¡®Excusez-moi¡¯, deje sitio al espa?ol
La pujanza mundial del castellano amerita mayor presencia en la diplomacia Las autoridades prefieren que se vaya abriendo camino sin forzarlo
Sato Sinichi fue enviado a Granada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Jap¨®n tras aprobar las oposiciones a la carrera diplom¨¢tica. Durante un a?o se dedic¨® plenamente al estudio del espa?ol, una lengua que le fue asignada tras insistir en que le dieran la oportunidad de aprender castellano, quer¨ªa saber ¡°otro idioma influyente¡±. Ya hablaba ingl¨¦s. Un a?o despu¨¦s fue trasladado a Madrid para combinar el estudio de la lengua con un posgrado. Sato, actual jefe de la secci¨®n pol¨ªtica de la Embajada en Madrid, cuenta en un magn¨ªfico espa?ol que no estuvo solo aquel bienio. ¡°Vinimos siete diplom¨¢ticos de mi promoci¨®n, la 96-98¡±.
El espa?ol avanza pujante en hogares, calles y aulas de muchos rincones del mundo. Son muchos m¨¢s los que tienen el espa?ol como idioma materno (410 millones de personas, seg¨²n el Instituto Cervantes) que el ingl¨¦s (375 millones, seg¨²n el British Council), aunque la ventaja de este como segunda lengua es incomparable. Pero la diplomacia es un ¨¢mbito que a¨²n se le resiste al castellano. Y no deber¨ªa. Al menos si tomamos en consideraci¨®n las cifras.
El franc¨¦s ¡ªcon unos 74 millones de hablantes nativos y unos 220 millones en total¡ª a¨²n le lleva la delantera en las instituciones europeas y multilaterales. Acad¨¦micos, diplom¨¢ticos y pol¨ªticos hispanohablantes coinciden, no obstante, en que nuestra lengua merece un mayor peso en las relaciones y los foros internacionales. Pero ?re¨²ne ya el espa?ol condiciones para colocarse en el pelot¨®n de cabeza junto al ingl¨¦s y el franc¨¦s?, ?puede hacerlo en las actuales circunstancias?, ?podr¨ªa incluso reemplazar al franc¨¦s? Los consultados sostienen que s¨ª cumple las condiciones te¨®ricas, pero piensan que no ocurrir¨¢ por ahora debido a la tradici¨®n, la fortaleza de la francofon¨ªa y la negativa de las autoridades (al menos las espa?olas) a lanzar una ofensiva en toda regla.
¡°La ¨²nica manera de ganar presencia es ganar peso pol¨ªtico¡±, dice un acad¨¦mico
Ya se sabe que romper con las tradiciones es tarea tit¨¢nica. El franc¨¦s ha sido hist¨®ricamente la lengua por excelencia de la diplomacia y defiende ese estatus con u?as y dientes. Y como indicio, los compa?eros diplom¨¢ticos del se?or Sato. Mientras siete de ellos se sumerg¨ªan en la lengua en Espa?a, otros ¡°ocho o nueve futuros diplom¨¢ticos¡± se dedicaban al estudio del franc¨¦s. El japon¨¦s recalca que fue enviado a Espa?a por el ministerio desde el convencimiento de ¡°la importancia del idioma¡±.
Recuerda David Fern¨¢ndez V¨ªtores, doctor en Lengua Espa?ola y profesor de Traducci¨®n e Interpretaci¨®n en la Universidad Complutense, que el ling¨¹¨ªstico fue el primer reglamento aprobado por la Comunidad Econ¨®mica Europea, germen de la actual Uni¨®n Europea. Acordemos, de entrada, las normas para comprendernos.
El espa?ol es la cuarta lengua m¨¢s utilizada en la UE ¡ªuna babel con 23 idiomas oficiales¡ª y es una de las seis lenguas oficiales de las Naciones Unidas ¡ªes decir, en todas las reuniones oficiales de la ONU se pueden usar el ¨¢rabe, el chino, el franc¨¦s, el espa?ol, el ingl¨¦s y el ruso, y todas las intervenciones y documentos son traducidos siempre a todas esas lenguas¡ª aunque solo ingl¨¦s y franc¨¦s son idiomas de trabajo. El primero, l¨®gicamente, se oye m¨¢s en los pasillos de la sede de Nueva York ¡ªdonde, por cierto, el espa?ol est¨¢ entrando desde la base a medida que va ganando hablantes y espacio en Estados Unidos¡ª. El segundo, en cambio, reina en la sede de Naciones Unidas en Ginebra (Suiza).
