¡°Los pasajeros van a Barajas con la prisa puesta¡±

Elena Mayoral, 40 a?os, de Torrelavega, criada en La Rioja, es la primera mujer que dirige Barajas en los 80 a?os de vida del aeropuerto, puesto que hasta que ella lleg¨®, hace dos meses, hab¨ªa sido patrimonio de militares o en todo caso de hombres.

No es un lugar para mirar c¨®mo entran y salen los aviones, aunque ella nos ha invitado (se ha empe?ado en que no paguemos el desayuno) al lugar preciso desde donde los ni?os miraban antes c¨®mo despegaban esos locos cacharros. ¡°Ahora ya los chicos ven los aviones en la televisi¨®n. Pero, ?a qu¨¦ es magn¨ªfico ver c¨®mo salen y entran?¡±, dice Antonio San Jos¨¦, que dirige la comunicaci¨®n de Aena. A Mayoral tambi¨¦n le fascina la perspectiva, pero esta no fue su primera vocaci¨®n, el aire. Quiso ser m¨¦dica, ¡°pero me daba pavor la sangre¡±. El padre era ingeniero, y ella se meti¨® en Ingenier¨ªa Aeron¨¢utica. ¡°Y estoy encantada¡±.

Mayoral recibi¨® la semana pasada al viajero mil millones, un colombiano que recibi¨® un trato preferente y una figura en plata del avi¨®n que le llev¨® hasta Espa?a. Esto le ha servido a la jefa de Barajas para distraerse un rato de tareas m¨¢s onerosas. Pues ¡°Barajas es como una ciudad, en la que trabajan 45.000 personas; aqu¨ª nunca hay un momento de respiro y siempre hay que estar atentos por si se produce una crisis¡±. En Valladolid, donde estuvo antes (y antes aun dirigi¨® el aeropuerto de Ibiza), ¡°hab¨ªa que estar alerta por la nieve¡±. Aqu¨ª nunca la han convocado a la Sala de Crisis; si ocurriera sabe qu¨¦ hacer: ¡°No intervenir sino cuando toca, porque en un momento cr¨ªtico aqu¨ª todo el mundo sabe lo que tiene que hacer¡±.

La directora del aeropuerto ha recibido al ¡®viajero mil millones

Es una mujer muy serena, se le ve. ¡°Pero la procesi¨®n va por dentro¡±. Porque sabe que un aeropuerto no es un lugar en el que se mantenga siempre la calma. ¡°Los pasajeros van a Barajas con la prisa puesta, con sus tensiones, y quieren ver cuanto antes la zona de salida, el embarque. Para eso han venido, es su objetivo, viajar¡±. ?La Terminal 4 no le parece que tiene unas distancias descomunales? Ella cree que no; el objetivo de Barajas es buscar silencio, y distracci¨®n; ¡°que la gente aqu¨ª se sienta c¨®moda, que el lado tierra, donde hacen tr¨¢mites o compra, les resulte placentero, y que el lado aire, donde ya est¨¢n junto al avi¨®n, les produzca la seguridad de que el viaje no le va a producir sobresaltos¡±. Pero, esas malditas normas de seguridad... ¡°Son las homologadas, las que manda la Uni¨®n Europea. ?Yo tambi¨¦n me descalzo!¡±, asegura Mayoral.

Es el primer aeropuerto de Espa?a y el quinto de Europa; la crisis ha mordido el tr¨¢fico dom¨¦stico, pero ella trabaja para que Barajas ¡°sea un centro comercial muy activo, y para que alguna vez, pronto, tambi¨¦n sea un instrumento de comunicaci¨®n de nuestra cultura¡±. Ella es muy lectora, y sigue estudiando, ahora Historia del Arte. Eso la lleva al Museo del Prado y a las librer¨ªas. Con un o¨ªdo en Barajas, ¡°porque este aeropuerto nunca duerme¡±.

Desayunamos, pero ella cuenta una receta que le dio su madre, patatas a la riojana. ¡°Coges la cazuela, sofr¨ªes la cebolla...¡± Cuando acaba de contarla, las pastas con las que han acompa?ado su caf¨¦ con leche se han tornado una p¨¢lida muestra de atrezo al lado del sabor que evoca ese plato que describe.