La segunda juventud de Marx
El marxismo, desterrado tras el derrumbe sovi¨¦tico, revive en algunos c¨ªrculos acad¨¦micos y culturales En el 15-M los referentes van desde Hessel a Mafalda
El libro m¨¢s vendido de la historia es la Biblia. El segundo es el Manifiesto comunista, de Karl Marx, una obra que ha visto resurgir sus ventas en los ¨²ltimos a?os. Lo mismo sucede con El Capital, otra obra del fil¨®sofo alem¨¢n que vende cientos de miles de ejemplares en todo el mundo en versiones que sorprender¨ªan sobremanera a su autor. En Espa?a, acaba de llegar a las librer¨ªas una edici¨®n de El Capital en versi¨®n manga (Herder), traducci¨®n de un volumen japon¨¦s del que se han vendido la friolera de 120.000 ejemplares. Se trata de una adaptaci¨®n libre en la que se ha inspirado el director chino de teatro He Nian para convertirlo en un musical.
¡®El Capital¡¯ en versi¨®n manga ha vendido 120.000 ejemplares en Jap¨®n
Reaparecen, adem¨¢s, obras centradas en analizar la figura del pensador, como la biograf¨ªa Karl Marx: A Nineteeth-Century Life, que acaba de publicar el profesor de la Universidad de Missouri Johathan Sperber. Y a ambos lados del Atl¨¢ntico asistimos a representaciones de Marx en el Soho, del estadounidense Howard Zinn, una obra en la que el fil¨®sofo es enviado por error al SoHo neoyorquino de finales de los noventa en lugar de al Londres de la revoluci¨®n industrial. El actor Brian Jones ha llevado esta obra durante los ¨²ltimos a?os a decenas de salas universitarias (en abril la represent¨® en el Massachusetts College of Liberal Arts) en EE UU y en Madrid se estren¨® recientemente la versi¨®n adaptada Marx en Lavapi¨¦s.
La imagen y el pensamiento del pensador alem¨¢n, casi desterrados de los c¨ªrculos pol¨ªticos, acad¨¦micos y culturales tras la ca¨ªda sovi¨¦tica, resurge en un momento en el que una severa crisis promueve la b¨²squeda de respuestas alternativas al capitalismo convencional. Sin embargo, cuando de lo que hablamos es de grandes movimientos sociales como el 15-M o los Indignados, Marx comparte cartel con una ecl¨¦ctica lista de referentes filos¨®ficos y morales, que abarcan desde los documentales de Michael Moore hasta la pel¨ªcula Inside Job, pasando por las obras de autores como St¨¦phane Hessel y Jos¨¦ Luis Sampedro, el creador de c¨®mics Iv¨¤ (Historias de la puta mili) o personajes como Mafalda.
La obra ¡®Marx en el Soho¡¯, de Howard Zinn, retorna a las salas en varios pa¨ªses
En lo acad¨¦mico, hay autores que llegaron al marxismo en los sesenta y setenta y siguen consider¨¢ndolo una herramienta v¨¢lida para interpretar la realidad. Entre ellos figura Juan Ram¨®n Capella, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho de la Universidad de Barcelona, que sostiene que ¡°el marxismo resulta clave para entender el presente¡±. Una tesis similar a la del historiador Carlos Mart¨ªnez-Shaw o el fil¨®sofo franc¨¦s Jacques Ranci¨¨re. Otros han descubierto a Marx tras una larga trayectoria en la otra orilla. El economista grecoaustraliano Yanis Varoufakis, profesor en la Universidad de Texas tras ser asesor de George Papandreu cuando este gobernaba, declar¨® recientemente: ¡°La ¨²nica forma en que he podido hacerme inteligible el mundo es a trav¨¦s de los ojos metodol¨®gicos de Marx. Hecho que basta para hacer de m¨ª un te¨®rico marxista¡±. En una l¨ªnea similar estar¨ªa el fil¨®sofo italiano Gianni Vattimo, que llega al marxismo desde el cristianismo y Heidegger.
En los ant¨ªpodas se sit¨²an autores como Miquel Porta Perales, autor del libro La tentaci¨®n liberal, quien sostiene que ¡°el marxismo, como teor¨ªa de interpretaci¨®n y transformaci¨®n del mundo, entr¨® en crisis hace d¨¦cadas: el materialismo dial¨¦ctico es una entelequia; el materialismo hist¨®rico, una manera m¨¢s de aproximarse a la historia; la lucha de clases, una pugna que busca m¨¢s trabajo y mayor salario; el proletariado, un ente que desea integrarse en una prosperity capitalista hoy en crisis; la democracia real, una forma de despotismo; la sociedad sin clases, el paradigma de la sociedad cerrada¡±. Pese a su dura diatriba, Porta Perales reconoce que el marxismo retorna ¡°porque ofrece certeza antiliberal y confort radical: la certeza que permite confirmar ?por fin! la verdad ¨²ltima del capitalismo explotador; el confort que se obtiene al proponer ?por fin! una alternativa al sistema¡±.
