Uno de cada dos mexicanos nace mediante ces¨¢rea

En M¨¦xico cada vez menos ni?os nacen en domingo. Cerca de la mitad vienen al mundo por ces¨¢rea, a ser posible programada y de lunes a viernes. Ana Luisa Torres supo que hab¨ªa acertado al escoger ginec¨®logo cuando lo llam¨® un festivo para hacerle una consulta. ¡°Me dijo que ten¨ªa poco tiempo porque ten¨ªa un parto. Era domingo, eso me dej¨® tranquila¡±, dice. Torres nada contracorriente en un mundo en el que la ces¨¢rea se ha impuesto llev¨¢ndose por delante todas las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).

Ni un embarazo es una enfermedad, ni un parto necesita una intervenci¨®n quir¨²rgica. El cuerpo de la mujer est¨¢ preparado para dar a luz y una ces¨¢rea suma de manera innecesaria los riesgos de pasar por el quir¨®fano y no aporta ning¨²n beneficio. La posibilidad de un ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) es 10 veces mayor en un parto por ces¨¢rea programada que en un parto vaginal normal, seg¨²n la OMS. Pese a las advertencias de todos los organismos mundiales, las cifras en M¨¦xico aumentan de manera vertiginosa a favor de la intervenci¨®n.

En el hospital privado M¨¦dica Sur del Distrito Federal, 75 de cada cien madres no se enteran de su parto. Ni respiraciones, ni esfuerzo. R¨¢pido y sin dolor. La tendencia no es exclusiva de los centros privados. En los p¨²blicos nacen por ces¨¢rea el 41% de los beb¨¦s, seg¨²n la Encuesta Nacional de Salud y Nutrici¨®n de 2012. Una cifra muy por encima del 15% que la OMS considera normal. La ONG mexicana El Poder del Consumidor asegura que en 2012 M¨¦xico fue el pa¨ªs del mundo en el que se practicaron m¨¢s ces¨¢reas. Un patr¨®n que se repite por toda Am¨¦rica Latina, seg¨²n un informe reciente de Unicef con datos de 2006 a 2010, en el que Brasil lidera el r¨¢nking.

La Organizaci¨®n Mundial de la Salud solo considera normal que sel 15% de los partos acabe en ces¨¢rea

¡°Los ginec¨®logos que salen ahora de la universidad no saben usar instrumentos. Si viene un parto p¨¦lvico ya hacen una ces¨¢rea pese a no ser necesario¡±, dice Manuel Eduardo Undo, ginec¨®logo de 45 a?os que trabaja en el M¨¦dica Sur y que ayuda a bajar la alta estad¨ªstica de su centro. ¡°Somos muy pocos los que tenemos el pensamiento de dejar a la mujer la libertad de tener su parto¡±, lamenta. A la inexperiencia, se une el miedo excesivo a una posible demanda por complicaciones durante el parto. ¡°Ante cualquier cambio del ritmo cardiaco del beb¨¦, los m¨¦dicos optan por la ces¨¢rea sin ser necesario¡±, dice el doctor.

Mujeres y m¨¦dicos alimentan una estad¨ªstica que se ha disparado en la ¨²ltima d¨¦cada. En M¨¦xico ya no es extra?o o¨ªr a una mujer que est¨¢ embarazada decir que prefiere una ces¨¢rea, como si de elegir el nombre de su hijo se tratara. Aunque a veces son las madres las que apuestan por la intervenci¨®n por miedo al dolor, en la mayor¨ªa de casos la ces¨¢rea, aunque innecesaria, viene inducida por el m¨¦dico. Pese a la dudosa ¨¦tica profesional que esto envuelve, Undo no defiende a sus colegas: ¡°No siempre le dicen a la paciente la verdad¡±. Programar una ces¨¢rea es para los m¨¦dicos principalmente una cuesti¨®n de tiempo. El parto no entiende de festivos y se puede prolongar horas, mientras que una ces¨¢rea se finiquita en algo menos de 60 minutos.

Programar una ces¨¢rea es para los m¨¦dicos principalmente una cuesti¨®n de tiempo

El abuso irresponsable de intervenciones quir¨²rgicas en un proceso ancestralmente natural supone, adem¨¢s de mayores riesgos para la salud, una merma de las arcas p¨²blicas. Un parto en un hospital p¨²blico cuesta 17.400 pesos (unos mil euros), mientras que una ces¨¢rea sale por 21.600 (casi 1.300 euros), seg¨²n datos oficiales. En los centros privados, que cubren alrededor del 15% de los nacimientos de todo el pa¨ªs, las cifras se duplican: 2.000 euros el parto natural y 2.400 la ces¨¢rea, sin incluir los honorarios para el m¨¦dico. Estos costos suelen afrontarlos las aseguradoras privadas. Undo, que cobra unos 1.400 euros por ces¨¢rea y 1.000 por parto natural, critica que a¨²n hoy en d¨ªa hay seguros que cubren la totalidad de una ces¨¢rea pero solo un tanto por cien de los naturales. ¡°Eso hace que muchas mujeres prefieran programar la intervenci¨®n para no tener que pagar¡±, dice.

Por exceso de celo, por tiempo, por miedo o por dinero, las amigas de Ana Luisa Torres, sus compa?eras de trabajo y su cu?ada tuvieron recientemente su parto por ces¨¢rea. Ella, en su sexto mes de embarazo, est¨¢ dispuesta a que Juli¨¢n nazca cuando tenga que nacer. Sin agendas ni juegos de fecha.