Los europeos se alejan de la exposici¨®n peligrosa al bisfenol
El compuesto se usa en pl¨¢sticos y papeles t¨¦rmicos y afecta al sistema hormonal Desde 2006 los datos de la agencia europea indican que la interacci¨®n se ha reducido al 10%
Parece que las campa?as, las advertencias y las prohibiciones han tenido efecto. Los ¨²ltimos datos que ha ofrecido la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) indican que la exposici¨®n de los europeos al bisfenol se ha reducido dr¨¢sticamente desde 2006. Entonces se calculaba que los ni?os hasta los tres meses estaban sometidos a 4.000 nanogramos por kilo de peso al d¨ªa, pero la prohibici¨®n del uso de esta sustancia en pl¨¢sticos de biberones y chupetes ha rebajado esta cifra hasta los 135. En adultos, se ha pasado de 1.500 a 132, tomadas las mismas unidades. En cualquier caso, ambas cantidades est¨¢n por debajo del 1% del m¨¢ximo que la EFSA calcul¨® que era seguro en 2006.
El bisfenol-A se usa en la industria de los pl¨¢sticos para darles resistencia y flexibilidad. Entran en el organismo por contacto, y pertenecen a la familia de los llamados disruptores endocrinos. Esto quiere decir que alteran el funcionamiento normal de las hormonas, lo que afecta la reproducci¨®n y otros procesos, como la obesidad, metabolismo, tiroides o al desarrollo neuronal.
Los datos se han obtenido por dos v¨ªas: los modelos a partir del uso de envases, cosm¨¦ticos, juguetes y teniendo en cuenta la v¨ªa de exposici¨®n (contacto, inhalaci¨®n) y por mediciones en la orina.
Pero no son solo los pl¨¢sticos su origen. La EFSA ha detectado que tambi¨¦n est¨¢ en los papeles t¨¦rmicos (los que se usan para imprimir recibos, por ejemplo). Esta es la segunda causa de exposici¨®n en adultos.
Al margen de los niveles que se detecten en las personas, organizaciones como la Fundaci¨®n Vivo Sano son partidarias de una prohibici¨®n total de estos compuestos. La causa es que las propiedades industriales que aportan se pueden conseguir por otros m¨¦todos ¨Cesa es la base de la iniciativa Reach de la UE, que pide que se eval¨²en todos los compuestos qu¨ªmicos potencialmente peligrosos y se sustituyan por otros-, y que, aunque los niveles de una de ellas sean bajos, lo mejor es que la exposici¨®n sea cero. Sobre todo porque, como ha puesto de manifiesto un informe de la OMS de este a?o, hay m¨¢s de 800 sustancias de este tipo que se est¨¢n investigando, y sus efectos se acumulan. De hecho, pa¨ªses como Francia ya han prohibido su uso a partir de 2015.
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