consumo. Si se estima que no hay riesgo sanitario, probablemente algunos de los productos podr¨¢n ponerse de nuevo a la venta", apuntan en esta empresa.
"Preguntamos a las autoridades, pero no han respondido", dice un proveedor
Desde que se destap¨® el primer caso de carne de caballo etiquetada fraudulentamente como vacuno en Irlanda y Reino Unido a mediados de enero, el esc¨¢ndalo no ha dejado de extenderse por toda Europa y toneladas de alimentos se est¨¢n retirando de las tiendas sin que nadie sepa muy bien qu¨¦ hacer con ellas. Algunas compa?¨ªas, como Emcesa y Picard, han podido mantenerlos congelados hasta saber si pueden reaprovecharlos de alguna manera, bien sac¨¢ndolos de nuevo al mercado o don¨¢ndolos a organizaciones ben¨¦ficas, pero otras han decidido destruirlos al no poder garantizar su conservaci¨®n o recuperaci¨®n sin romper la cadena de fr¨ªo ¡ªtodos los productos afectados son refrigerados o congelados y tienen un corto periodo de vida¡ª. Lo que supone tirar a la basura una cantidad ingente de comida que, seg¨²n insisten tanto los productores como las autoridades sanitarias europeas, no presenta ning¨²n problema de seguridad alimentaria y su consumo no entra?a ning¨²n riesgo para la salud. Su ¨²nico problema es que est¨¢ mal etiquetada.
La cooperativa de supermercados Eroski, que tambi¨¦n retir¨® preventivamente una partida de hamburguesas tras el informe de la OCU, y la multinacional Nestl¨¦, que este lunes anunci¨® la retirada de dos platos refrigerados de pasta con carne de todos sus puntos de venta de Espa?a e Italia, son dos de las empresas que han optado por la destrucci¨®n. En el caso de Eroski, la empresa devolvi¨® a sus almacenes el producto para analizarlo con la idea de devolverlo a las tiendas si el resultado era negativo para la carne de caballo. ¡°Pero para cuando nos llegaron los an¨¢lisis se hab¨ªa pasado la fecha de caducidad y tuvimos que tirarla. Una pena, porque las pruebas no detectaron carne de caballo en esos lotes¡±, lamenta un portavoz de la cadena.
Nestl¨¦ orden¨® la destrucci¨®n al no poder garantizar la cadena de fr¨ªo
En Nestl¨¦ aseguran que se lo pensaron mucho antes de tomar la decisi¨®n de tirar tanta comida. ¡°Lo primero que nos preguntamos fue si pod¨ªamos reaprovechar o donar esos productos a alg¨²n banco de alimentos. Pero tras estudiar diferentes posibilidades, la direcci¨®n de la empresa concluy¨® que era demasiado peligroso intentar conservar esa mercanc¨ªa porque estaba repartida en decenas de establecimientos de toda Espa?a e Italia y era muy dif¨ªcil garantizar que su devoluci¨®n se realizaba sin que se rompiera la cadena de fr¨ªo. As¨ª que enviamos instrucciones a todos los distribuidores para que destruyeran el producto a cambio de un reembolso por nuestra parte¡±, relatan en la multinacional.
Adem¨¢s, argumentan en Nestl¨¦, la log¨ªstica de la donaci¨®n en estos casos no es f¨¢cil porque hay pocos bancos de alimentos que puedan gestionar con seguridad alimentos refrigerados. Extremo que corrobora la Federaci¨®n Espa?ola de Bancos de Alimentos (Fesbal), aunque con matices. ¡°Si se avisara con tiempo, siempre que no hubiera ning¨²n problema de seguridad alimentaria, quiz¨¢ algunos de nuestros bancos m¨¢s grandes como el de Madrid o Barcelona, que tienen c¨¢maras y camiones refrigerados, podr¨ªan organizar una operaci¨®n de emergencia. Aunque, claro, antes tendr¨ªamos que consultar con las autoridades y estudiar este caso concreto con detenimiento, porque no hay antecedentes sobre c¨®mo actuar con un alimento como la carne de caballo, que puede provocar rechazo en algunas personas aunque sea buena¡±, dicen en Fesbal.
No ser¨ªa la primera vez que una compa?¨ªa dona un producto con problemas de etiquetado que no van m¨¢s all¨¢ de un error de forma. No hay ning¨²n impedimento legal para ello. ¡°Solo est¨¢ prohibido en situaciones que supongan ciertos riesgos, como que el error de etiquetado consista en la omisi¨®n de ingredientes que puedan producir alergias¡±, precisa el abogado S?nke Lund, especializado en Derecho Alimentario.