Ciertamente, la ubicaci¨®n de las sedes es uno de los factores fundamentales para explicar la fortaleza del franc¨¦s en las instituciones europeas. Junto a Bruselas, como la principal, Estrasburgo (Francia) acoge el Parlamento Europeo y Luxemburgo, el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea. Francia, siempre vigilante y temerosa de que la ampliaci¨®n al Este le arrebatara terreno, ofreci¨® clases gratuitas de franc¨¦s a los representantes de aquellos nuevos socios, recuerda un excorresponsal.
Muchos envidian el activismo de la francofon¨ªa para promover su lengua
El diagn¨®stico de la situaci¨®n que hace el director acad¨¦mico del Instituto Cervantes, Francisco Moreno Fern¨¢ndez, es tajante. ¡°La presencia del espa?ol en los organismos internacionales es claramente insuficiente, porque no se corresponde ni con el peso internacional de este idioma ni con el nivel de dominio de espa?ol que suelen tener los representantes en estos foros¡±, sostiene. Aunque se declara convencido de que ¡°el espa?ol est¨¢ en condiciones de ser utilizado como lengua franca rom¨¢nica de trabajo con fines diplom¨¢ticos y de relaciones internacionales¡±, propone, de entrada, un objetivo m¨¢s modesto: la UEFA. El poder¨ªo del f¨²tbol espa?ol es indiscutible, basta comprobar la inmensa cobertura que le prestan los canales por sat¨¦lite de todo el planeta. ¡°Dado el espacio que ocupa el f¨²tbol de Espa?a en Europa y el amplio conocimiento de nuestra lengua que suelen mostrar sus profesionales, resulta chocante que las lenguas oficiales de la UEFA sean el ingl¨¦s, el franc¨¦s y el alem¨¢n, y no el espa?ol. Ser¨ªa m¨¢s que razonable que el himno de la Liga de Campeones incluyera tambi¨¦n alguna sentencia en lengua espa?ola¡±. La consigna parece ser que planteemos batallas factibles, no una ofensiva general.
Fern¨¢ndez V¨ªtores, codirector del estudio El espa?ol en las relaciones internacionales, publicado por la Fundaci¨®n Telef¨®nica, se declara ¡°muy pesimista¡±. Opina que ¡°la ¨²nica manera de ganar representaci¨®n [en los foros internacionales] es ganar peso pol¨ªtico¡±. Y es obvio que, balompi¨¦ al margen, no son estos los mejores tiempos para Espa?a. A su juicio, el franc¨¦s y el alem¨¢n est¨¢n sobredimensionados en la Uni¨®n Europea ¡ªherencia dejada por los padres fundadores¡ª y reflejo de su peso pol¨ªtico. Es un asunto dif¨ªcil de modificar, recuerda este experto, porque la reforma del reglamento ling¨¹¨ªstico de la UE requiere unanimidad.
Para Fern¨¢ndez V¨ªtores, la v¨ªa para obtener un peso m¨¢s acorde con la pujanza de la lengua ¡°no es esgrimir banderas ling¨¹¨ªsticas¡± sino el trabajo de base, fomentar la industria cient¨ªfica y cultural en castellano. Pero, lamentablemente, dice, existen indicios preocupantes como la tendencia a publicar en ingl¨¦s. Wikipedia bien puede ser un ejemplo. La versi¨®n inglesa es la m¨¢s precisa, porque recoge las aportaciones de muchos millones m¨¢s de usuarios (sea o no el ingl¨¦s su primera lengua) que las otras versiones. ¡°El ingl¨¦s ha dejado de ser patrimonio de los ingleses, es claramente internacional¡±, recuerda el experto. En esa lengua se celebran, por eficacia y comodidad, una muy buena parte de las reuniones de menor nivel en las instituciones multilaterales.
Un directivo del Cervantes propone empezar por el himno de la UEFA
El ingl¨¦s, con 1.500 millones de hablantes (casi una cuarta parte de la poblaci¨®n mundial), es sin duda la lingua franca global de la diplomacia y de la econom¨ªa. Pero incluso la revista brit¨¢nica The Economist sostiene, con la vista puesta sobre todo en Naciones Unidas, que el espa?ol merece un mejor puesto. ¡°La ONU deber¨ªa recompensar la creciente influencia econ¨®mica y social de los hispanohablantes y su extraordinaria implicaci¨®n en el sistema internacional con un asiento mayor en la mesa ling¨¹¨ªstica¡±, escrib¨ªa tras reconocer que el chino y el ¨¢rabe tienen m¨¢s hablantes, pero usan alfabetos no latinos.
