Los servicios prestados

El 70% de los espa?oles est¨¢ en contra de la propuesta de este Gobierno de convertir la asignatura de Religi¨®n ¡ªcat¨®lica, por supuesto¡ª en una materia evaluable en la escuela. As¨ª lo indica la encuesta de Metroscopia publicada ayer por este peri¨®dico, que se?ala tambi¨¦n que ni siquiera hay entre los votantes del Partido Popular una mayor¨ªa a favor de la reforma que prepara el ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert.

Tales datos vienen a demostrar que, de mantenerse este proyecto dentro de la reforma educativa del Ejecutivo de Mariano Rajoy, la asignatura de Religi¨®n cat¨®lica ser¨¢ una obligaci¨®n en contra de la voluntad popular mayoritaria, lo que seguramente a la Conferencia Episcopal Espa?ola no le quitar¨¢ el sue?o. Pactar con el poder pol¨ªtico para imponer por la fuerza su credo y sus ritos forma parte de su a veces ignominiosa historia. Es verdad, como el propio Wert dice, que la religi¨®n no ser¨¢ una asignatura obligatoria, sino optativa, pero tambi¨¦n lo es que al ser evaluable se equiparar¨ªa a otras materias y que, reforzada por esta v¨ªa, se asegura su ense?anza. Esta, por tanto, seguir¨¢ corriendo por cuenta del Estado y no por los de la propia Iglesia cat¨®lica ¡ªsuficientemente subvencionados ya, por cierto¡ª.

Dado que todas las estad¨ªsticas se?alan la sangr¨ªa que la Iglesia cat¨®lica registra en t¨¦rminos de p¨¦rdida de fieles y de vocaciones, este nuevo pacto con el poder es, en cierta forma, demostraci¨®n de su fracaso por cuanto la jerarqu¨ªa cat¨®lica se muestra incapaz de convencer solo con la fuerza de la raz¨®n de la bondad de su credo. Sin embargo, se puede considerar un ¨¦xito si este no se mide por la capacidad evangelizadora, sino por los beneficios econ¨®micos y pol¨ªticos que comporta a la instituci¨®n.

Con la ley de Wert se garantiza el mantenimiento de los casi 3.000 profesores de catolicismo

Los beneficios econ¨®micos son evidentes. Con la Ley Org¨¢nica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) de Wert queda garantizado con expectativas muy positivas el mantenimiento de los cerca de 30.000 profesores de catolicismo remunerados por el Estado ¡ªunos 700 millones de euros el a?o pasado, seg¨²n algunas organizaciones laicas¡ª, pero seleccionados por la Iglesia, y la edici¨®n de millones de libros de texto cat¨®licos. Los beneficios pol¨ªticos son los que se derivan de su supuesta capacidad de influencia en la opini¨®n p¨²blica, que con esta imposici¨®n en la escuela probablemente refuerza y ampl¨ªa en el tiempo con el adoctrinamiento de nuevas generaciones de estudiantes.

Es dif¨ªcil medir esa capacidad de influencia. Puede que no sea lo suficientemente importante como para desequilibrar la balanza hacia un partido u otro a la hora de votar. Pero es palmaria la habilidad de la jerarqu¨ªa cat¨®lica para la agitaci¨®n y la movilizaci¨®n. Lo demostr¨® en los siete a?os y medio de legislatura socialista de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Los obispos espa?oles se emplearon a fondo, participando incluso en manifestaciones, contra sus reformas sociales ¡ªmatrimonio homosexual, fundamentalmente¡ª y ayudaron a generar un estado de opini¨®n contrario al Gobierno y favorable al principal partido de la oposici¨®n, el PP.

La vida da muchas vueltas y, finalmente, alcanzado el poder, el PP no ha derogado aquella ley que tanto molesta a la c¨²pula eclesi¨¢stica. Como contrapartida, le pone en bandeja la clase confesional de religi¨®n cat¨®lica. No es un mal trato para los obispos.

Puede que la LOMCE ¡ªojal¨¢¡ª sea capaz de cumplir con la expectativa que ofrece su propio t¨ªtulo y mejore la calidad educativa. Puede que sus rev¨¢lidas externas no generen estudiantes especializados en memorizar conceptos como algunos vaticinan, sino que sea un acicate para que los alumnos intensifiquen su dedicaci¨®n y su esfuerzo y que introduzca la sana competencia en los centros. Convertir en evaluable la asignatura confesional de catolicismo nada tiene que ver con ese esp¨ªritu de la ley. Es una interpretaci¨®n amplia y favorable para la Iglesia del Concordato con la Santa Sede de 1979 ¡ªque deber¨ªa ser derogado¡ª que deriva en un atentado al pluralismo y la libertad de pensamiento. Porque ense?ar religi¨®n y su historia es una cosa y adoctrinar en una sola confesi¨®n, con un temario, un profesorado y unos libros seleccionados solo por los obispos, otra muy distinta. Pero es obvio que Wert est¨¢ pagando los servicios prestados al PP; eso s¨ª, con el dinero de todos y la resignada oposici¨®n de la mayor¨ªa.