El economista Joaqu¨ªn Trigo, del Instituto de Estudios Econ¨®micos, que en su juventud se sinti¨® atra¨ªdo por el marxismo, sostiene hoy que carece de vigencia y que Marx ¡°nunca estuvo en una f¨¢brica¡±, as¨ª que sus an¨¢lisis ni sirven ahora, ni serv¨ªan antes.
El te¨®rico no tuvo en cuenta cuestiones como la ecolog¨ªa o el g¨¦nero
Joana Garc¨ªa Grenzner, feminista vinculada a los Indignados, sostiene que el marxismo s¨ª sirve para cubrir un vac¨ªo a la hora de analizar la realidad social y econ¨®mica. Grenzner toma a Marx como una de sus referencias a pesar de que apenas trat¨® dos de los asuntos centrales para ella: el feminismo y el ecologismo. La activista insiste en que sus opiniones son solo suyas y no representan a ning¨²n movimiento. Una precisi¨®n que tambi¨¦n hacen varios adheridos al 15-M en Barcelona, que para pronunciarse sobre este asunto tuvieron que celebrar una asamblea para recoger opiniones, todas ¡°individuales¡±.
Seg¨²n estos activistas, su acercamiento al marxismo es indirecto. ¡°Tenemos en com¨²n la cr¨ªtica al capitalismo¡±, dicen Paco y Pepe. Cuando repasan los autores que les han influido citan a Sampedro, Hessel, Chomsky, Orwell, Huxley y Kropotkin. Un miembro de la asamblea cita tambi¨¦n a Marx y Trotsky. Paco destaca la fuerte influencia para ¨¦l de las historias antimilitaristas de Iv¨¤, las tiras de Mafalda o un libro como La econom¨ªa no existe (Los libros del lince), del periodista Antonio Ba?os. Varios de los participantes en el debate se?alaron que sus principales fuentes de inspiraci¨®n son la calle, los movimientos sindicales y vecinales, la plataforma antidesahucios y las redes sociales, adem¨¢s de las llamadas ¡°primaveras ¨¢rabes¡±. ¡°Bebemos m¨¢s de los autores underground que de los cl¨¢sicos¡±, ¡°los cl¨¢sicos son muy duros¡±, dice Pepe.
¡°Lo que le da sentido es la lucha contra la injusticia¡±, dice Manuel Cruz
La dificultad que algunos de estos textos suponen para parte del p¨²blico fue algo que tuvo en cuenta la editorial N¨®rdica Libros a la hora de publicar el Manifiesto Comunista en versi¨®n ilustrada, uno de los libros m¨¢s vendidos en la feria del libro de Madrid de 2012. Seg¨²n su editor, Diego Moreno, ¡°uno de los motivos por los que publicamos el libro es la vigencia de muchos de sus apartados, pero tambi¨¦n quer¨ªamos hacer una edici¨®n que llegase a un p¨²blico amplio. Se trata de uno de los cl¨¢sicos del pensamiento occidental. Quer¨ªamos alejarnos de los prejuicios que sienten muchos¡±. Su colega, Raimund Herder, afirma: ¡°Hemos editado libros como Comunismo Hermen¨¦utico de Gianni Vattimo y Santiago Zabala o la versi¨®n manga de El Capital porque, 23 a?os despu¨¦s del fracaso sovi¨¦tico, tenemos que reconocer que su oponente, el liberalismo, tambi¨¦n ha fracasado, con consecuencias fatales para la sociedad, la democracia, la ecolog¨ªa¡±. ¡°Vattimo no propone volver al comunismo o un marxismo metaf¨ªsico, se?ala, sino recuperar sus ideas a¨²n vigentes¡±.
El aparente reverdecer de Marx ha sido rese?ado por autores como Stuart Jeffries, columnista del diario brit¨¢nico The Guardian, que titul¨® uno de sus recientes art¨ªculos casi con una declaraci¨®n: Por qu¨¦ el marxismo renace de Nuevo. El escritor Jonathan Sperber se preguntaba en sus mismas p¨¢ginas: ?Es Marx a¨²n relevante? Y la respuesta era afirmativa, con menci¨®n especial de su val¨ªa para entender las crisis recurrentes del capitalismo.
Seg¨²n el catedr¨¢tico Juan Ram¨®n Capella, ¡°los instrumentos de an¨¢lisis de Marx, en general, siguen siendo v¨¢lidos¡±. En particular, para explicar ¡°tres fen¨®menos: las crisis c¨ªclicas del capitalismo, la concentraci¨®n del poder econ¨®mico y la contrarrevoluci¨®n pol¨ªtica, consecuencia de la ca¨ªda del beneficio capitalista¡±. El profesor considera que no hay que tomar a Marx como un dogma: ¡°?l conoci¨® la primera revoluci¨®n industrial y nosotros estamos en la tercera¡±. Adem¨¢s, ¡°era un convencido del progreso t¨¦cnico y no vio algunos de los peligros del desarrollismo. Por ejemplo, no comprendi¨® la elasticidad indefinida de las necesidades humanas¡±. Pero la idea que expresa el lema ¡°socialismo o barbarie¡± sigue siendo v¨¢lida, opina. ¡°La barbarie es una sociedad sin reglamentar, a merced solo del mercado¡±, se?ala, para concluir: ¡°Hay quien defiende el ultraliberalismo con el argumento de que el Estado no entiende de econom¨ªa. Bueno, el mercado tampoco¡±.
