La justicia mexicana veta los insultos hom¨®fobos
La Suprema Corte de la Naci¨®n dicta una sentencia hist¨®rica por el caso de un periodista que llam¨® ¡°maric¨®n¡± a otro
La justicia de M¨¦xico ha dictado un fallo hist¨®rico contra la discriminaci¨®n por motivos de orientaci¨®n sexual. Este mi¨¦rcoles la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n ha determinado que los insultos hom¨®fobos no son parte del ¨¢mbito de la libertad de expresi¨®n, sino ¡°manifestaciones discriminatorias¡±. La Corte ha emitido esta sentencia al hilo del caso de un periodista que llam¨® a otro ¡°maric¨®n¡± y ¡°pu?al¡± ¨Csin¨®nimo peyorativo de hombre homosexual en el lenguaje popular mexicano¨C.
?El caso tuvo lugar en el Estado de Puebla en 2010, cuando Enrique N¨²?ez Quiroz, de un diario llamado Intolerancia, us¨® esas palabras en una columna para insultar a Armando Prida Huerta, due?o del diario S¨ªntesis, seg¨²n el peri¨®dico Reforma. Prida hizo un demanda y en un primer momento un tribunal estatal decidi¨® que N¨²?ez deb¨ªa indemnizarlo.
Pero N¨²?ez recurri¨® y otro tribunal lo exculp¨®, porque consider¨® que, si bien los t¨¦rminos usados por el columnista de Intolerancia pod¨ªan ser ¡°molestos¡±, no da?aban tanto el honor del otro, ¡°m¨¢xime¡±, resaltaba ese fallo, trat¨¢ndose de un contexto de ¡°debate period¨ªstico¡±.
Finalmente la Suprema Corte ¨Ccon tres votos a favor y dos en contra¨C ha juzgado que las palabras maric¨®n y pu?al son ¡°expresiones ofensivas e impertinentes¡± e innecesarias para dirimir una disputa period¨ªstica. El fallo determina que esa clase de insultos son ¡°una categor¨ªa de los discursos de odio¡± y que discriminan a ¡°grupos¡± sociales. ¡°A pesar de que se emitan en un sentido burlesco, incitan, promueven y justifican la intolerancia hacia la homosexualidad¡±, dice la sentencia, que restringe la legitimidad de estas expresiones a ¨¢reas espec¨ªficas del lenguaje p¨²blico como los estudios cient¨ªficos o las obras art¨ªsticas.
?Esta sentencia es pionera en la jurisprudencia de M¨¦xico, un pa¨ªs en el que la homofobia est¨¢ muy arraigada. El periodista Fernando del Collado, autor del libro Homofobia. Odio, crimen y justicia, 1995-2005 (Tusquets, 2007), opina que es una novedad ¡°sorprendente¡± y esperanzadora, pero advierte de que ser¨ªa necesaria una legislaci¨®n ¡°detallada¡± para poder contener de verdad una tradici¨®n discriminatoria que, seg¨²n dice, aflora con naturalidad en lugares tan populares como los partidos de f¨²tbol o ¡°los p¨²lpitos de las iglesias¡±, e incluso en las declaraciones de los pol¨ªticos mexicanos.
Del Collado cita el caso de Armando Reynoso, exalcalde y exgobernador, respectivamente, de la ciudad y del Estado de Aguascalientes durante la d¨¦cada de los dos mil, quien pronunci¨® en su momento la siguiente frase: ¡°Invitar¨¦ a mi equipo de trabajo a las mejores personas. No me importa de qu¨¦ partido sean, no me importa de qu¨¦ religi¨®n sean, pero no vamos a invitar a putos¡±.
El periodista tambi¨¦n pone como ejemplo el letrero de un balneario de Aguascalientes: ¡°No se permite la entrada a perros ni a homosexuales¡±, o una declaraci¨®n de hace cuatro a?os de Manlio Fabio Beltrones, actual coordinador del grupo parlamentario del partido que gobierna M¨¦xico, el PRI, a prop¨®sito de una iniciativa legal que pugnaba por legalizar el matrimonio gay en todo el pa¨ªs: ¡°Estoy convencido de que con el avance en el Distrito Federal tenemos suficiente. Ya tienen donde vivir¡±. M¨¦xico DF es el ¨²nico lugar en el pa¨ªs que ha legalizado las bodas entre ciudadanos del mismo sexo.
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