El embajador espa?ol para la Diplomacia Cultural, Santiago de Mora-Figueroa, confirma que no existe ning¨²n plan concreto para fortalecer el espa?ol en las relaciones internacionales. Una llamada a la Misi¨®n Permanente de Espa?a ante la ONU en Nueva York confirma que la actitud es la de no plantear frontalmente la batalla al franc¨¦s, ni asomar demasiado la cabeza. ¡°No tenemos intenci¨®n de hacer ninguna campa?a de promoci¨®n, la idea es que se utilicen los seis idiomas [oficiales] por igual, que los seis prevalezcan porque eso, a la larga, nos beneficia¡±. La actitud de las autoridades espa?olas ser¨ªa la de laissez faire: dejar hacer. Que las cosas sigan su curso. Una portavoz de la misi¨®n insiste en el convencimiento de que ¡°el espa?ol se va a extender de forma natural, mientras el franc¨¦s est¨¢ en retroceso¡±. Y esgrime un segundo argumento de peso: ¡°Enfrentarse al franc¨¦s o a otro idioma supone que al final gana el ingl¨¦s¡±. La portavoz declara que, aunque no existe una instrucci¨®n expl¨ªcita, la veintena de funcionarios de la misi¨®n utiliza siempre el espa?ol si hay interpretaci¨®n. ¡°Hablar en espa?ol es un privilegio. Recordemos que la ONU tiene 193 Estados y solo seis son oficiales¡±, insiste una veterana int¨¦rprete que prefiere permanecer en el anonimato. Lengua que, por cierto, entr¨® en la Naciones Unidas en 1945 gracias a pa¨ªses latinoamericanos y a propuesta de Filipinas porque la Espa?a de Franco no se incorpor¨® hasta 1955.
Un trabajo esencial el del int¨¦rprete, porque la buena calidad de este servicio permite, como recalca Fern¨¢ndez V¨ªtores (int¨¦rprete de ingl¨¦s y griego), que ¡°a las reuniones acudan los mejores profesionales y no los que mejor dominan la lengua¡±. Una veintena del centenar de int¨¦rpretes de la ONU en Nueva York pertenecen al departamento de espa?ol que dirigi¨® Ingeborg M?ller-Rizo, colombiana de padre alem¨¢n. ¡°Yo me he visto en la situaci¨®n tan parad¨®jica de interpretar al espa?ol a un delegado cuya lengua materna es el espa?ol¡± aunque interviene en otro idioma, relata en el citado estudio. Son casos espor¨¢dicos.
Desde la ONU: ¡°Enfrentarse a otro idioma supone que triunfa el ingl¨¦s¡±
El embajador espa?ol para la Diplomacia Cultural, nombrado el verano pasado, recalca que anta?o ¡°hab¨ªa mucho embajador extranjero en Madrid que no hablaba espa?ol¡±. Eso ya no ocurre. Y, aunque pueda sorprender, un embajador hispanohablante puede trabajar en su lengua muy lejos de casa. Es el caso del embajador de M¨¦xico en Pek¨ªn, Jorge Guajardo: ¡°Por lo regular, las reuniones de trabajo con la canciller¨ªa china son en espa?ol. En el servicio exterior chino tienen a muchos hispanoparlantes¡±, explica en una entrevista por correo electr¨®nico. A?ade que, como el actual ministro asistente encargado de Am¨¦rica Latina no habla espa?ol ¡°las reuniones con ¨¦l son en ingl¨¦s¡± y cuando la formalidad de la ocasi¨®n lo requiere, en espa?ol con traducci¨®n al chino. ¡°China tiene excelentes traductores, todos ellos diplom¨¢ticos de carrera¡±, precisa el embajador del pa¨ªs hispanohablante m¨¢s poblado.
El embajador Guajardo destaca ¡ªa t¨ªtulo personal, insiste¡ª que a menudo resulta eficaz recurrir al ingl¨¦s: ¡°Mi experiencia es que todos los que estamos en este oficio hablamos mejor el ingl¨¦s que los idiomas de los otros, es decir, pocas son las veces que haya tenido problemas hablando con un no-hispanoparlante en ingl¨¦s¡±.