Donar cantidades grandes a bancos de alimentos no resulta tarea f¨¢cil
De hecho, los bancos de alimentos espa?oles tienen establecido un protocolo para estos casos que se sigue con frecuencia. ¡°Por ejemplo, a veces nos llegan lotes en perfecto estado que hab¨ªan tenido que retirase de las tiendas simplemente porque la impresi¨®n de la etiqueta hab¨ªa salido borrosa, algo que no permite la legislaci¨®n. Simplemente nosotros exigimos que el proveedor nos env¨ªe un certificado que garantice que ese producto es apto para el consumo¡±, se?ala Bel¨¦n Gim¨¦nez, portavoz de la Fundaci¨®n Banco de Alimentos de Barcelona. Si se trata de refrigerados, el protocolo es m¨¢s complejo, pero no imposible. ¡°Disponemos de camiones y c¨¢maras refrigeradas, pero necesitamos un margen de tiempo para realizar todo el proceso de recepci¨®n y reparto sin que se pase la fecha de caducidad. En el caso de los platos preparados que acaba de retirar Nestl¨¦, ese margen era tan peque?o, que posiblemente no habr¨ªamos podido aprovecharlos. Es dif¨ªcil actual en situaciones tan imprevistas como estas, en las que no existe un protocolo ni instrucciones claras por parte de la Administraci¨®n¡±, reconoce Gim¨¦nez.
Situaciones imprevistas como el supuesto fraude de la carne de caballo no se producen, en efecto, todos los d¨ªas ni con la dimensi¨®n que est¨¢ cobrando este esc¨¢ndalo. De ah¨ª que ni las organizaciones ben¨¦ficas ni las empresas ni los Gobiernos est¨¦n preparados para reaccionar con rapidez y evitar la destrucci¨®n de kilos y kilos de comida, justo en un momento en el que cada vez son m¨¢s las voces que claman para poner freno al desperdicio de alimentos, empezando por la ONU. Seg¨²n los ¨²ltimos datos difundidos por la FAO, el organismo de Naciones Unidas dedicado a este tema, 1.300 millones de toneladas de alimentos que podr¨ªan servir para dar de comer a m¨¢s de 870 millones de personas hambrientas terminan en la basura cada a?o.
1.300 millones de toneladas de comida van a la basura cada a?o en el mundo
Productores, distribuidores, consumidores y Gobiernos parecen tomar cada vez m¨¢s conciencia de este problema, pero ante cualquier duda, cuando se trata de algo tan sensible como la comida, nadie quiere arriesgarse. Y las primeras en no querer hacerlo son, de hecho, las grandes compa?¨ªas. ¡°Cualquier error en este tipo de crisis puede acabar con su prestigio. Por eso prefieren perder dinero, aunque sea mucho dinero, a que su marca se vea m¨ªnimamente manchada¡±, comenta S?nke Lund.
Pero no solo la industria intenta evitar el peligro. Tambi¨¦n los Gobiernos se cuidan mucho de descuidar sus controles, aunque la decisi¨®n de lanzar una alerta contra un alimento no es f¨¢cil. ¡°Es un equilibrio dif¨ªcil. Por un lado, las autoridades deben evitar levantar alarmas innecesarias, que pueden perjudicar much¨ªsimo a las empresas y la econom¨ªa del propio pa¨ªs. Pero por otra parte, deben actuar r¨¢pido en la prevenci¨®n sanitaria para no verse de pronto con un problema de seguridad alimentaria que se les vaya de las manos¡±, prosigue el abogado Lund.
De ah¨ª que la UE no acabe de tomar una decisi¨®n sobre si puede o no puede donarse la carne de caballo, mientras emite mensajes que la industria considera un tanto contradictorios: por un lado, insiste en que el fraude de la carne de caballo es simplemente eso, un fraude de consumo y no una alerta sanitaria, mientras que por otra parte est¨¢ instando a los Gobiernos de los pa¨ªses miembros a realizar an¨¢lisis masivos en busca de trazas de equino. Y no solo eso: tambi¨¦n ha ordenado, ofreciendo incluso financiaci¨®n, que se analicen los caballos que se sacrifican en los mataderos para descartar la presencia en ellos de restos de fenilbutazona, un potente analg¨¦sico que puede resultar perjudicial para la salud de las personas si se consume en exceso.