¡°Ofrece certeza antiliberal y confort radical¡±, afirma Miquel Porta Perales
Que Marx permite formular respuestas a los retos actuales es algo que sostienen tambi¨¦n el catedr¨¢tico Carlos Mart¨ªnez-Shaw, el economista Carlos Berzosa, el fil¨®sofo Manuel Cruz o el dirigente del PCE Jos¨¦ Luis Centella, entre otros. Seg¨²n Berzosa, ¡°Marx nunca ha perdido vigencia, aunque s¨ª ha habido intentos de anularlo, de relegarlo a la historia¡±. Tras el hundimiento del socialismo real, se?ala, ¡°se le atac¨® con el argumento de que hab¨ªa perdido vigencia, pero hoy podemos ver la importancia de sus an¨¢lisis¡±. Berzosa, como Capella, no pretende que Marx acertara en todo. ¡°Hay que leer a Marx de forma abierta, porque ¨¦l no tuvo en cuenta aspectos como la ecolog¨ªa o la lucha de g¨¦nero¡±. En un sentido similar se expresa Centella. ¡°Marx no es un catecismo ni una m¨¢quina de dar respuestas, pero nos permite entender que la crisis no es cosa de unos golfos, sino que est¨¢ vinculada a la estructura econ¨®mica del capitalismo¡±.
Manuel Cruz, profesor de Filosof¨ªa en la Universidad de Barcelona, reflexiona: ¡°La crisis del marxismo suele presentarse como algo evidente, a partir del fracaso del denominado socialismo real. Pero el marxismo no es solo eso. No caben descalificaciones gen¨¦ricas: quienes cuestionen la cientificidad de los an¨¢lisis marxianos vienen obligados a demostrar cient¨ªficamente su falsedad o sus errores¡±. En su opini¨®n, ¡°el elemento que proporciona sentido y coherencia al marxismo es el impulso moral por acabar con la injusticia. Por eso no tiene derecho a reclamarse del marxismo ni el marxista de sal¨®n ni el oscuro bur¨®crata del aparato de partido, sino quien, desde el conocimiento y la voluntad de transformar, posee tambi¨¦n la sensibilidad que le hace vivir como intolerable el sufrimiento humano provocado por un orden social injusto¡±.
Carlos Berzosa: ¡°Nunca ha perdido vigencia, aunque se intenta anularlo¡±
Para Albert Recio, profesor de Econom¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, ¡°Marx no solo no ha caducado, es un gran cl¨¢sico y est¨¢ ganando vigencia y aceptaci¨®n social debido a la crisis¡±. Sus ideas valen especialmente para explicar ¡°los conflictos de clase, la cr¨ªtica al capitalismo y el empleo del ej¨¦rcito industrial de reserva¡±, expresi¨®n que Marx emplea para referirse a los parados. En El capital, no deja de anotar la relaci¨®n directa entre el salario y el n¨²mero de personas en paro. En cambio, dice Recio, ¡°Marx no vio la importancia de las estructuras nacionales, un asunto que llev¨® a la segunda generaci¨®n de marxistas [Lenin y Rosa Luxemburgo, sobre todo] a abrir el debate sobre el imperialismo¡±. Tampoco pudo atisbar ¡°la cuesti¨®n ecol¨®gica por su visi¨®n del progreso tecnol¨®gico ni la importancia real de las relaciones de g¨¦nero, pese a que Engels s¨ª hizo algunas aproximaciones¡±. Donde el marxismo sigue en franco retroceso, apunta Recio, es en la Academia ¡°dominada por el pensamiento neoliberal, que ha emprendido una fuerte ofensiva contra las visiones cr¨ªticas hacia el capitalismo¡±.
Joan Coscubiela, diputado por ICV, y Fernando Lezcano, portavoz de CC OO, recurren al pensador italiano Antonio Gramsci para referirse a la ¡°hegemon¨ªa¡± de las ideas liberales. Seg¨²n Coscubiela, ¡°la ofensiva de la derecha en los ochenta coloc¨® al marxismo a la defensiva¡±. ¡°La sociedad vio c¨®mo todo se convert¨ªa en producto a merced del mercado. Hasta la educaci¨®n o la sanidad¡±. Lo peor, asegura, es que aquella gran ofensiva ideol¨®gica hizo mella en ¡°cierta izquierda¡±. Cree Coscubiela que un momento culminante de la rendici¨®n ideol¨®gica de la izquierda se aprecia en la renuncia del PSOE al marxismo, a propuesta de Felipe Gonz¨¢lez: ¡°Es el gran triunfo de una derecha que obliga a la izquierda a renunciar a su ideolog¨ªa¡±. Lezcano lo resume as¨ª: ¡°La derecha consigue hacer creer a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n que sus valores son los valores de toda la sociedad. Que No caben otros¡±.
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