La deserci¨®n escolar en Am¨¦rica Latina ya no es solo cuesti¨®n de pobreza
Un estudio de SITEAL vincula el abandono educativo de los adolescentes de la regi¨®n a la incompatibilidad con trabajo y familia y con el puro aburrimiento
Los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina han logrado con gran esfuerzo en la ¨²ltima d¨¦cada aumentar las plazas escolares y conseguir que m¨¢s ni?os de sectores pobres accedan a la educaci¨®n. M¨¢s del 97% de todos los ni?os de 7 a 12 a?os de la regi¨®n van al colegio (dos puntos m¨¢s que en 2000), y m¨¢s del 83% de los adolescentes de 13 a 17 (seis puntos m¨¢s). Sin embargo, un estudio que acaba de publicar el Sistema de Informaci¨®n de Tendencias Educativas en Am¨¦rica Latina (SITEAL), organismo vinculado a la OEI y la UNESCO, pone de manifiesto otras causas del abandono escolar que van surgiendo ¡ªo haci¨¦ndose m¨¢s visibles¡ª a medida que se va extendiendo la escolarizaci¨®n a todas las capas de la sociedad.
¡°En t¨¦rminos generales, siete de cada diez ni?os y adolescentes no escolarizados provienen de los hogares m¨¢s expuestos a privaciones econ¨®micas. No obstante, se observa que entre los adolescentes que no concurren a la escuela, se ha incrementado la proporci¨®n que proviene de sectores socioecon¨®micos medios y altos, a la vez que el peso relativo de estos sectores aumenta con la edad¡±, dice el estudio. De ese modo, si bien en las edades m¨¢s tempranas el principal motivo de deserci¨®n es simple y puramente la pobreza, a medida que llega la adolescencia aparecen factores como ¡°el desinter¨¦s por estudiar¡±, la imposibilidad de compaginar estudios y trabajo o las cargas familiares, seg¨²n el trabajo que analiza datos de la ¨²ltima d¨¦cada de Bolivia, Chile, Panam¨¢, Costa Rica, Nicaragua y Paraguay.
El desinter¨¦s previo facilita la decisi¨®n cuando aparecen otros obst¨¢culos
¡°La proporci¨®n de adolescentes [14-15 a?os] a los que su condici¨®n de desescolarizados se la relaciona con el trabajo duplica su peso relativo hasta alcanzar el 18%, mientras que la maternidad, la paternidad y las tareas dom¨¦sticas, que en la ni?ez no aparec¨ªan, son mencionadas por el 6% de los encuestados. Al finalizar la adolescencia, se intensifica la relaci¨®n entre las tareas relacionadas con la domesticidad y la deserci¨®n hasta alcanzar el 10% de los casos, a la par que el trabajo pasa a ser mencionado por el 20% como el principal motivo de abandono escolar¡±. Y, junto a ello, siempre a esas edades aparece como principal motivo de abandono el desinter¨¦s por los estudios.
El especialista chileno de la Universidad de Alberto Hurtado Juan Eduardo Garc¨ªa Huidobro insiste en esa ¡°raz¨®n m¨¢s pedestre que podr¨ªamos motejar de aburrimiento¡±. La lectura del informe de SITEAL ¡ª¡°que describe bien, con datos actuales, un tema que se viene observando desde hace tiempo¡±¡ª le sugiere a este experto que existe ¡°un problema de estructura¡±: ¡°La educaci¨®n media en Am¨¦rica Latina es muy r¨ªgida, no ofrece una pluralidad de alternativas que permitan compatibilizarla con otras opciones. Una pol¨ªtica m¨ªnima ser¨ªa darle m¨¢s calidad y desestigmatizar las opciones vespertinas, en alternancia [con el trabajo], etc¨¦tera¡±.
¡°Hay que conectar aprendizaje y vida cotidiana¡±, asegura un especialista
Pero el informe de SITEAL destaca adem¨¢s que para muchos adolescentes la escuela le ¡°es ajena¡±, un punto de partida emocional que facilita la deserci¨®n si surgen esas otras dificultades como el empleo o la familia. Muchos adolescentes ¡°trabajan a la par que estudian e incluso son madres y padres durante el transcurso de su escolarizaci¨®n b¨¢sica y, aun as¨ª, contin¨²an estudiando. Pero hay otro grupo que se?ala que el trabajo, las tareas dom¨¦sticas, el cuidado de ancianos o ni?os peque?os y la maternidad son actividades propias ¡ªen alguna medida, inevitables¡ª mientras que el estudio no lo es¡±. Y no todos los que hablan as¨ª son pobres: el 38% de los adolescentes que dicen haber dejado los estudios para trabajar, el 29% de los que lo han hecho para atender tareas dom¨¦sticas y el 31% de los que han perdido todo inter¨¦s ¡°vive en hogares que en principio no son los m¨¢s pobres de sus pa¨ªses¡±.
As¨ª, contin¨²a el informe, en muchas ocasiones ¡°la maternidad y el trabajo son hitos en trayectorias escolares previamente debilitadas¡± y esos ¡°eventos aceleran una decisi¨®n¡±, la de abandonar, que tanto los profesores, como familias y los propios j¨®venes supon¨ªan desde el principio inevitable. En otras ocasiones, los adolescentes ¡°declaran abiertamente y con cierto desprecio que la escuela no forma parte de sus opciones de vida¡±.
Desde esa perspectiva, Garc¨ªa Huidobro considera que el problema m¨¢s urgente que debe solucionar la escuela en la regi¨®n es ¡°la desconexi¨®n de la ense?anza con la vida de los j¨®venes y adolescentes¡±. ¡°La educaci¨®n se ofrece como un bien futuro y no conecta con el hoy de ellos. Este es un problema pedag¨®gico y curricular que supone sobre todo cambios en el modo de ense?ar y de conectar aprendizaje y vida cotidiana. Implica revertir el significado que se le da al fracaso escolar: de verlo como un fracaso de los j¨®venes a leerlo como un fracaso de la escuela y de nosotros, los educadores¡±, a?ade el especialista.
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