Una mujer corre riesgo de muerte por la prohibici¨®n del aborto en El Salvador
La mujer, de 22 a?os, est¨¢ embarazada de un feto anencef¨¢lico y gravemente enferma El Gobierno decidir¨¢ si permite una excepci¨®n a los castigos previstos en la ley
Beatriz tiene 22 a?os y est¨¢ encinta de 20 semanas. Si sigue adelante con el embarazo puede morir. El lupus eritematoso discoide y la insuficiencia renal grave que padece ponen en serio riesgo su vida, seg¨²n han diagnosticado los m¨¦dicos que la atienden. Adem¨¢s, el hijo que espera tiene anencefalia ¡ªcarece de parte del cerebro¡ª y su supervivencia tras el parto es pr¨¢cticamente nula. Pero Beatriz vive en El Salvador, un pa¨ªs donde el aborto est¨¢ totalmente prohibido en cualquier circunstancia. Las mujeres que se lo practiquen se enfrentan a penas de hasta 50 a?os de c¨¢rcel, y los m¨¦dicos que lo realicen hasta 12. Una amenaza tangible que la Fiscal¨ªa del Estado ha lanzado ya contra esta joven y cualquiera que la atienda. Beatriz, que ha solicitado amparo ante la Corte Constitucional de su pa¨ªs y la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos (CIDH), aguarda ahora a que el Gobierno de El Salvador permita una excepci¨®n para que pueda abortar.
La interrupci¨®n del embarazo se pena como homicidio agravado y conlleva hasta 50 a?os de c¨¢rcel
Su historia ha desatado la pol¨¦mica en el pa¨ªs centroamericano, que en la d¨¦cada de los noventa elimin¨® la opci¨®n del aborto terap¨¦utico que entonces recog¨ªa su legislaci¨®n. A voces como la de la ministra de Salud, Mar¨ªa Isabel Rodr¨ªguez, que ha pedido a la justicia que se otorgue un permiso especial para que se le pueda practicar el aborto a la chica sin que ella o los m¨¦dicos sean castigados, se contraponen las duras palabras de la Conferencia Episcopal de El Salvador, que ha manifestado que interrumpir un embarazo no est¨¢ justificado en ning¨²n caso. Los obispos, adem¨¢s, han acusado a las organizaciones de mujeres y de derechos civiles de ¡°usar¡± la enfermedad de Beatriz para ¡°manipular¡± al Gobierno y empujarle a despenalizar el aborto en ciertos supuestos.
El caso ha llegado hasta Naciones Unidas. Un grupo de expertos de ese organismo critic¨® la inacci¨®n de las autoridades salvadore?as y apel¨® el viernes pasado al Gobierno de Mauricio Funes (Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional) para que permita la intervenci¨®n que salvar¨ªa la vida de la chica. ¡°Esta situaci¨®n de incertidumbre ha extendido el sufrimiento de Beatriz, quien tiene pleno conocimiento del estado de salud del feto y el riesgo de muerte que ella misma enfrenta, someti¨¦ndole a vivir una situaci¨®n cruel, inhumana y degradante¡±, subrayan. No es el ¨²nico organismo internacional que la apoya. El lunes, la CIDH concedi¨® a la joven el amparo que hab¨ªa solicitado y exigi¨® a El Salvador que cumpla con el tratamiento recomendado por el comit¨¦ m¨¦dico que la atiende: la interrupci¨®n del embarazo. Les inst¨®, adem¨¢s, a hacerlo sin dilaci¨®n.
El Gobierno del pa¨ªs centroamericano, que debe acatar la orden de esta corte internacional, a¨²n no ha movido ficha. Mientras, Beatriz permanece ingresada en un hospital de la capital, explican los abogados de la Agrupaci¨®n Ciudadana para la Despenalizaci¨®n del Aborto Terap¨¦utico que la representan. La chica, que procede de una familia con pocos recursos de la zona rural de Jiquilisco (al sur) tiene ya un hijo de dos a?os. Ese primer embarazo tambi¨¦n fue de riesgo, aunque menor, y la mantuvo en cuidados intensivos durante 38 d¨ªas, explica Morena Herrera, portavoz de esa agrupaci¨®n. "Llevamos 21 d¨ªas esperando la resoluci¨®n del Gobierno. La situaci¨®n de Beatriz es dram¨¢tica", apunta por tel¨¦fono.