Precisa el profesor de Traducci¨®n e Interpretaci¨®n que a menudo en los foros internacionales se negocia en un idioma que no sea el materno de nadie, de modo que todos est¨¢n en id¨¦nticas condiciones y resulta m¨¢s ¨¢gil que la traducci¨®n simult¨¢nea.
A juicio del veterano diplom¨¢tico De Mora-Figueroa, uno de los cambios notables es la evoluci¨®n que ha sufrido la percepci¨®n respecto del espa?ol, que ¡°ya no es una lengua con gracia y color¡±, hoy se la percibe con mucho mayor empaque, con capacidad de mirar de t¨² a t¨² a los idiomas m¨¢s extendidos.
El doctor Fern¨¢ndez V¨ªtores envidia ¡ªno es para nada el ¨²nico¡ª la determinaci¨®n de la francofon¨ªa. ¡°[Los franceses] tienen una eficaz estrategia en el ¨¢mbito institucional con muy poco poder real. Y el espa?ol no ha sabido hacerlo, pese a que tiene un gran potencial de crecimiento porque sus hablantes son muy j¨®venes¡±. El responsable acad¨¦mico del Cervantes, Moreno Fern¨¢ndez, admite que ¡°la francofon¨ªa tiene aspectos envidiables. Francia lleva d¨¦cadas practicando una pol¨ªtica cultural seria y eficaz¡±. Y a?ade la an¨®nima int¨¦rprete de Naciones Unidas que los franceses y los pa¨ªses africanos franc¨®fonos no dejan pasar una. Un ejemplo: elevan una protesta formal en cuanto un documento no est¨¢ traducido al franc¨¦s. Defienden su lengua en el d¨ªa a d¨ªa y mediante una instituci¨®n ad hoc: la Francofon¨ªa. Esta comunidad ling¨¹¨ªstica, que engloba a 56 pa¨ªses que incluyen 200 millones de francoparlantes, ¡°no se limita a tener una lengua com¨²n, sino que comparte tambi¨¦n los valores humanistas transmitidos por la lengua francesa¡±, asegura la versi¨®n espa?ola de su p¨¢gina en Internet.
El directivo del Cervantes, donde se ense?a espa?ol a un cuarto de mill¨®n de alumnos en todo el mundo, admite que ¡°Espa?a se ha incorporado m¨¢s tarde a esa carrera¡± cultural, pero con ¡°una enorme ventaja¡±, opina, ¡°el deseo de que la pol¨ªtica cultural hisp¨¢nica no se planifique y ejecute solamente desde Espa?a, sino que sea resultado de un consenso en el que se conjuguen los intereses de todos los pa¨ªses hispanohablantes¡±. En estos tiempos de vacas flacas para Espa?a, quiz¨¢ los pa¨ªses latinoamericanos m¨¢s vigorosos puedan ser la vanguardia.
El babel de la diplomacia
? Unos 410 milones de personas tienen el espa?ol como lengua materna frente a 375 millones cuyo idioma nativo es el ingl¨¦s, aunque la ventaja de este como segunda lengua es incomparable. Unos 74 millones tienen el franc¨¦s como primer idioma.
? La UE acoge 23 lenguas oficiales. El espa?ol ocupa el cuarto o quinto puesto en su entramado institucional.
? La ONU tiene seis lenguas oficiales (¨¢rabe, chino, franc¨¦s, espa?ol, ingl¨¦s y ruso), pero solo ingl¨¦s y franc¨¦s son lenguas de trabajo.
? Solo las lenguas de los miembros del Consejo de Seguridad (EE UU, Reino Unido, Rusia, China y Francia) iban a ser oficiales, pero gracias a la contribuci¨®n de los pa¨ªses latinoamericanos a la conferencia por la que se cre¨® la ONU, y a petici¨®n de Filipinas, se sum¨® el espa?ol, seg¨²n el informe El espa?ol en las relaciones internacionales.
? El Tratado de Versalles que puso fin en 1919 a la Primera Guerra Mundial supone la primera aparici¨®n del ingl¨¦s como lingua franca institucional. El presidente de EE UU, Woodrow Wilson, insisti¨® en que el acuerdo se publicase en franc¨¦s e ingl¨¦s. Se consider¨® normal porque los representantes de EE UU y Reino Unido en las reuniones preparatorias no sab¨ªan franc¨¦s, pero su hom¨®logo franc¨¦s conoc¨ªa la lengua de sus interlocutores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.