Sembrar la curiosidad cient¨ªfica
Los especialistas reclaman m¨¢s formaci¨®n para los maestros de primaria y aligerar los temarios en secundaria para despertar inter¨¦s y vocaciones
?Qui¨¦n no se acuerda de un experimento que hizo en la infancia? Sajar un ojo de vaca, cultivar lentejas, crear un anem¨®metro o soplar un pulm¨®n para ver que se hincha. La ciencia asombra y divierte a los ni?os, pero, en opini¨®n de la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a (Cosce), se explica mal en primaria y con una metodolog¨ªa arcaica en secundaria y bachillerato. Esto ha motivado el nacimiento del programa Enciende, que pretende demostrar que es entretenida y que est¨¢ en todo lo que nos rodea. ¡°Queremos que la gente entienda que la ciencia no es solo progreso. Que cuando el m¨¦dico receta siete d¨ªas y no dos de un medicamento, no es por capricho¡±, sostiene Digna Couso, secretaria ejecutiva de Enciende. A trav¨¦s del programa, la Cosce propone, entre otras cosas, que los cient¨ªficos acudan a las escuelas, y que maestros y profesores aprendan de los proyectos de otros centros colgados en la plataforma enciende.cosce.org.
La Academia de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales est¨¢ alarmada del escaso rigor cient¨ªfico de la sociedad y en un reciente y contundente informe afirmaba: ¡°El conocimiento cient¨ªfico no se puede articular en forma de leyes o ecuaciones que se memorizan en lugar de comprenderlas. Se debe conjugar la adquisici¨®n de saberes con las actitudes propias de la actividad cient¨ªfica (observaci¨®n, pregunta, investigaci¨®n, respuesta, debate) desde edad temprana¡±.
¡°A Educaci¨®n Primaria e Infantil se puede llegar desde cualquier rama del bachillerato, y los que vienen de letras tienen una formaci¨®n en ciencias muy pobre¡±, prosigue Couso, que es doctora en Did¨¢ctica de las Ciencias Experimentales. ¡°El problema es que en la carrera no se pone remedio. Se ense?a mucha pedagog¨ªa general y se forma sobretodo para las asignaturas instrumentales (matem¨¢ticas y lenguaje), pero se hace poca did¨¢ctica de las ciencias. Y es una pena, porque hay maestros valios¨ªsimos que se sienten inseguros ense?ando Ciencias¡±. La maestra Idoia Cia estudi¨® precisamente esa rama en el bachillerato, as¨ª que se enfrenta sin temor a las preguntas de sus alumnos de tres a cinco a?os. Est¨¢ al frente de Taller de Alta Cocina El Bullicasio, ganador la semana pasada del primer premio Enciende
Recomendaciones
Cambiar el qu¨¦ y c¨®mo. La Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a (Cosce) pide una renovaci¨®n de las ense?anzas de las ciencias. Que cambie el c¨®mo y el qu¨¦ se ense?a, y la forma de evaluarse.
El profesorado. Asimismo, reclama un replanteamiento de la formaci¨®n inicial y continuada del profesorado de ciencias. En especial, en did¨¢ctica de las ciencias.
Un observatorio. La confederaci¨®n propone crear un observatorio estatal sobre cultura cient¨ªfica que acerque la ciencia a la sociedad, sobre todo en el ¨¢mbito de la familia y el ocio.
Los investigadores. Tambi¨¦n quiere promover que los cient¨ªficos se animen a participar en acciones que aproximen la ciencia a los escolares para terminar con la visi¨®n estereotipada del trabajo cient¨ªfico.
Buenas pr¨¢cticas. Intercambiar acciones y proyectos para conectar la ciencia y la escuela a trav¨¦s de la plataforma Enciende.
¡°Hice un curso de formaci¨®n en Ciencias y como trabajo final present¨¦ este proyecto del Bullicasio que luego he desarrollado con los ni?os¡±, cuenta Cia, maestra en el colegio p¨²blico Nicasio de Landa (Pamplona). Desde hace a?os la escuela ten¨ªa la tradici¨®n de ense?ar a los ni?os recetas, y ahora conocen tambi¨¦n las reacciones f¨ªsicas y qu¨ªmicas que intervienen en los alimentos. Observan los fen¨®menos, formulan hip¨®tesis, comprueban varias veces y demuestran gr¨¢ficamente utilizando los mismos ingredientes que en El Bulli, el famoso restaurante de Ferran Adri¨¤, ¡ªlecitina que da textura de aire, metilcelulosa que convierte en gelatina, sales de calcio para hacer quesos¡¡ª y herramientas como pipetas, jeringuillas o tubos. ¡°Adri¨¤ habla de un sexto sentido: las sensaciones. Y, cuando los ni?os trabajan con las emociones, son libres y el conocimiento fluye¡±.
Paloma Fern¨¢ndez, f¨ªsica en la Universidad Complutense, ha visitado varios colegios. ¡°Los cient¨ªficos no somos unos locos que no salimos del laboratorio. A los ni?os se les puede contar muchas cosas, por ejemplo, de los materiales, que es el ¨¢rea en el que trabajo. De qu¨¦ est¨¢n hechos los muebles que son ligeros pero resistentes, los brackets de los dientes, los tejidos¡¡±. Fern¨¢ndez considera que esta did¨¢ctica en el aula es ¡°excelente para los investigadores¡±, pues les obliga a explicar fen¨®menos de forma sencilla, algo a lo que no est¨¢n acostumbrados. ¡°A los m¨¢s peque?os no puedes hablarles de los campos magn¨¦ticos, pero s¨ª sembrar su curiosidad, demostrando que una pila, un destornillador y un alambre por separado no hacen nada, pero juntos son un im¨¢n que atrae los clips¡±.
Couso considera que en secundaria no falla la formaci¨®n en contenidos cient¨ªficos de los docentes, pero si en en como ense?arlos (did¨¢ctica de las ciencias). Adem¨¢s, cree que la tradici¨®n curricular de aprender muchos contenidos, de forma meramente conceptual y poco contextualizada, es un lastre. ¡°A los chicos les gusta la ciencia, no c¨®mo se la ense?an. Hay propuestas de investigaci¨®n educativa que se?alan que solo deber¨ªan ense?arse 10 grandes ideas de la ciencia, pero con detenimiento. Como la evoluci¨®n o los componentes m¨¢s importantes del Universo, y de forma competencial, usando esas ideas para reflexionar, argumentar, actuar etc¨¦tera¡±.
En el colegio Los Pe?ascales (Madrid), gestionado por una cooperativa de profesores, se pusieron de acuerdo una maestra de infantil y el profesor de Tecnolog¨ªa para el proyecto P¨ªo P¨ªo, ganador del segundo premio de la Cosce. Los alumnos de secundaria crearon las incubadoras y estudiaron las variables del proceso de cr¨ªa; los de primaria aprendieron refranes, recetas y elaboraron presentaciones; y los de bachillerato un estudio de mercado. Este centro ha creado su propio compost con los residuos de la comida del comedor y de la poda de su jard¨ªn y de otros que los ni?os tra¨ªan a colegio (como las cenizas). Y el proyecto seguir¨¢. As¨ª, acaban de aprender a construir un ¡°hotel para insectos¡± para polinizar y controlar las plagas del huerto.
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