Ante estos mensajes contradictorios, la conclusi¨®n que extraen tanto la industria como las organizaciones ben¨¦ficas que podr¨ªan dar salida a todos esos alimentos retenidos es l¨®gica: de momento, todos quietos. ¡°Tal como est¨¢n ahora las cosas, sin un informe oficial de las autoridades sanitarias, no podemos aceptar estos productos. Si se confirmara que no son perjudiciales para la salud, y en el caso de que alguna empresa decida donarlos, por supuesto que los distribuir¨ªamos. Eso s¨ª, siempre informando a sus receptores de la posibilidad de que contengan carne de caballo", advierte un portavoz de la Federaci¨®n de Bancos de Alimentos de Francia.
Las empresas, por su parte, tampoco se atreven a mover un dedo para resolver esta inc¨®gnita. ¡°No tenemos establecida una pol¨ªtica com¨²n para situaciones como esta, entre otras cosas porque no son frecuentes. Por eso, cada compa?¨ªa afectada est¨¢ actuando como considera m¨¢s correcto: unas destruyen los alimentos afectados y otras los almacenan a la espera de instrucciones¡±, aclara Nuria de Pedraza, portavoz de AECOC, organizaci¨®n multisectorial de fabricantes y distribuidores, que agrupa a cerca de 25.000 asociados.
El objetivo de la UE al ordenar an¨¢lisis en todos los pa¨ªses es intentar encontrar cuanto antes el origen del fraude, que seg¨²n una investigaci¨®n francesa podr¨ªa hallarse en mataderos de Ruman¨ªa y afectar a 750 toneladas de carne. Pero la cadena de suministro est¨¢ tan embrollada, que est¨¢ resultando dif¨ªcil dar con los responsables, lo que hace temer que hasta entonces se pierda mucha comida por el camino.
Entre tanto, al hilo de este esc¨¢ndalo, algunas voces en el mundo se preguntan si los est¨¢ndares que manejan los mercados occidentales est¨¢n contribuyendo a un desperdicio indecente de comida. Sin ir m¨¢s lejos, el pasado martes, los organizadores del congreso anual del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que se celebraba en Nairobi, ofrecieron a un centenar de ministros y personalidades un banquete gourmet con alimentos rechazados por supermercados europeos para denunciar el problema. El banquete inclu¨ªa 1.600 kilos de verduras y fruta kenianos que no pasaron el examen de los distribuidores. Seg¨²n el PNUMA, los comensales no se habr¨ªan dado cuenta de lo que com¨ªan si nadie se lo hubiera dicho.
Con informaci¨®n de Juan Peces.
El rastro del ADN equino
16 de enero: Irlanda detecta un alto porcentaje de ADN de caballo en hamburguesas congeladas a la venta en varias cadenas de Reino Unido e Irlanda. Decenas de millones de filetes son retiradas de las estanter¨ªas.
29 de enero:?Un estudio de la OCU detecta ADN equino en dos marcas de hamburguesas a la venta en Espa?a.
7 de febrero: La Agencia Brit¨¢nica de Seguridad Alimentaria detecta carne de caballo en lasa?as congeladas con salsa bolo?esa de vacuno de la marca Findus.
?8 de febrero: La empresa francesa Comigel, suministradora de Findus, anuncia la retirada de todos sus productos de carne de vacuno y acusa al gigante Spanghero de haberle vendido la materia prima fraudulenta. Esta ¨²ltima compa?¨ªa indica que la carne proced¨ªa de Ruman¨ªa y lleg¨® a sus almacenes tras una cadena de suministro con varios intermediarios. Findus retira tres marcas de precocinados en Reino Unido, Francia y Suecia.
14 de febrero: Francia suspende a la empresa Spanghero por fraude alimentario. Seg¨²n las autoridades, 750 toneladas de carne resultan afectadas. De ellas, 550 toneladas han sido servidas v¨ªa Comigel en forma de 4,5 millones de platos preparados en distintos pa¨ªses europeos. Reino Unido detecta fenilbutazona en seis caballos sacrificados. Hay tres detenidos.
15 de febrero: Se retiran de la venta platos de pasta en Noruega y Austria.
18 de febrero: Lidl anuncia la retirada de platos preparados en Finlandia, Dinamarca, B¨¦lgica y Suecia. Es mismo d¨ªa por la noche, Nestl¨¦ ordena la retirada de dos platos de pasta en Espa?a e Italia y acusa a un proveedor alem¨¢n.
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