Padres, alumnos y docentes van a la huelga contra la ¡®ley Wert¡¯ y los recortes

Centenares de protestas, de encierros, vigilias y todo tipo de movilizaciones se han sucedido durante las dos ¨²ltimas semanas por toda Espa?a contra la reforma educativa que impulsa el Gobierno y contra unos recortes en ense?anza que ascienden a 6.700 millones de euros desde 2010. Toda esa movilizaci¨®n culmina hoy con una huelga general en todos los niveles educativos, desde la guarder¨ªa a la Universidad. Convocados por la Plataforma por la Escuela P¨²blica (formada por los sindicatos CC OO, FETE-UGT y STES, la confederaci¨®n de padres CEAPA y el Sindicato de Estudiantes), est¨¢n llamados hoy al paro en torno a 6,8 millones de estudiantes y cerca de 600.000 docentes, es decir, absolutamente toda la ense?anza p¨²blica.

Tambi¨¦n lo est¨¢n los casi dos millones de alumnos de la escuela concertada (aunque la principal asociaci¨®n de padres del sector, Concapa, rechaza el paro) y sus 130.000 profesores. Habr¨¢ manifestaciones en una treintena de ciudades.

Despu¨¦s de varios a?os de ajustes acompa?ados de protestas dispersas, las medidas de recorte fijadas el a?o pasado por el ministro Jos¨¦ Ignacio Wert y una reforma legislativa a la que se opone frontalmente buena parte de la comunidad educativa unir¨¢n hoy por segunda vez en un a?o la protesta en toda Espa?a y en todos los niveles educativos.

Por un lado esas medidas de ajuste (se permiti¨® aumentar el m¨¢ximo de alumnos por aula, se incrementaron las horas m¨ªnimas de clase de los profesores y se prohibi¨® cubrir las bajas de los docentes hasta pasadas dos semanas) se han traducido en la p¨¦rdida de plantillas (unos 60.000 profesionales, calcula CC OO, en los colegios e institutos p¨²blicos) y, con ellos, de todo tipo de apoyos y refuerzos para los alumnos con dificultades.

En la Universidad, se han endurecido los requisitos acad¨¦micos para conseguir y mantener las becas y se ha aumentado de manera importante el precio de las matr¨ªculas, sobre todo, para los repetidores y en los m¨¢steres.

A la vez, el Gobierno impulsa una nueva ley educativa con la que asegura que disminuir¨¢ el fracaso escolar adelantando los itinerarios distintos para los alumnos, reforzando las materias instrumentales y estableciendo evaluaciones externas, que al final de la ESO y bachillerato ser¨¢n rev¨¢lidas: si no se aprueban, no se podr¨¢ seguir estudiando.

Sin embargo, para buena parte de la comunidad educativa, esa norma es la otra cara de los recortes para hacer un sistema educativo m¨¢s barato, elitista y que segregue a los alumnos que van peor. Adem¨¢s, se quejan del apoyo a la escuela privada-concertada, a la asignatura de Religi¨®n o a las escuelas que separan por sexo.