La situaci¨®n de Beatriz es, para los expertos de la ONU, un ejemplo de que El Salvador deber¨ªa considerar la introducci¨®n de excepciones a la prohibici¨®n total del aborto. ¡°El derecho internacional en su estado actual no proh¨ªbe el aborto ni lo impone tampoco; cada Estado puede elegir qu¨¦ tratamiento darle en su legislaci¨®n interna¡±, explica Juan M¨¦ndez, relator especial de la ONU para la tortura. ¡°Pero el derecho internacional s¨ª proh¨ªbe en forma absoluta el trato cruel, inhumano y degradante, por ello los Estados est¨¢n obligados a arbitrar medios jur¨ªdicos eficaces para evitar someter a las mujeres a situaciones que impliquen trato cruel, inhumano o degradante¡±, indica.
La Corte Iberoamericana de Derechos Humanos ha instado a que se realice la operaci¨®n
Beatriz se enfrenta a la muerte o a la c¨¢rcel. En El Salvador, 19 mujeres cumplen penas de prisi¨®n por abortar, explica la abogada de la organizaci¨®n Women's Link Worldwide M¨®nica Roa, que ha seguido de cerca el proceso. ¡°Su C¨®digo Penal castiga con hasta 14 a?os de c¨¢rcel el delito de aborto, en el caso de las mujeres, pero a la mayor¨ªa se las procesa por homicidio agravado, penado con hasta 50 a?os¡±, dice.
En El Salvador fallecieron, seg¨²n los datos que manejan las organizaciones de mujeres y de derechos civiles al menos 13 mujeres como consecuencia de problemas en el embarazo que se hubieran evitado si se les hubiera permitido abortar. Y no es el ¨²nico pa¨ªs de Am¨¦rica donde se producen situaciones similares. En 2010, una mujer de 27 a?os enferma de c¨¢ncer perdi¨® la vida en Nicaragua porque le negaron la interrupci¨®n del embarazo. En 2012, una chica de 16 a?os con leucemia muri¨® en Rep¨²blica Dominica porque las autoridades desautorizaron el tratamiento farmacol¨®gico porque pon¨ªa en riesgo la vida del hijo que esperaba; que tampoco salio adelante.
A estas historias dram¨¢ticas se a?ade un hecho constatado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud: que las leyes m¨¢s duras no atajan la tasa de abortos, al rev¨¦s; y en cambio s¨ª incrementan el n¨²mero de intervenciones inseguras, incide Marta Mar¨ªa Blando, de la organizaci¨®n internacional IPAS, que lucha por evitar las muertes y discapacidades atribuibles a esas pr¨¢cticas. Blando apunta que la clandestinidad y la falta de transparencia de los Gobiernos hacen dif¨ªcil tener cifras concretas de este fen¨®meno, aunque la OMS estima que cada a?o mueren 40.000 mujeres en todo el mundo debido a abortos inseguros.
¡°En abstracto es dif¨ªcil defender un derecho que nadie quiere tener que usar. Ninguna mujer quiere abortar, pero hay una realidad que no podemos negar. Debe garantizarse a las mujeres un m¨ªnimo de cobertura para que ninguna muera porque no le hacen un aborto. Y desde esa base los Estados tendr¨ªan espacio para decidir qu¨¦ tipo de legislaci¨®n quieren¡±, reclama la abogada Roa. Algunos, como Colombia o Uruguay, ya han dado ese peque?o paso.
La interrupci¨®n del embarazo en Am¨¦rica Latina
Argentina. Solo se permite el aborto en casos de violaci¨®n y de incapacitadas legalmente por enfermedad mental y cuando peligra la vida de la mujer.
Bolivia. Solo es legal, previa autorizaci¨®n del juez, si el embarazo es resultado de ¡°una violaci¨®n, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto¡±, y si la vida de la madre peligra.
Brasil. Est¨¢ penado con entre uno y cuatro a?os de c¨¢rcel, salvo si la salud de la madre est¨¢ en peligro o si el embarazo es fruto de violaci¨®n.
Chile. El aborto es ilegal y no hay excepciones.
Colombia. En 2006, se despenaliz¨® en tres supuestos: peligro para la salud de la madre, violaci¨®n y cuando el feto vaya a morir.
Cuba. Desde 1965, rige una ley de plazos: la mujer puede interrumpir el embarazo durante las primeras 12 semanas.
M¨¦xico. En el Distrito Federal de M¨¦xico, se puede abortar hasta las 12 semanas. En el resto del pa¨ªs, solo est¨¢ autorizado en los tres casos cl¨¢sicos.
Nicaragua. Desde octubre de 2006, est¨¢ penalizado bajo cualquier supuesto.
Paraguay. Desde 1937 se permite solo cuando est¨¢ en peligro la vida de la mujer embarazada.
Uruguay. Despu¨¦s de un intento frustrado en 2008 por el veto del presidente Tabar¨¦ V¨¢zquez, el pasado mes de octubre se despenaliz¨® el aborto en las 12 primeras semanas de gestaci¨®n.
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