Una gigantesca org¨ªa volc¨¢nica dio paso a los dinosaurios
Su nacimiento se debi¨® a la erupci¨®n de una serie de volcanes gigantes al final del tri¨¢sico
Los dinosaurios no deber¨ªan quejarse de que un meteorito causara su extinci¨®n hace 66 millones de a?os. Porque su florecimiento 135 millones de a?os antes tambi¨¦n se debi¨® a un cataclismo, en este caso la erupci¨®n de una serie de volcanes gigantes al final del tri¨¢sico. As¨ª que lo comido por lo servido.
Los dinosaurios evolucionaron de otros reptiles m¨¢s modestos hace 230 millones de a?os, a¨²n en pleno tri¨¢sico, pero no fue hasta la extinci¨®n masiva que puso fin a esa era cuando florecieron hasta alcanzar la diversidad y las espectaculares dimensiones que los han hecho famosos. Gracias a aquella extinci¨®n que cambi¨® las reglas del juego y despej¨® los ecosistemas, los dinosaurios pudieron dominar el planeta durante los dos periodos geol¨®gicos que la sigueron, el jur¨¢sico y el cret¨¢cico.
Ya se sab¨ªa que hubo un volcanismo masivo en el tri¨¢sico, pero su asociaci¨®n a la extinci¨®n que le puso final era solo una hip¨®tesis debido a la escasa precisi¨®n de las dataciones, con un error en el rango del mill¨®n de a?os arriba o abajo. Los ge¨®logos Terrence Blackburn, Paul Olsen y sus colegas del MIT (Massachussets Institute of Technology) en Boston, la Universidad de Columbia en Nueva York y otros cuatro centros estadounidenses, canadienses y marroqu¨ªes han logrado afinar ese margen de error a solo 20.000 a?os.
Tal y como muestran hoy en la revista Science, en ese pesta?eo geol¨®gico coinciden el vulcanismo masivo y la extinci¨®n igualmente masiva que inaugur¨® la era jur¨¢sica. Un margen de error de 20.000 a?os es seguramente lo m¨¢s parecido a una demostraci¨®n que puede ofrecer la geolog¨ªa actual. Al menos pone en graves problemas a quien proponga que la extinci¨®n y el vulcanismo fueron una coincidencia.
Los ge¨®logos han examinado los estratos inmediatamente anteriores y posteriores a la extinci¨®n del fin del tri¨¢sico en yacimientos geol¨®gicos de todo el planeta, desde las costas de Nueva Jersey hasta las rocas del Magreb, y han podido vincular la extinci¨®n ¨Cla desaparici¨®n abrupta de la mitad de las especies hace 201 millones de a?os¡ª con un ¡°conjunto datado con precisi¨®n de erupciones volc¨¢nicas gigantescas¡±.
Olsen y sus colegas no creen que la mitad de las especies tri¨¢sicas se abrasaran literalmente en la lava de aquella org¨ªa volc¨¢nica. Conjeturan m¨¢s bien que las gigantescas erupciones provocaron un cambio clim¨¢tico tan brusco ¨C¡°tal vez de un ritmo similar al causado actualmente por la especie humana¡±, propone Olsen¡ª que la mitad de las especies vivas no tuvieron tiempo de adaptarse.
El punto fuerte del estudio es su precisi¨®n en la dataci¨®n de los estratos. Los ge¨®logos han logrado fechar la extinci¨®n del fin del tri¨¢sico (ETE, por end triassic extinction) en 201.564.000 a?os, ¡°exactamente igual que los vertidos masivos de lava¡±, dice Olsen. ¡°Puede que esto no responda todas las cuestiones sobre el mecanismo de la extinci¨®n en s¨ª mismo, pero la coincidencia en el tiempo con el vulcanismo es una evidencia m¨¢s bien invulnerable". Olsen lleva casi 40 a?os investigando la frontera tri¨¢sico/jur¨¢sico en el observatorio terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.
Los autores han analizado los is¨®topos de uranio que contienen los basaltos de la ¨¦poca, un tipo de roca que proviene de erupciones volc¨¢nicas, en la llamada Provincia Magm¨¢tica del Atl¨¢ntico Central (CAMP en sus siglas inglesas). Esa provincia es la marca geol¨®gica de una serie de enormes erupciones volc¨¢nicas al final del tri¨¢sico, una ¨¦poca en que casi toda la tierra firme estaba agrupada en el supercontinente Pangea.
Fue precisamente esa actividad volc¨¢nica la que dividi¨® Pangea en dos creando de paso el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. As¨ª de fragorosas son las cosas del pasado de la Tierra.
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